“Para dar un salto tecnológico es fundamental la sinergia entre universidad y empresa”

Uno de los principales objetivos de la Agenda Digital del Gobierno es la reducción de la brecha tecnológica que hoy existe en nuestro país entre los diferentes sectores sociales. Sin embargo, para José Miguel Piquer, experto en informática de la Universidad de Chile, la diferencia más fuerte de acceso a la tecnología es, más que esta separación entre ?ricos y pobres?, la dicotomía que, a su juicio, existe entre universidad y empresa, donde la primera está más avanzada que la segunda y prueba de esto es que sólo un 35% de las Pymes, la principal fuerza productiva del país, usa algún software en sus procesos de administración y producción.

Publicado el 31 May 2004

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Uno de los principales objetivos de la Agenda Digital del Gobierno es la reducción de la brecha tecnológica que hoy existe en nuestro país entre los diferentes sectores sociales. Sin embargo, para José Miguel Piquer, experto en informática de la Universidad de Chile, la diferencia más fuerte de acceso a la tecnología es, más que esta separación entre “ricos y pobres”, la dicotomía que, a su juicio, existe entre universidad y empresa, donde la primera está más avanzada que la segunda y prueba de esto es que sólo un 35% de las Pymes, la principal fuerza productiva del país, usa algún software en sus procesos de administración y producción.

¿Por qué se genera esta brecha entre empresa y universidad?
Porque no se produce la sinergia necesaria entre ambos sectores. Primero, tenemos universidades tradicionales con un alto nivel en informática, que en general están a la vanguardia en la introducción de nuevas tecnologías. Además, forman profesionales de nivel internacional y poseen un grupo de académicos, aunque reducido, con excelente capacidad. En el polo opuesto están las empresas que si bien usan ciertas tecnologías en algunas áreas, siempre esperan que estén bien maduras y probadas antes de incorporarlas, y tampoco aprovechan el potencial humano de las universidades, al que contratan, pero sin exigirle demasiado y sin preocuparse de su actualización.

¿Qué causa esta posición desventajosa del sector empresarial?
El empresariado es un sector tradicional, que si bien es eficiente en su rubro, siempre se ha basado en la explotación de recursos naturales, apostando por negocios con un bajo índice de riesgo. Por ejemplo, si observamos las industrias líderes del país, como mineras y salmoneras, vemos que han incorporado la mínima tecnología que necesitan para que su proceso productivo sea eficiente, pero no la consideran como pieza fundamental de su negocio. Y esto es normal, pues es un modelo que les ha funcionado bien y por lo mismo es difícil que comprendan que la tecnología no es un gasto, sino una inversión, que genera mayor rentabilidad y oportunidades de negocios. Es hora de dar un salto tecnológico, entre los recursos naturales y el valor agregado, para lo cual la sinergia entre empresa y universidad es fundamental.

¿Y esa sinergia cómo ayudaría a disminuir esta brecha?
Es fundamental para aprovechar nuestro capital humano de alto nivel profesional como una enorme ventaja para el país. En todos los países desarrollados justamente es esa mez-cla la que genera toda la riqueza, el utilizar la capacidad de investigación y desarrollo de las universidades para los negocios y a la vez aprovechar los negocios para generar más demanda de innovación.

Para esto, hay que derribar la desconfianza mutua que existe, pues mientras las empresas no ven a la investigación como un negocio posible, las universidades no están centradas en aplicar su desarrollo a problemas concretos.

¿La Agenda Digital aborda este aspecto?
Es un punto de partida, pero aún falta profundidad; no obstante, era necesario comenzar con algo como la alfabetización digital y el acceso masivo a la tecnología. Las TI no han sido un tema prioritario en ningún gobierno chileno, aunque hemos avanzado y la Agenda Digital es una muestra de ello. Ahora, este proyecto menciona un área que, a mi juicio, es trascendental y se refiere justamente a generar interacción entre empresa y universidad, con la creación de centros de desarrollo TI, ya sea para industrias específicas o abierto. La universidad es la plataforma para insertar una iniciativa de este tipo, sólo falta que el Gobierno la articule y la empresa participe.

¿Cómo debería funcionar este centro?
Como en Chile no hay empresas TI con la capacidad de destinar cifras millonarias en desarrollo, sería fundamental que parte importante del financiamiento fuera por subvención del Gobierno y el resto por inversión propia. De esta manera, se potenciaría la industria TI que, sin duda, tiene muchas potencialidades, pues hay sectores interesantes y las herramientas que se desarrollen para mercados verticales se pueden replicar en otros.

¿Los nuevos TLC se constituyen en un canal de impulso a la colaboración tecnológica?
Sin duda, son un impulso en este sentido. Corea, por ejemplo, es quizás el mejor tratado que se ha firmado, porque es un país muy consolidado tecnológicamente, con productos de primer nivel en todas las áreas, que requiere de más capital humano para desarrollar investigación y está interesado en ingresar más fuertemente al mercado latinoamericano. Esto genera un escenario propicio para la generación de proyectos TI conjuntos como oportunidades de negocios.

A nivel local ¿en qué áreas se visualizan mayores oportunidades de negocios TI?
Hay varias tecnologías interesantes que Chile podría aprovechar para crear soluciones a nivel mundial. Entre estas cabe destacar JAVA, un lenguaje donde hay muchas potencialidades de desarrollo; conectividad inalámbrica, que se está convirtiendo en una tendencia; y, por supuesto, Linux y los sistemas opensource en general, donde hay muchas oportunidades a nivel de servicio, que es precisamente un área donde la gente sí está dispuesta a pagar. A diferencia del software binario, los sistemas abiertos cuando se caen permiten fácilmente arreglar el problema, pues se conoce el código fuente, e incluso reportarlo para que no repita en el próximo release. Lo lógico, entonces, es migrar el negocio a crear empresas de soporte con técnicos capaces de dar servicio 7×24, remoto y mantención preventiva, garantizando continuidad operacional.

Otra área interesante donde hay potencialidades de negocios es en la Firma digital, que con la Factura Electrónica tenderá a masificarse, generando oportunidades en el desarrollo de soluciones que resuelvan problemas prácticos de uso, como por ejemplo firmar en forma electrónica un mail.

Por otro lado, hay tecnologías a las que hay que estar atentos, como son los Documentos Electrónicos que el Gobierno está impulsando fuertemente para que todo el sector público maneje sus documentos en formato estándar XML, facilitando su posterior administración. Allí hay oportunidades de desarrollo de soluciones específicas, pues la administración pública chilena tiene procedimientos particulares, por lo que es difícil importar herramientas y adaptarlas.

Junio de 2004

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Redacción

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