La llegada de la pandemia puso en evidencia la necesidad de aliarse a la digitalización a fin de que muchas plataformas gubernamentales no se quedaran atrás. A esto se suma no sólo a mejorar la conectividad y tecnología de los aparatos y software, sino que a la forma de teletrabajar y compatibilizar a los funcionarios públicos con la innovación que se implementa.
“Hoy un colaborador necesita que alguien lo guíe e instruya en cómo utilizar ciertas tecnologías y cómo hacer de estas una ayuda y no un problema. Los equipos de trabajo, debido a la transformación digital que involucró la pandemia, han debido tener que dar un vuelco y subirse rápido a este tren. Esto no quiere decir que los jóvenes tengan la ventaja por sobre los más experimentados, por el contrario, un buen equipo es aquel que se complementa y avanza en conjunto”, explicó Cristian Álvarez, Consultor en Transformación Digital de Bombé Soluciones.
Los desafíos para las entidades del Estado han sido olvidar todo lo que venía arrastrando de tareas y plataformas obsoletas, que en vez de ser un aporte al sistema público han sido un retraso para el servicio de la comunidad. La transformación digital ha permitido optimizar los procesos de cara al ciudadano, ahorrando tiempo y dinero en muchos trámites, eso sí, aún queda mucho por avanzar.
Cristián argumentó que “los desafíos para el Estado no es sólo invertir en tecnología, es involucrar a los funcionarios en la transformación digital, donde su labor logrará un nivel de eficiencia mayor y siempre recordando que esto no es una meta, más bien se trata de un proceso continuo en el tiempo que debe trascender de gobiernos y autoridades políticas”. La inversión tecnológica es crucial, como no, sin embargo, esto debe ser acompañado permanentemente de formaciones y adaptaciones de equipo para evitar resistencias al cambio y lograr unificación de personas y tecnologías por el bien del servicio público, pues tal como avanza la transformación digital, los funcionarios deben ir de la mano “corriendo” con ella.
Ejemplos de transformación digital en el sistema público
Dentro del sistema público han aparecido ejemplos notorios de transformación digital. Uno de ellos ha sido La Comisaría Virtual, donde un simple sitio web se convirtió en la base de permiso para la movilidad nacional. Esto consideró no sólo un cambio de rutina para las personas, sino que para todo el sistema de trabajo de Carabineros. Por otro lado, encontramos el sistema de salud, donde la Epivilegia se convirtió en el “corazón” de la trazabilidad, un sistema tecnológico de red que ha llegado para controlar y hacer seguimiento de los casos de Covid, utilizado por todo aquel trabajador de la salud que se le asigne.
Y para qué mencionar la forma en que el Gobierno ha entregado las ayudas monetarias, aquí tanto el Ministerio de Ayuda Social como las plataformas bancarias, Afps, entre otras, tuvieron que actualizarse y revolucionar la forma en que se estaba trabajando hasta hace un año.
Ley de transformación digital en Chile
En el año 2019 se modificó las bases de los procedimientos administrativos para su digitalización. Esto se refiere a La Ley N°21.180 de Transformación Digital del Estado. En síntesis, esta ley pide que “todo procedimiento administrativo deberá expresarse a través de los medios electrónicos establecidos por ley, salvo las excepciones legales”, es decir, “Los órganos de la Administración estarán obligados a disponer y utilizar adecuadamente plataformas electrónicas para efectos de llevar expedientes electrónicos, las que deberán cumplir con estándares de seguridad, interoperabilidad, interconexión y ciberseguridad”.
“La transformación digital, hace que el Estado ahorre dinero en todo lo que es materiales, obtenga eficiencia en los tiempos de cumplimiento, que los equipos humanos optimicen los tiempos en sus labores y se alineen con esta transformación”, explicó Cristian Álvarez.
Tal como explica Cristián, el seguimiento y constancia sería fundamental para una óptima transformación digital. Es por esto que Bombé Soluciones cuenta con consultorías personalizadas, ayudando a las organizaciones, en su proceso de adaptación a la nueva revolución, siempre de cara al factor humano como el elemento más importante de todo.