En la actualidad, las empresas y organizaciones deben gestionar una enorme cantidad de información de importancia para su funcionamiento. En este contexto es que surgen los ERP (Enterprise Resource Planning), herramientas que apoyan la gestión de estos contenidos de importancia para la administración y funcionamiento de la compañía.
Gracias a estas soluciones, las empresas pueden centralizar sus datos, permitiendo la integración de todas las áreas de negocio de las empresas y haciendo más eficientes sus procesos. Y es que estos sistemas han adquirido tal importancia, que el funcionamiento de las grandes corporaciones e instituciones sería impensado sin ellas.
No obstante, hemos comprobado que en nuestro país tenemos dos grandes deudas en esta materia: por una parte, existe una enorme brecha en el uso de ERP entre las pequeñas y medianas empresas y las grandes corporaciones; y, por otro, la necesidad de estandarizar los sistemas de ERP en el aparato público.
Brecha y estandarización: Los desafíos pendientes
En el primer caso, hemos apreciado que la brecha en adopción de ERP entre las pequeñas y grandes empresas ha aumentado considerablemente. Esta situación nos alerta como gremio, principalmente, pues se traduce en una pérdida de productividad para las Pynes, haciéndolas menos competitivas en nuestro mercado.
Pensando que este sector nacional representa cerca del 80% de la fuerza de trabajo local, desde ACTI consideramos que el Estado debiese generar políticas públicas pertinentes para el incentivo en la adopción de ERP en este tipo de compañías, con el objetivo de apoyarlas en su consolidación y, de paso, afirmar las bases de nuestra economía.
En lo relativo al segundo pendiente, como asociación nos preocupa la falta de una estandarización de los software de gestión de información en el sistema público. La burocracia y la demora característica del aparato público podrían desaparecer con una plataforma que integre los distintos órganos y servicios del sistema.
Cruzar información de gastos entre los distintos ministerios, mantener las compras de medicamentos en el sistema público o los contenidos educacionales en línea, por ejemplo, sería más fácil con un sistema estandarizado de ERP a nivel público.
Mejorar estos pendientes, nos acercaría más al desarrollo, mediante un Estado eficiente y una industria competitiva global y localmente. Para esto, requerimos esforzarnos como sociedad: la empresa, la ciudadanía y el Estado debemos empujar estos cambios, necesarios para nuestro desarrollo como país.