IoT, ANALYTICS E INTELIGENCIA ARTIFICIAL: Del dato a la información valiosa para el negocio

El valor que se otorga a los datos, las distintas formas de recolectarlos y cómo ponerlos a trabajar en beneficio del negocio con ideas disruptivas e innovadoras, con énfasis en el emprendimiento, fueron algunos de los temas que surgieron entre los principales proveedores de soluciones de tecnología al momento de hablar del proceso que sigue la información para convertirse en un factor determinante del éxito corporativo.

Publicado el 30 Jun 2018

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Al hablar de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), Big Data, Inteligencia Artificial y muchos conceptos que se han puesto de moda en el contexto de la transformación digital, no queda de lado la innovación y cómo las ideas nuevas contribuyen al negocio. En este sentido, como sostiene Alfredo Piquer, Presidente de Optimisa, existe mucho temor a equivocarse, perdiendo de vista el riesgo de no hacer nada. “Sin embargo, veo con alegría que hay muchos jóvenes que están con una visión distinta, con una visión de startup que piensan de inmediato en el mercado global”, indica.

Esta aversión al riesgo es también percibida desde el punto de vista del comprador, por cuanto, a juicio de Paulo Seguel, Systems Engineer y Team Lead de Programabilidad de Cisco, muy pocas empresas están dispuestas a ser las primeras en implementar un proyecto de innovación o en probar una nueva tecnología.

“Aunque el proveedor sea una empresa consolidada, con historia, muchas veces las compañías no quieren probar cosas nuevas y eso es bien contradictorio, pues Chile es muy consumidor de tecnologías nuevas y, en el caso de Cisco, incluso por sobre México, Brasil o Colombia”, señala. “Pero, es común ver que esperen a ver si hay otros clientes que hayan solucionado un problema de negocios para mostrarse un poco más abiertos a adoptar la tecnología. Así es como podemos romper la reticencia y la aversión al riesgo”.

Alfredo Piquer, OPTIMISA. Paulo Seguel, CISCO. Claudia Bruce, PRIMCARDS. Vittorio Valdés, HAIBUSMART. Jaime Torres, UNK LATAM. Héctor Monje, ORACLE. Christian Aguilar, IOT LATAM. Raúl Palacios, HUAWEI. Rodrigo Seguel, IBM CHILE. Julio San Martín, ERICSSON.

Una visión similar comparte Claudia Bruce, Jefe de Ventas y Atención a Clientes de Primcards, una startup de telecomunicaciones que provee soluciones de conectividad para proyectos relacionados con IoT. “Tenemos buena llegada entre las empresas de menor tamaño, que son las más abiertas a experimentar, y es ahí desde donde estamos empezando a hacernos notar. Entonces, mientras más ruido hagamos los emprendedores, las empresas comenzarán a observar que se están quedando en el pasado y analizarán soluciones de innovación”, explica.

En la misma línea, Vittorio Valdés, CEO de HaibuSmart, afirma que en el mercado nacional, a todos les gusta ser el “primer segundo”. “Nadie quiere experimentar ni meterse en el área chica. Sin embargo, hoy tenemos casos de éxito en industrias tan complejas como la minería, retail, salmoneras y la industria de precisión, usando básicamente todas las tecnologías disponibles”, añade.

¿Quién adopta IoT en Chile?

UNK Latam partió hace cerca de cuatro años con un centro de investigación y desarrollo en IoT y hace un poco más de un año está consolidada como empresa gracias al ingreso de inversionistas extranjeros. En palabras de Jaime Torres, su CEO, los primeros clientes de sus servicios de monitoreo en línea de temperatura para las industria de alimentos, de servicios médicos y farmacéutica, fueron compañías con sede en Estados Unidos. “Ahí hay poco que explicar respecto a automatización o sobre los beneficios productivos. Hablo de empresas como McDonald’s o Starbucks, donde ya no se imaginan a nadie haciendo tareas en papel”, afirma.

Sin embargo, el ejecutivo también se ha encontrado en oportunidades en que, pese a ofrecer su producto casi “a costo cero”, aún hay empresas que quieren llevar sus procesos en papel, y contra eso no hay nada que hacer. Por ello, su llamado es a subir a más y más clientes a proyectos relacionados con tecnologías de IoT que, a su juicio, llegó para democratizar los negocios TI.

En tanto, Alfredo Piquer afirma que en las industrias relacionadas con procesos productivos se ve cierto empuje en beneficio de IoT. “Hay algunas industrias que, por regulación, están obligadas, por ejemplo, al control de temperatura; entonces, están forzadas a tomar esto en serio. Pero, en otras verticales, como podría ser el retail o la banca, están lejos de imaginar todo lo que podrían hacer”, añade.

Héctor Monje, Sales Director Apps para América Latina de Oracle, analiza al segmento de quienes adquieren soluciones de IoT desde la perspectiva de la persona a cargo de tomar la decisión en este ámbito. En su experiencia, quienes lideran la visión o estrategia de transformación digital tienen una característica común: son hijos de los dueños de las empresas, gente que viene del negocio y que no sabe nada de tecnología, o bien gente de tecnología con un perfil de negocios muy desarrollado.

“Es una mezcla de líderes que están pensando esto y que tienen un solo factor común: soluciones y casos de uso para su negocio. Y muchas veces, como proveedores de tecnología, no tenemos el formato o canal de comunicación adecuados para estar en esa frecuencia. Ellos primeramente están pensando cómo entienden el problema, quiénes a nivel global han resuelto algo similar, para luego darse vuelta y ver cómo arman su solución”, afirma el ejecutivo.

Y, en un paso más allá, establecer este lenguaje entre proveedor tecnológico y cliente, es clave para el éxito de los negocios. “Cuando se empieza a hablar de las problemáticas del negocio (y no de la tecnología) es cuando se llega al punto en el cliente se siente tranquilo de que hoy existe la robustez para tomar la decisión”, agrega Vittorio Valdés.

Del sensor al data center

El uso de IoT es un universo infinito. El solo hecho de poder recolectar información con sensores genera casos de uso ilimitados y con aplicación en distintas industrias. La creatividad detrás de la innovación es todo un mundo. Pero, independientemente de la vertical para la que se desarrolle un proyecto de IoT, un problema común entre todas ellas es llevar los datos desde el sensor hasta el centro de datos.

Según Paulo Seguel, el crecimiento exponencial en el número de sensores representa un nuevo desafío. “La forma de llevar la data tiene que ser más inteligente. No podemos tener sembrado de sensores que disparen datos a cada rato y que no necesariamente son relevantes en ese momento. Debe haber una inteligencia en el borde, un Edge Computing que decida primero si esa información es crítica para enviarla al data center”, explica.

El Presidente de Optimisa complementa esta visión al afirmar que esta problemática del envío de la información del sensor al data center hace que las organizaciones se enfrenten al dilema de cómo integrar toda esta data con el resto de sus sistemas. “Toda la potencia radica en que esto esté conectado. Tecnologías como Edge Computing permiten tener tiempos de respuesta cortos para lo que se necesita y filtrar la información que llegará a la nube. Ese es un buen desafío de integración y de comunicaciones”, indica.

“Por otro lado, cuando hay muchos sensores, hay muchos formatos propietarios, y debe haber una forma de unificarlos, de manera que a medida en que se vayan agregando aplicaciones de IoT en el cliente, cada una de ellas ocupe un mismo framework para tener una base común, y para que así agregar una funcionalidad nueva no sea más difícil, sino que más fácil”, señala el ejecutivo.

Del dato al dato inteligente

Para Christian Aguilar, CEO de IoT Latam, “IoT es como la ‘bencina’ para la Inteligencia Artificial. Sabemos que apenas entre el 2 al 4% de los datos están al descubierto, y hay un tremendo desafío de cómo seguir descubriéndolos, algo que estamos abordando a través de sensorización y otras iniciativas similares”.

Y es en este punto donde comienza a hacerse tangible el valor del dato y el potencial de la inteligencia. “Teniendo esta desbordante cantidad de información y datos, que crece de manera brutal en la medida en que tenemos más periféricos y más capacidad de procesarlos, es importante tomar decisiones razonables o informadas, o analizar nuevos escenarios, y ahí empieza a jugar un rol el tema de Big Data y Machine Learning”, añade Raúl Palacios, Technical Director EBG Chile IT, Cloud & Data center de Huawei.

En tanto, Rodrigo Seguel, Software Architect y CTO de IBM Chile, afirma que “va a llegar el día en que esté todo sensorizado, con más datos, de los buenos y los no tan buenos. ¿Qué hacemos después? La tendencia va hacia que el sensor sea más capaz y más inteligente y, en ese sentido, la Inteligencia Artificial será la luz que iluminará la data que muchas veces ya está, pero que muchas veces está a oscuras. Es esa data a oscuras la que aflorará mediante la Inteligencia Artificial para que podamos hacer algo con ella”.

En esta misma línea, Alfredo Piquer añade que “IoT permite recibir datos, pero debe haber algo que reciba esos datos, los procese, los transforme en información y que, finalmente, haga que se tome una acción. Un dato solo no me resuelve nada. Así es como se llega a la Inteligencia Artificial y eso posibilita generar acciones mucho más efectivas”. El profesional agrega que esta inteligencia sobre los datos permite la toma de decisiones a nivel micro (o dentro de la empresa), así como también a nivel macro, en relación con análisis de tendencias y patrones de uso.

En esta misma línea, Julio San Martín, VP Marketing and Strategy Customer Unit para América del Sur de Ericsson, profundiza en la necesidad de los proveedores y clientes de prestar también atención a la plataforma digital sobre la cual se obtiene el provecho prometido por IoT e Inteligencia Artificial.

“El proveedor que tiene el software o la plataforma cloud interactúa con el cliente final y, a la vez, con el partner, ya sean proveedores de servicios, universidades o desarrolladores de APIs. Hay una parte de esta plataforma que combina la oferta y la demanda, y si logras ese modelo te vuelves indestructible pues tienes clientes en ambos lados. Esa plataforma digital es la que vemos como el gran potencial de negocios en este mundo que llamamos IoT,” comenta el ejecutivo.

En palabras de Rodrigo Seguel, hay un símil entre IoT y cuando Microsoft creó su Windows. “Hay un valor intrínseco en la plataforma, pero el valor más aprovechado se construyó mediante el software que se desarrolló sobre esa plataforma. En este momento, se están configurando las plataformas, o lo que llamamos el ‘sistema operativo’ de IoT”.

Los desafíos del ecosistema

Un consenso entre los participantes a este desayuno es que IoT se convierte en la promesa que es desde el momento en que se hace tangible desde la perspectiva del negocio. Y es también en ese momento cuando comienzan los grandes desafíos para todo el ecosistema, tanto para los proveedores tradicionales de tecnología, como para los integradores y proveedores de soluciones de nicho.

Para Raúl Palacios, en este nuevo escenario de mercado hay desafíos para todos. “Primero, los proveedores tradicionales de tecnología deben poder proveer esa capacidad de análisis, almacenamiento o transporte de la información, y que esté de acuerdo con la dinámica del negocio. Y segundo, hay también espacio para los integradores y proveedores de soluciones de nicho para tomar, seleccionar, generar y producir información que sea relevante. En ese punto, es donde se vincula el potencial de la inteligencia en su más amplio sentido”, indica.

En relación con la posibilidad de rescatar información relevante para al negocio, hay un desafío en cuanto al conocimiento base que debe existir para entender y relacionar estas innovadoras tecnologías. “De lo contrario, lo único que puede hacer un comprador es depender de lo que el proveedor le dice. No tiene su propia capacidad de análisis ni entendimiento, lo que es vital para poder lograr algo útil con estas tecnologías”, explica el Presidente de Optimisa.

Así, desde el dato del sensor hasta la Inteligencia Artificial, hay un sinfín de aplicaciones disponibles para solucionar un problema de negocios mediante la reducción de tiempo, de costos o de pérdidas.

“Todo generará mucha información”, indica Christian Aguilar. “Llevo 20 años en tecnología y este es un punto de inflexión nuevo, como cuando apareció Internet o el multicarrier. Es emocionante pues nos entrega una oportunidad muy grande para desarrollar un montón de nuevos negocios”, enfatiza.

Identificar reportes de gastos que pudieran presentar errores y permitir al responsable revisar uno en vez de cien al mes, es posible gracias a la Inteligencia Artificial. Determinar niveles de riego mediante información proveniente de miniestaciones meteorológicas, es posible con sensores distribuidos para captar la información y tomar una decisión en base a ella. De igual modo, extender la vida útil de camiones mineros que incorporan sensores no solo para monitorear sus “signos vitales”, sino que también para detectar baches en el camino que provoquen un impacto en el vehículo, es posible con IoT e Inteligencia Artificial. Sincronizar semáforos para hacer más expedito el camino de una ambulancia hasta el centro asistencial es posible gracias a IoT, un ejemplo de aplicabilidad que muestra que los beneficios de IoT y la Inteligencia Artificial van más allá de lo corporativo.

Lograr que las ventajas de la innovación tecnológica se conviertan en un verdadero beneficio social para todos los ciudadanos, como es el caso de las tecnologías aplicadas al Smart City, es también uno de los grandes desafíos para los actores del mercado de TI.

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Redacción

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