Joao Pedro Paro Neto.
Después de que el mundo, en Latinoamérica y Chile, empezó a hablar del auge de los emprendedores y start ups digitales como una fuerte tendencia, otra realidad importante que generó un aumento en la penetración de Internet y otros servicios digitales entre la población fue el tránsito que las empresas tradicionales modificaron hacia el camino de la tecnología. En el caso de la industria financiera y de medios de pago electrónicos, por ejemplo, el desafío de las compañías no es adoptar diversas tecnologías para servicios específicos, sino volverse compañías tecnológicas por completo.
Enfocando recursos y esfuerzos
¿Qué es lo que motiva o empuja a una corporación del rubro a reinventarse como una organización tecnológica? Son varias tendencias en el comportamiento del consumo y el comercio: e-commerce, ventas sin contacto (NFC), billeteras móviles y el incremento de la seguridad online asociada a compras como indicador de confianza. En Latinoamérica en promedio, el 14% del consumo de las familias se hace con medios de pago electrónicos. Brasil es el país más avanzado con un 30%, y Chile está cercano con alrededor del 24%, lo que nos da una idea del panorama que ha cambiado la forma de ver a la industria de medios de pago electrónicos.
Lo anterior no se trata de un “facelift” o cambio de discurso, se trata de enfocar los esfuerzos en esta dirección. Invertir recursos y tiempo para desarrollar pagos móviles y biometría, desarrollar plataformas digitales de pago seguras y dar acceso a ellas en la mayor parte de los países. También trabajar en la masificación de las transacciones en tablets y smartphones, o eliminar el uso de efectivo por herramientas más seguras, simples e inteligentes.
Inclusión financiera
Hemos visto que la penetración de los medios de pago electrónicos ha avanzado en el país en los últimos años, sin embargo aún existe una oportunidad de crecimiento importante si comparamos Chile con otras naciones. La masificación del prepago será uno de los medios para seguir avanzando en esta dirección, lo cual permitirá y fomentará ahorros importantes por la reducción de los costos en el manejo del efectivo y permitirá a más personas contar con un medio de pago seguro y rápido para hacer compras físicas sin efectivo, pero también digitales en su territorio o en el extranjero.
Además, la transformación hacia los valores tecnológicos contribuye de manera importante y significativa a fomentar la inclusión financiera, pues las herramientas de pago electrónico facilitan el acceso a personas brindándoles comodidad a la hora de pensar en productos financieros.
En Chile ya hemos visto pilotos en la implementación de pagos móviles y digitales y esperamos que junto con la invitación a las empresas de la industria a volcarse hacia la tecnología, 2015 sea el año en que veamos más ejemplos, más “compañías tecnológicas nuevas” en la industria, con el fin de mejorar la calidad y los servicios para toda la población.
