Jorge Alzamora.
¿Qué tan claves son las TI para el sector público?
Las TI permean todos los ámbitos de la vida de las personas y, por lo tanto, son herramientas que se han usado sistemáticamente dentro de la gestión pública. Hoy los escritorios Empresa y Ciudadano son un ejemplo de esto, una iniciativa que se suma a varias otras que son históricas, como es el caso del Servicio de Impuestos Internos, con la Declaración de Renta por Internet, lo que, en su momento, fue el Registro Civil en los años 90, y después ChileCompra. Es decir, el sector público utiliza y comprende el uso de las Tecnologías de Información de una manera intensiva desde la perspectiva de la gestión. Ahora ¿Dónde están los desafíos? El reto es que esa gestión y el uso de TI impacten de cara al ciudadano; allí debe estar el foco de lo que estamos haciendo: en que la incorporación de tecnología tenga sentido para el usuario, que sienta que le están resolviendo los problemas de verdad, que reciba un servicio más eficiente y que no solamente la tecnología apunte a mejorar el back-office, donde, si bien también es fundamental para la gestión interna, no debe ser el único objetivo. Esa visión centrada en el ciudadano es clave, y el uso de tecnología también aporta un mecanismo de recuperación de la confianza pública.
¿Esa visión centrada en el ciudadano es el principal impulsor de la incorporación de TI hoy?
Desde el punto de vista del Estado, que es un gran generador de servicios, tenemos claro el impacto evidente de las TI en la entrega de servicios de las personas, y nos enfocamos en hacer que estas estén precisamente orientadas en esa dirección. En síntesis: queremos impactar la vida de los ciudadanos, y para eso las Tecnologías de Información son fundamentales; pero también para lograr esto hay que introducir tecnología en la gestión pública (back-office), siempre centrada en el usuario.
Lo esencial es que exista una coherencia entre la gestión interna para lograr ese resultado de cara al ciudadano; generar un proceso continuo, una cadena de valor, es decir, que lo que se hace al interior de la administración pública también tenga sentido para el ciudadano y no solo sea una “cáscara” de servicios o de páginas web, pero que al interior no genere la sinergia en la gestión que tiene que haber para que efectivamente los trámites sea más eficientes.
¿Cuál es la visión de la Transformación Digital que tiene el área de Modernización?
Sabemos que los servicios y el relacionamiento de los ciudadanos con el Estado deben tender a ser cada vez más digitales, porque de esa forma se facilita la vida de estos. Además, entendemos que estamos bajo el mismo estándar que otros sectores y tenemos el mismo desafío de entrar en esta transformación; precisamente a eso apuntan varias de las iniciativas que como Gobierno estamos emprendiendo, como Escritorio Ciudadano, Escritorio Empresa, fortalecimiento de ChileAtiende, Municipios Digitales, etc. Es decir, a llevar, a través del uso de las TI, los servicios que estábamos entregando de manera presencial al mundo digital.
Estamos mejorando nuestras capacidades tecnológicas de cara al ciudadano, pero también al funcionario que está haciendo su trabajo de manera de facilitarle esa labor.
¿En qué consisten estas iniciativas ancla?
Tanto Escritorio Ciudadano como Escritorio Empresa son plataformas digitales que establecen un punto preferente donde se reúne una serie de trámites para el usuario, incluyendo un acceso más fácil y expedito a servicios y beneficios disponibles o a la creación y operación de un negocio en el caso de Escritorio Empresa, de forma de facilitarle la vida a las personas o emprendedores. Asimismo, con esto estamos fortaleciendo ChileAtiende, una red que busca acercar los servicios del Estado a las personas, entregando un conjunto de trámites de diferentes instituciones públicas, avanzando hacia un sistema que permite realizar y completar directamente los trámites en forma digital.
Municipios Digitales, en tanto, es un programa de transferencia tecnológica enfocado a la digitalización de trámites a nivel municipal, con el objetivo de que luego sean integrados a la plataforma digital de ChileAtiende. El objetivo es fortalecer la capacidad del ciudadano de interactuar con los municipios desde la perspectiva digital. Ya sumamos casi 100 trámites digitalizados de un catastro total de 350.
¿Qué tan avanzado está el Estado en esta transformación? ¿Hay disparidad?
Sí, hay disparidad tanto en capital humano como tecnología, pero el problema principal es que muchas instituciones tienen sistemas de primer nivel; pero si estos no conversan entre ellos, se pierde el potencial, la sinergia y capacidad de ir tomando buenas decisiones en base a buena información. El desafío es generar ciertos estándares. Como Unidad estamos trabajando en ello, discutiendo una política de interoperabilidad del Estado que genere ciertas normativas, donde están incluidos los Datos Abiertos. De hecho, tenemos a cargo la plataforma de Datos Abiertos, donde se publican los datos que va liberando las instituciones. Como están planteadas las TI, con la existencia de la nube, de los servicios compartidos, etc., sabemos que podemos avanzar mucho más rápido en generar estándares e ir nivelando de una manera mucho más eficiente.
¿Cuál es el reto para seguir avanzando?
El reto a plantearse es ambicioso: la tecnología aún tiene un potencial enorme que descubrir en relación a casos de uso o aplicación que le podemos dar, a fin de satisfacer necesidades ciudadanas, y estamos comprometidos a hacerlo a través de las iniciativas que nos encontramos impulsando. Todos estamos mirando cómo con las herramientas que tenemos podemos entregar una mejor satisfacción ciudadana y no se trata de una conversación acerca de la tecnología, sino de cómo esta ayuda a satisfacer necesidades, para que al final del día, efectivamente, tengamos personas que sientan que el Estado está al servicio de ellas, a través del uso de TI y otras herramientas.
¿Qué otros retos principales se plantea la Unidad?
Actualmente somos responsables del seguimiento de los proyectos de la Agenda Digital y la coordinación de políticas incluidas allí. Junto a esto estamos centrados en plantear una institucionalidad en materia de Gobierno Digital e incorporar esta visión de TI al servicio ciudadano, que también es algo que se debe construir, porque puede ser relativamente simple de pensar, pero implementarlo es bastante complejo. Esa complejidad la estamos abordando a través de las iniciativas comentadas.
En materia de normativa, además, estamos trabajando en esta política de interoperabilidad y promoviendo el uso de firma electrónica avanzada en la gestión pública, porque también hay muchos procesos que requieren el uso de esta herramienta y se han ralentizado porque los modelos de gestión relacionados no han sido muy eficaces. La firma, además, es un habilitante para la gestión documental efectiva que va en la línea de nuestra visión de lograr que los procesos sean más rápidos y eficientes.
En materia de Agenda Digital, ¿qué iniciativas destacan en avance?
En general todas van avanzando significativamente, pero destaca especialmente la creación del Laboratorio de Gobierno, que ya está funcionando y ha tenido bastante éxito. Esta iniciativa, que lidera el Ministerio de Economía a través de Corfo, busca mejorar y acelerar el proceso de modernización del Estado usando la innovación. También destaca la Fibra Óptica Austral, que está en la etapa de los estudios para su implementación. Son 60 medidas y, a diferencia de otras versiones, esta Agenda Digital cuenta con una plataforma de seguimiento que permite ir viendo el avance de cada iniciativa.