Gestión del Cambio como pieza clave de la transformación digital

La transformación digital, además de su ola modernizadora, trae consigo una visible incertidumbre de las personas antes este nuevo escenario. Por eso son tan esenciales conceptos como la Gestión del Cambio, una herramienta que nos ayuda a “mover la aguja” en el proceso de tránsito hacia esta transformación.

Publicado el 31 Ago 2019

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Uno de los conceptos más usados en estos tiempos es, sin duda, el de la transformación digital. Algunos grandes de la industria del retail han pasado sustos, no menores en el último tiempo -con prensa incluida- por el temor e incertidumbre que genera entre los colaboradores este cambio de escenario. La ecuación es sencilla: a mayor incertidumbre, más miedo tengo. Más miedo tengo, más me resisto a cambiar. Más me resisto a cambiar, la compañía o institución se atrasa en cambiar o simplemente el proyecto fracasa.

Hay muchos mitos en torno a la transformación digital. Uno de los más poderosos y que genera mayor temor en las personas es el de la pérdida de la fuente laboral. Precisamente, en este contexto nace la relevancia de gestionar adecuadamente a las personas en el cambio. Esta disciplina -conocida mundialmente como Change Management-, que cada vez gana más adeptos y que ofrece diferentes certificaciones de carácter internacional, consiste en aplicar metodología para transitar y medir el cambio, afectando lo menos posible a las personas, a las organizaciones y al ROI.

¿A qué nos referimos?

Gestionar el cambio tiene que ver con mirar de frente los impactos en las personas que trae el nuevo proceso, la herramienta, etc. y que pueden variar desde una nueva función, un cambio de lugar físico de trabajo, adquirir otros conocimientos, el desarrollo de competencias o radicalmente dejar de hacer lo que hago para hacerlo de otra manera, esta vez integrando tecnología en diferentes escalas para “transformarlo”, para cambiar, para hacer las cosas de una nueva manera. El tránsito hacia la transformación digital será paulatino, pero ha llegado para quedarse y los gremios, los sindicatos y los trabajadores están alerta de lo que esta pueda provocar, ahí también la importancia de hacerse cargo.

¿Cómo? Primero asumiendo que tenemos al frente un cambio cuyas implicancias mayormente no conocemos y que la forma adecuada de gestionarlo es con estrategias, con medición, con comunicaciones y, al final, con capacitación si es necesario. Para tomar este camino requerimos de profesionales preparados, que sepan de Gestión del Cambio, no como un tomador de pedidos, sino como un articulador de las estrategias adecuadas, midiendo avances antes, durante y después del cambio.

¿Cómo podemos medir la Gestión del Cambio?

Existen múltiples formas. Podríamos utilizar diferentes herramientas que permiten conocer a un grupo de la organización con una encuesta que nos ayude a saber cuál es la disposición al cambio o con un modelo llamado ADKAR -de Prosci- (awareness / conciencia, desire / deseo, knowledge / conocimiento, ability / habilidad y reinforcement / refuerzo) que nos posibilita la gestión individual del cambio.

La transformación digital en el sector educación (desde la parvularia a la superior y de postgrado) está presente en muchos ámbitos y continúa ampliando su camino. El aprendizaje en aula, los libros digitales, el registro de la asistencia, los exámenes, los procesos de matrícula y la asignación de cupos de admisión, entre otros, se han incorporado en el sistema para agilizar procesos, obtener información, desarrollar habilidades, ser más inclusivos y avanzar al ritmo de estos tiempos.

En el caso de la educación regular y de acuerdo a un “Censo Digital” realizado por la empresa VTR y presentado en febrero de este año, 7 de cada 10 niños chilenos (de una muestra de 3.300 usuarios entre los 8 y los 14 años en colegios de la Región Metropolitana) tiene celular propio a los 9 años. Este acceso a la tecnología desde tan pequeños nos reta a reinventarnos en materia de educación. Alumnos más desafiantes, relaciones más horizontales, menos “dioismo” en la sala de clase y más autenticidad para conectar a todas las realidades que conviven en un aula. Niñas, niños y niñes de distintas culturas y países aprendiendo juntos.

Una adecuada estrategia de Gestión del Cambio nos permite relacionarnos de manera horizontal, al colocar sobre la mesa cuáles son los temas a trabajar, mirando los impactos que se generan en las personas.

La transformación digital también nos llama a transformarnos a nosotros mismos, avanzando con paso acelerado en un proceso rápido, muchas veces con tintes disruptivos que asustan y paralizan. La Gestión del Cambio nos ayuda a pasar del miedo a la acción con hechos concretos. En este proceso, la responsabilidad es de todo el equipo involucrado, de la comunidad que vive el cambio, los proveedores, los partners y de los líderes que lo impulsan. El peor desliz sería no solo no ver los cambios, sino no generar una estrategia adecuada para hacerles frente. Estos errores se pagan caro, no solo afectando el negocio, la productividad, la imagen y la reputación de una compañía o institución, sino que al recurso más importante de una organización: las personas.

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Redacción

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