SOCIEDAD CONECTADA
Una oportunidad para la política chilenaPor Daniel Dron, CEO Social Media Institute.
La penetración de las redes sociales en la sociedad moderna y la nueva ciudadanía digital están produciendo una disminución creciente de los liderazgos políticos. Sin embargo, la crisis global es la gran oportunidad que tenemos de re-significar la democracia y mejorar nuestra calidad ciudadana en un mundo hiperconectado que se involucra como nunca antes en la historia de la humanidad.
Las protestas sociales habitan las redes sociales, amenazan gobiernos y construyen una nueva ciudadanía. Las emociones se hacen colectivas y se contagian en las redes sociales, haciendo de estas un enorme tejido humano que empieza a dar lugar a una nueva democracia.
Con más de 1.000 millones de personas conectadas a nivel internacional y más de 145 millones de personas en América Latina conectadas a redes sociales, es evidente que el mundo ha dado un giro que no tiene vuelta atrás. Este escenario invita a los políticos a desarrollar la capacidad de conversar con la ciudadanía en un paradigma totalmente innovador.
Las redes sociales han cambiado el ecosistema de información política. Hoy existen nuevos canales, más información y proveedores de contenidos que se multiplican exponencialmente. Nuestra capacidad de atención permanece constante y, sin embargo, la cantidad de información que se genera es cada vez mayor.
El ciudadano común también es generador de contenidos, información de todo tipo y noticias. No está dispuesto a consumir datos, sino que se siente parte de la elaboración del contenido que genera esa información. Consume lo que produce y adquiere un nuevo rol de “prosumidor”.
En un escenario donde cualquier ciudadano es un paparazzi, un periodista y un formador de opinión, las figuras públicas están sometidas como nunca a un escrutinio masivo, las 24 horas y los 365 días del año.
Podemos afirmar que esta nueva realidad se caracteriza por presentarnos nuevos periodistas ciudadanos, inteligencia colectiva que se autoorganiza para manifestarse o descubrir operaciones tendientes a manipular la opinión pública o individuos que superan a las instituciones tradicionales para desmediatizar su conexión directa con los votantes.
En esta convergencia entre los medios tradicionales y los nuevos medios, hay una demanda de nuevas capacidades cognitivas por parte de los usuarios de información.
Nuevas profesiones surgen y otras profesiones se reinventan para acortar la brecha entre una demanda nueva, creativa, dinámica y una oferta que permanece estática, con poca capacidad de reacción.
Hay una nueva matriz de democracia que avanza configurando un escenario donde la participación ciudadana es la que lidera la agenda y los cambios políticos de los próximos años.
Nativos digitales v/s inmigrantes digitales
La ciudadanía digital se expresa en tiempo real y demanda respuestas de inmediato. Los nativos digitales o la “Generación Y” -que representan al 30% de los jóvenes a nivel mundial- forman parte de una comunidad acostumbrada a la inmediatez. Su escenario natural es el tiempo real y se gradúan con nuevas profesiones, inéditas, propias de un mundo que sufre, pero que innova como nunca antes hemos visto.
Los nuevos valores sociales del escenario digital
La política nos tiene acostumbrados a líderes que aparentan saber cómo solucionar los problemas de la gente. Con vehemencia, nos plantean las soluciones que resolverán las crisis que estamos viviendo. Y la verdad, ante la magnitud de los tiempos que vivimos, nadie está tan seguro.
Las protestas sociales 2.0 nos muestran los panoramas desde Grecia hasta México, y recientemente en Paraguay, donde hay una nueva ciudadanía que se auto convoca y contagia, trascendiendo las fronteras y generando una nueva empatía Global.
Solo aquellos líderes que desarrollen el arte de conversar en las redes sociales, y compartan con la ciudadanía el valor de la verdad y el compromiso, entrarán en sintonía con lo que realmente espera la población de ellos. Asimismo, es fundamental que sean capaces de comprometer a las masas a que, de la misma manera que un individuo tiene el derecho a ser un periodista ciudadano, señalen a cada segundo lo que les parece bien o mal, y sean parte de la solución.
Hemos escuchado durante toda nuestra formación que en cada crisis hay una oportunidad: la política tiene la gran oportunidad de dar un salto de calidad diciéndole la verdad a la gente, lo que puede hacer y lo que no; los errores que ha cometido y el esfuerzo real que se requiere hacer en conjunto para mejorar.
Es solo la verdad la que nos permitirá llegar a un verdadero pacto global digital.
La influencia basada en la verdad
La influencia de la sociedad conectada es el nuevo paradigma. En las redes sociales todos somos influenciadores del otro. Y en este escenario 2.0 la manipulación y la verdad serán la madre de todas las batallas.
Facebook, Twitter, YouTube, LinkedIn, Pinterest, Google Plus y decenas de miles de blogs, muestran un tráfico de manifestaciones sociales, en una escala imposible de ignorar y que configuran un ecosistema de interacciones, donde la indiferencia no será una opción para gobiernos que se enfrentan a una crisis global sin precedentes.
Solo aquellos líderes políticos que se re-inventen y consigan “friends” y “followers”, basados en estos viejos nuevos valores como la verdad, la vulnerabilidad y el compromiso, podrán movilizar y gestionar verdaderas comunidades, las cuales deberán aprender a confiar y dejar de señalar solo lo que está mal, con el objetivo de apropiarse de los problemas y co-gestionar los recursos y activos existentes que permitan construir una sociedad mejorada, donde la hiper-conectividad sirva para generar soluciones globales a partir de la colaboración, la confianza y la innovación.
El nuevo liderazgo 2.0
Los líderes políticos latinoamericanos habitan una Región en donde hay más de 145 millones de personas conectadas. Un número que impresiona y que además crece anualmente de forma exponencial. Su participación y capacidad de gestionar el modelo de conversación que ocurre en tiempo real en las redes sociales parece ser nula.
Los nuevos líderes serán entonces, aquellos que se hayan formado en base a una cultura 2.0 y tengan la capacidad de influir y legislar en este nuevo escenario conversacional, participativo, colaborativo, y transparente.
¿Chile 2.0?
La mejor forma de describir la relación entre los ciudadanos online chilenos y la política, es remontándonos a la última elección presidencial.
Un fenómeno interesante con respecto al rol de las redes sociales durante la campaña presidencial 2009-2010 en Chile tiene que ver con el seguimiento que, personas con acceso a Internet, pudieron realizar a ciertos acontecimientos.
Los hitos más destacables, fueron los tres debates presidenciales televisados, pues fueron comentados a través de Twitter, alcanzando altas cifras de participación y un gran impacto en dicha red.
El primer debate fue televisado por TVN en septiembre de 2009, el cual alcanzó un 0,81% de las menciones globales en la franja horaria en que se realizó. Asimismo, el tercer debate, que se realizó a mediados de noviembre del mismo año, llegó al 0,9% de las menciones a nivel global.
En resumidas cuentas, el rol que juegan las nuevas tecnologías en las campañas políticas es un área de estudio, del cual creo que muchos ya sabemos la conclusión: los medios digitales tienen la capacidad de transformarse en un instrumento valioso en el contexto democrático. Sin embargo, el uso de estas puede darse por actores que están sujetos a un marco de incentivos determinados y realizan un uso meramente estratégico de las tecnologías.
Si bien el seguimiento de eventos políticos a través de las redes sociales ha permitido una interacción relativamente más cercana con el ambiente político, no es más que un pequeño primer paso a una cultura con toques participativos, democráticos e inclusivos.
Los nuevos líderes políticos serán aquellos que se hayan formado en el ecosistema cultural 2.0.
Sabemos que están a punto de aparecer en la gran escena global, y nosotros los estamos esperando.