La disposición a aprender es uno de los requisitos claves que debe cumplir una empresa interesada en adoptar SOA. Esto y el compromiso de sus distintos integrantes serán vitales. Así lo aseveran Héctor Droguett, Consultor Senior de la Gerencia de Servicios Profesionales de S&A Consultores; y Luis Chucuy, Director de SOA de VisionTech Región Andina.
Ambas empresas colaboran como partners apoyando la implementación de este enfoque en sus clientes.
¿Qué cambio de paradigma implica SOA?
L. Chucuy: Las empresas con una arquitectura TI tradicional generalmente no pueden reaccionar con la agilidad necesaria en términos de su gestión interna a los nuevos requerimientos del cliente y del mercado. Modelos de negocios como los servicios vía Internet u otros requieren que las compañías sean muy dinámicas. Y la única manera de hacerlo activamente es a través de SOA, que permite convertir sistemas legacy o de silos, y herramientas como ERP o CRM, en una suerte de biblioteca de servicios que pueden ser consumidos por clientes, herramientas de portal o modelos de negocios.
H. Droguett: SOA en su concepción no pretende desplazar a ninguna tecnología. Plantea una práctica evolutiva que recoge lo bueno que existe y a través del análisis y comprensión de los procesos y problemáticas propone un mejoramiento continuo.
¿Sobre qué principios está basado este concepto?
H. Droguett: Uno de los principios base es el encapsulamiento, es decir, definir, implementar y ofrecer servicios que sean autocontenidos.
Una de las consecuencias importantes de aplicar este principio es la reutilización de los servicios. Podemos tomar un servicio, encapsularlo y utilizarlo en contextos diversos, invocándolo en forma independiente. La reutilización no sólo es posible a nivel de información, sino también de procesos, pues a través del tiempo las empresas van sistematizando y optimizando la forma de ‘hacer las cosas’, es decir, perfeccionando la cadena de los procesos de negocios, entonces con SOA es posible aprovechar este conocimiento.
L. Chucuy: El gran activo TI de las compañías lo constituyen sus sistemas tal como están operando ahora y SOA posibilita reutilizarlos y readecuarlos, permitiendo definir nuevos modelos de negocios, por cuanto hay un importante ahorro de costos.
¿Qué requiere una empresa para estar apta para SOA?
L. Chucuy: El deseo de innovar es lo único que necesita tener, así como la disponibilidad y compromiso de la compañía, pues se trata de un cambio en la forma de ‘hacer las cosas’, para lo cual hay que terminar con ciertos paradigmas y silos de negocio, generando un trabajo en equipo en que todos sean parte de los procesos de negocios.
H. Droguett: Las compañías requieren estar dispuestas a aprender, ya que SOA no es algo que se compre, es decir, no es un producto o un software, sino que un enfoque evolutivo que la organización como tal y sus integrantes deben asumir e internalizar cada uno en su rol, ya sea más técnico o cercano al negocio. Deben estar todos alineados a la nueva metodología o de otra forma no funcionará.
¿La adopción de esta arquitectura tiene un fin?
L. Chucuy: Claramente tiene un comienzo, pero dada su concepción no tiene un fin.
Esto porque SOA es la génesis del mejoramiento continuo, el cual es un proceso en evolución constante y siempre perfectible.
H. Droguett: Como se trata de una práctica evolutiva y si bien normalmente se adopta como respuesta a una necesidad específica, por ejemplo, en un proyecto de integración, una vez que la organización va comprendiendo cabalmente sus ventajas verá que puede mejorar constantemente sus procesos, ya que su arquitectura provee la flexibilidad necesaria para hacerlo.