Las empresas no necesitan una estrategia digital

Hoy las empresas requieren adaptar sus estrategias de negocio a los tiempos digitales actuales, y no al revés. Por eso, desarrollar una estrategia digital es el camino equivocado, y mientras antes lo asimilen mejor preparadas estarán para la realidad actual.

Publicado el 31 Mar 2018

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Nos encontramos viviendo tiempos de avance tecnológico que eran inimaginables unos años atrás. Hoy se habla de que todo es digital, con un fenómeno que toca a todas las industrias y, en mayor o menor medida, las empresas están abordando planes de transformación que involucren aprovechar las capacidades que ofrecen las tecnologías emergentes.

Estas tecnologías crecen año a año en su capacidad de procesamiento. De hecho, se duplica cada 18 a 24 meses siguiendo la predicción que hiciera Gordon Moore hace más de 50 años. Estos saltos vistos en escala muestran un impacto que crece exponencialmente, pero que a la vez, logran reducir su costo en la misma proporción de manera inversa.

Un ejemplo de este comportamiento lo podemos apreciar comparando al súper computador Cray-1 que cuando fue lanzado al mercado en 1975 costaba US$8 millones y su capacidad de procesamiento era mil veces menor que la de un iPhone 6 lanzado en 2014, a un costo de US$649. Otro ejemplo se da en el costo y capacidad de almacenamiento donde 1 GB costaba US$300 mil en 1986, y eso bajó a centavos de dólar en esta década.

Adicionalmente a este fenómeno de aumento de capacidad y reducción de costo, como lo expone el World Economic Forum en sus informes, se suma un factor adicional a través de la posibilidad de combinar múltiples tecnologías que hoy se encuentran en este estadio de crecimiento exponencial, como Big Data, Analytics, Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas, por nombrar algunas, lo que aumenta la generación de valor en las empresas sobre la aplicación de cada una individualmente.

A pesar del valor que aportan estas tecnologías a las organizaciones, estas están errando el foco. Es muy común hoy ver lo digital como un ámbito independiente, y ejemplos, como la creación de un departamento digital separado, al cual se le designa la “misión” de transformar digitalmente la compañía, es una muestra de una ruta equivocada.

Adaptar las estrategias de negocio

Mirando hacia el pasado, con la segunda revolución industrial muchas industrias aprovecharon la electricidad para mejorar sus procesos, pero el cambio en un comienzo no fue transformacional, solo se reemplazaba motores a gas por los eléctricos para seguir usando la misma infraestructura, lo que parece un error muy básico. No fue hasta muchos años después que se aprovechó su potencial con líneas de producción y nuevos layouts de las plantas. Hablar hoy de un director de transformación eléctrica sería impensable, ya que todos entendemos su potencial.

Los grandes disruptores digitales enfocaron su trabajo en incorporar las capacidades digitales en el desarrollo del corazón de su negocio y su estrategia, y no con un silo aislado. Estas compañías entendieron que en los tiempos que vivimos existe conectividad casi ilimitada, con usuarios y máquinas conectadas permanentemente, y los costos de utilizar estas tecnologías digitales para operar el negocio de manera más eficiente y productiva bajan permanentemente. Es por esto que su prioridad estaba en la transformación, no en lo digital. Aprovecharon las capacidades digitales y las incorporaron en su estrategia de negocio. Por esta razón lo que las empresas necesitan es adaptar sus estrategias de negocio a los tiempos digitales actuales, y no al revés. Desarrollar una estrategia digital es el camino equivocado, y mientras antes lo logren asimilar las compañías mejor preparadas estarán para dar un paso adelante en adaptarse a esta nueva realidad digital en la que están insertas.

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Redacción

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