Desde el año 2000, las señales del Gobierno en cuanto a modernización del Estado y fortalecimiento del Gobierno Electrónico han sido claras. Durante ese año, el Presidente Ricardo Lagos llamó al país a conformar una Sociedad de la Información. Luego, en el 2001, el mandatario emitió un instructivo presidencial hacia el sector público con disposiciones precisas respecto al desarrollo de estas materias. Posteriormente, el año 2003, nombró un CIO nacional y el 2004 creó la Agenda Digital; todas medidas que dan a entender que la tecnología es una de las prioridades gubernamentales. Para conocer el estado actual de este proceso y los pasos que faltan, conversamos con proveedores de tecnología y personeros de gobierno en el desayuno organizado por Revista Gerencia.
A la hora de hacer un balance respecto a los avances de la modernización del Estado, proyectos como los del Servicio de Impuestos Internos y el Servicio Nacional de Aduanas son referentes obligados. Como señala Lionel Cid, Gerente de Ventas de Synapsis, “ambas iniciativas son emblemáticas y un reflejo de lo que se estaba haciendo en el país previo a la Agenda Digital”. De hecho, “eso hizo que la vara quedara muy alta y que se fijaran grandes expectativas sobre lo que venía, a pesar de que los proyectos de tecnología al interior del Estado hayan ido más lento de lo esperado”, agrega Carmen Zemelman, Jefe de Industria Gobierno de Telefónica Empresas.
Para Alberto Mordojovich, Gerente General de Magenta, “el Estado ha dado buenas señales, aunque los éxitos más notables están más relacionados al liderazgo concreto de personas, lo que obedece a un cierto fenómeno de ‘caudillismo tecnológico’, como Javier Etcheverry y su paso por el SII”. Pero, agrega el ejecutivo, “eso no es lo que necesitamos, sino una política de Estado coherente donde todos los organismos estén sincronizados, de manera que ninguno se quede atrás”.
Un balance positivo
Si bien es cierto, las actuales iniciativas llevadas a cabo por el Gobierno no tienen el mismo protagonismo que los proyectos del SII y Aduana, el concepto de Gobierno Digital se ha desarrollado fuertemente los dos últimos años. Como ejemplo, Carlos Fuentes, Gerente Area Gobierno de CiberGroup, cita la Reforma Procesal Penal y el Sigfe, que partió como una forma de unir a todas las reparticiones del Estado en lo que a manejo presupuestario centralizado se refiere. Lo que está pendiente, a juicio del ejecutivo, “es la integración y difusión dentro de las reparticiones del Estado de este tipo de proyectos, que también son emblemáticos, y que permiten caminar hacia un Gobierno Digital”.
Al momento de hacer balances, para Patricio Gutiérrez, Coordinador Gobierno Electrónico Proyecto de Reforma y Modernización del Estado, “ante todo es importante rescatar la voluntad política respecto al tema y destacar los avances más visibles, que son los trámites en línea. El año 2001, por ejemplo, eran 12 trámites y al final de este año vamos a llegar a más de 300. Por otra parte, es fundamental reparar en que los proyectos de back-office son más en términos de número, pero menos evidentes”.
Según Alvaro Croquevielle, Country Manager de Cisco Systems, “no hay que olvidar que éste fue el único Gobierno que tomó la iniciativa de entrar en el tema digital y electrónico y que las acciones que se están realizando actualmente en Chile son las mismas que se están implemen-tando hoy en Estados Unidos, las que por lo demás no se están llevando a cabo en ningún país latinoamericano, salvo algunas excepciones”.
Para Jaime González, Gerente Comercial de S&A, el resultado de la operación Gobierno y tecnología es positivo, principalmente en aspectos como innovación y probidad. “Actualmente, se están implementando proyectos notables en la Contraloría y Tesorería General de la República, que en el corto plazo se mostra-rán como los ejemplos de vanguardia que son”.
Tecnología y servicio público
Aunque muchos proyectos tecnológicos del Estado han sido iniciativas individuales, en opinión de Aldo Aguila, Gerente de Operaciones de Optimisa, “es importante reconocer que como país hemos hecho cosas notables, pero que ha llegado el momento de dar un salto hacia una normativa global, que busca ponerse en línea con la revolución informática y que no es otra cosa que hacer que la tecnología esté disponible para todas las personas”. Según César Cornejo, Director de DISC, en este tema la voluntad política no es suficiente. “Es necesaria una mayor inversión tecnológica de parte del Estado, de manera de concretar proyectos que vayan en beneficio directo de la ciudadanía”. En este sentido, según Leonardo Miranda, Director de Ventas de Oracle, “ha sido muy importante el intento del Gobierno de no comprar tecnología por tecnología y de establecer indicadores relacionados con la mejora en la gestión en cada uno de los organismos, ya que es ahí donde ésta se conecta con los objetivos de negocio que tiene cualquier entidad pública”.
En opinión de Guillermo Toro, Subgerente de Ventas Gobierno y Fuerzas Armadas de Entel, “el problema es que las instituciones presentan requerimientos similares, pero sin una directriz uniforme, lo que quiere decir que están caminando en forma independiente. De hecho, en los proyectos de integración nos damos cuenta de la diversidad de criterio y cómo son enfrentados de una manera diferente respondiendo a la idiosincrasia de las organizaciones”.
Como señala Federico Chaigneau, Senior Consultant de IBM, “con el impulso de la Agenda Digital, todos los servicios comenzaron un proceso de informatización en forma independiente, compraron equipamiento, desarrollaron aplicaciones e hicieron integraciones propias. Pero, está pendiente la interoperabilidad entre los distintos servicios y una plataforma de conexión del Estado”. De la misma opinión es Patricio Gutiérrez, quien además advierte que “no hay que olvidar que es una tarea compleja, porque funcionamos como un holding, con una descentralización absoluta, donde todos los organismos públicos son entes autónomos”.
Los próximos desafíos
La creación de una “cultura tecnológica” al interior del Estado es uno de los próximos desafíos que los proveedores plantean como las metas más importantes a concretar. Se trata, como explica Alfredo González, Gerente de Consultoría de Extension, “de definir lineamientos generales que estén presentes en todos y cada uno de los proyectos que se llevan a cabo”.
Involucra también, en opinión de Alberto Mordojovich, transmitir en una frecuencia única y dictar políticas públicas en materia de tecnología, un gusto que, a juicio del Gerente General de Magenta, el Gobierno puede darse por ser el consumidor de tecnología más importante de la industria local. “Por lo mismo, se esperaría que el Estado materializara su tamaño para conseguir ahorros por volumen, lo que hasta ahora no hemos visto”.
Respecto a lo que viene, Alvaro Croquevielle insiste en la necesidad de que el próximo Gobierno debe darle un énfasis mayor al cargo de CIO, para contar con un líder TI con plenos poderes. “Asimismo, es importante centrar la atención en algunos temas pendientes como la regulación de la telefonía IP, barreras que de no derribarse podrían impedir el desarrollo de estas tecnologías en el país”, declara el máximo representante de Cisco Systems en Chile.
Un desafío a futuro es también capturar la ventaja temporal que en cuanto a desarrollo tecnológico tiene Chile en Latinoamérica, lo que a juicio de Leonardo Miranda podría concretarse impulsando al país como proveedor de consultoría en esta materia. En este sentido, César Cornejo asegura que la industria del software ha hecho un esfuerzo importante en cuanto a certificación, lo que, en opinión de Manuel Donoso, Gerente General de Browse, “debe estar acompañado de parte del Gobierno por una política de apoyo al desarrollo de polos tecnológicos en algunas regiones, para hacer más alcanzable la idea de exportar este tipo de productos y servicios”.
Al sacar cuentas y sumar, las cifras son azules en opinión de Excequiel Matamala, Gerente de Operaciones Nacionales de Consist, quien señala que claramente Chile ha dado los primeros pasos para entrar en el e-government. “Y si bien el país nunca tuvo su ‘Plan Singapur’, en el sentido de tener una estrategia política y tecnológica, contamos con una Agenda Digital, que es una muy buena declaración de intenciones. De esta manera, hemos sentado las bases para avanzar en la economía digital, aunque falta compartir modelos entre organismos, porque no hay que perder de vista que el propósito del Gobierno Electrónico tiene que ver primero con lograr mayor eficiencia y transparencia; en definitiva, más democracia en todas sus formas”.
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SYNAPSISCarmen Zemelman,
TELEFONICA EMPRESASAlberto Mordojovich,
MAGENTACarlos Fuentes,
CIBERGROUPPatricio Gutiérrez,
PROYECTO DE REFORMA Y MODERNIZACION DEL ESTADOAlvaro Croquevielle,
cisco systemsJaime González,
S&AAldo Aguila,
OPTIMISACésar Cornejo,
DISCLeonardo Miranda,
ORACLEGuillermo Toro,
ENTELFederico Chaigneau,
IBMAlfredo González,
EXTENSIONManuel Donoso,
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