Las plataformas de gestión de relaciones con los clientes (CRM) han dejado de ser herramientas para ‘organizar’ campañas de marketing. En la actualidad, son soluciones que tocan todas las áreas de la organización, enfocadas en hacer más eficiente la administración, mejorar las relaciones de negocios en todo nivel y brindar una visión global de actividades clave.
Los CRM más avanzados utilizan tecnologías de vanguardia, como código bajo e Inteligencia Artificial (IA). Tal es el caso de Zoho, un software que permite a cada compañía personalizar sus funciones de acuerdo con sus propios procesos de negocios
Mediante el uso de IA, un CRM no solo unifica los procesos y datos relacionados con el negocio, sino que además automatiza conversaciones, promociones y respuestas de forma transparente para el cliente, a partir de su historial de compras, patrones de comportamiento y sus preferencias. Esta información, además brinda ideas para mejorar las estrategias de ventas, innovar en los productos que se ofrecen y satisfacer las necesidades puntuales de los usuarios.
Las plataformas de CRM almacenan infinidad de datos relacionados con la actividad de los clientes, desde sus interacciones con soporte y preventas hasta resultados de acciones, como cotizaciones, proyectos, presupuestos y facturas. Este almacenamiento de datos permite tener una visión de 360º de la organización, lo que facilita y mejora la toma de decisiones.
Con el CRM se pueden gestionar de forma adecuada las ventas, el servicio de atención al cliente, y aspectos de marketing cruciales, tales como el comercio electrónico, la segmentación de clientes o la interacción con los mismos.
Al automatizar los procesos se mejora considerablemente la productividad de los colaboradores de la compañía. Al reemplazar muchas actividades que se hacían de forma manual, los empleados pueden aprovechar ese tiempo en realizar otras tareas para el crecimiento del negocio.
Por otro lado, disponer de todos los datos e información en cualquier momento y desde cualquier lugar, permite a las empresas dejar de invertir grandes esfuerzos en procesos que no generan ningún beneficio, y a su vez, focalizarse y aumentar el gasto en aquellos que son verdaderamente efectivos para la organización.
En definitiva, el automatizar los procesos y disponer de toda la información de la compañía a través de un sistema CRM, ayuda a reducir sus costos y aumentar la productividad. Asimismo, fortalece las relaciones y las necesidades tanto de colaboradores como de clientes, personalizando su experiencia, y mejorando el compromiso de todos con la empresa.