Con la crisis sanitaria que ha desatado la pandemia del Covid-19, en varios países, plataformas como Rappi, Glovo, Mercado Libre, PedidosYa y Cornershop, están cumpliendo un rol social relevante, ya que al facilitar la fluidez de la cadena de suministros, minimizan el contacto físico y hacen la vida de muchos un poco más fácil en este complicado momento.
Las ventas a través del comercio electrónico se han potenciado fuertemente tras el llamado a los consumidores, a mantenerse en sus casas para evitar el contacto social, y disminuir así la curva de propagación del Coronavirus. Desde el inicio y boom de la pandemia, por ejemplo, en Francia las transacciones online en la categoría de pequeños comercios de alimentos, aumentaron 85%, en Italia 82%, España 65% y Australia 45%, según cifras de Nielsen.
Los modelos “figitales” (que integran lo físico con lo digital), plataformas de delivery y el e-commerce se ofrecen como una alternativa para la distribución de bienes de primera necesidad, para contribuir a la cadena de abastecimiento familiar, pero que sin una buena gestión no serían suficientes.
Tecnologías que acompañen los procesos
En este contexto, el actual panorama es una oportunidad para acelerar la transformación digital de la industria del retail y la logística.
Las compañías deben incorporar tecnologías que acompañen estos procesos, especialmente en las actividades que requieren presencia física, y tener visibilidad de actores de mercados alternativos, para redestinar los envíos y considerar nuevas fuentes de abastecimiento.
Es así como la firma colombiana Rappi, por ejemplo, informó que su demanda en Chile aumentó en 28% la última semana, sobre todo en insumos de farmacias, restaurantes y supermercados.
Por esto, ante la coyuntura y para evitar riesgos, incorporaron protocolos de seguridad “entrega sin contacto” para cuidar tanto a sus repartidores como a sus clientes, y así evitar la propagación del Covid-19.
Sin embargo y para ser objetivos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que “la probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja y el riesgo de contraer el virus causante de Covid-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas, también es bajo”.
El riesgo no está específicamente en los repartidores, en la comida o en las medidas de seguridad de la empresa de delivery, sino más bien en los múltiples e incontrolables factores que intervienen en la cadena para que dicho contagio se acabe produciendo.
La tecnología llegó para quedarse
Desde el punto de vista de los gobiernos, lo que se debería analizar es como estos y las plataformas comienzan a tener sinergias y formatos de economía colaborativa. Un buen ejemplo de eso es Cabify en España, país -que al momento de escribir esta columnaocupa la lamentable cuarta posición con mayor número de casos. La aplicación de movilidad se ha sumado a la lista de acciones solidarias, creando la categoría “Cabify para Héroes”, para los profesionales de la salud que necesitan traslado. La compañía está prestando el servicio a 44 centros hospitalarios de la comunidad de Madrid. El objetivo es que esos profesionales puedan atender a pacientes de un sector específico, mientras prestan servicio a los hospitales de la capital. Así, cada centro accede a un conductor disponible para trasladar a médicos a los domicilios donde deben prestar atención sanitaria. La comunidad de Madrid será la encargada de asumir una parte del costo de este servicio, mientras que Cabify asumirá el resto del importe.
Gobiernos, ¡por favor tomen nota! Y si regulan, háganlo para garantizar las condiciones transversales de la industria. Plataformas, ¡tomen nota también! Hoy es el momento de forjar alianzas sólidas con los gobiernos, de preocuparse por el bienestar de sus trabajadores, y de seguir aportando valor a la sociedad.
Señores, la tecnología llegó para quedarse, y el modelo de negocio “Figital”, que integra la experiencia física y digital como estrategia del futuro, tendrá como objetivo dirigir el aprovechamiento de la integración tecnológica, para crear nuevas experiencias y mejorar los estándares de servicio de la sociedad en su conjunto.