Jay Gumbiner.
La transformación digital tiene muchos alcances, ¿cómo definiría ese concepto?
Cuando nos referimos a la transformación digital estamos hablando de cómo una compañía utiliza varios componentes o tecnologías para transformar no solamente la capa de tecnología, sino que también su negocio. Por ejemplo, solamente instalando un software nuevo para el departamento de finanzas no es suficiente; lo que se requiere es ver cómo una solución nueva dentro de la compañía puede transformar la manera en que se recauda el dinero. Entonces, la idea es cómo se puede usar la tecnología para mejorar el negocio.
Antes siempre se veía a la tecnología como un gasto y no una inversión, pero hoy las compañías están más conscientes de que pueden utilizarla para trasformar su negocio, lo que involucra renovar tanto procesos internos como externos.
¿La transformación cambia la cara de ciertas industrias?
Sin duda. Por ejemplo, si observamos la banca, podemos decir que se vuelve más amigable, es decir, si hoy un usuario puede hacer un trámite o transacción utilizando una app, de forma mucho más ágil y eficiente, su experiencia como cliente es más positiva, así como la imagen del banco más amigable.
¿Cómo se conecta la Tercera Plataforma con la transformación digital?
Si hablamos de Tercera Plataforma, nos referimos a componentes claves, como Big Data, Social, Mobility y Cloud, mientras que la transformación digital utiliza estas tecnologías para transformar los negocios. Es decir, esos componentes son claves en este camino. Si las empresas no están usando alguno de estos será muy difícil ir al ritmo de los cambios que se requieren y lograr competir.
¿Qué tan avanzadas van las empresas en este camino de transformación?
Una de las ventajas de soluciones como las del mundo cloud, es que en muchos casos son instantáneas y globales. Es decir, el mismo día que se lanza una solución en el mundo puede estar disponible en Chile. Entonces ni el país ni la Región tienen excusa para no ir a la par de estos cambios.
¿Qué pasa con una compañía que no se transforma digitalmente?
Esa empresa no necesariamente va a morir en el corto plazo, pero verá a su competencia creciendo mucho más rápido, absorbiendo más de su mercado, y quizás termine desapareciendo. Hay una frase en ingles: “death by a thousand papers cut”, que se refiere a una muerte lenta, pero muerte finalmente, que gráfica muy bien lo que puede suceder. Claramente es clave que las compañías hagan esta transformación digital.
¿Hay un fuerte componente cultural para asumir el cambio?
Sí, porque muchas veces es un cambio que involucra las estructuras y procesos internos de una compañía, y si no existe la determinación del CIO y las capas más altas de la organización de decir: “Sí, vamos a transformar compañía”, y solamente es un departamento el que está apostando por esto, la transformación es muy difícil o imposible de lograr.
En este sentido, ¿cuál es el rol del CIO?
Hoy estamos viendo que el CIO está tomando un rol más de “advisor”, que asesora a todos los departamentos. Históricamente todas las decisiones de tecnología se concentraban solamente en el área TI, pero hoy en día el gerente de ventas o de finanzas también inciden y pueden no tener la expertise necesaria para saber la diferencia entre las soluciones. Entonces, por lo mismo, el CIO asume el rol de asesor para ayudar a las demás áreas a tomar decisiones.
¿Cómo pueden aportar los proveedores de tecnología en esta transformación digital?
En este proceso juegan un rol muy importante. A veces las soluciones son complicadas y las compañías no tienen la expertise para implementarlas y, a la vez, los fabricantes, necesitan un nexo entre sus productos y los usuarios finales, que son las empresas. Entonces, siempre se necesitarán partners para ayudar; pero su rol está cambiando, y si antes podía ser solo el de un revendedor de cajas, ahora que los márgenes van a seguir decreciendo, no será negocio en el futuro, y la parte más rentable radicará en hacer esa integración de varias soluciones y ofrecer servicios y no solo productos.
Los proveedores más preparados para apoyar la transformación digital serán aquellos que no tienen miedo a fallar y que, a la vez, pueden adaptarse y cambiar rápidamente. Necesitamos canales muy ágiles porque la tasa de velocidad de cambio está cada día más rápida, y los pilares de la Tercera Plataforma quizás en 10 años serán muy diferentes a los de hoy. Requerimos que puedan cambiar rápidamente según las tendencias del mercado.
¿Qué recomendaciones les transmitiría a los proveedores?
Lo fundamental es que necesitan contratar gente no solamente con habilidades en tecnología, sino que personas que puedan, además, hablar de negocios, porque no estarán vendiendo solo al departamento de tecnología, sino que también a líneas de negocios, y para interactuar con estas es necesario saber el lenguaje de los negocios. Por ejemplo, a finanzas no le interesan las especificaciones técnicas de una solución de almacenamiento, sino que los procesos internos de su compañía y el impacto de esta tecnología sobre estos. Eso es el mayor cambio que veremos.
