La creciente “digitalización” del mundo está provocando grandes transformaciones en la vida cotidiana de las personas y, por supuesto, en los negocios. Estos cambios tienen que ver, entre otros factores, con la explosión de los datos digitales, el cloud computing y el auge de los dispositivos móviles, siendo la característica común de este conjunto de tecnologías, el poder de transformar modelos de negocio y mercados. Ese es, precisamente, el caso del fenómeno conocido como “Fintech” que irrumpe hoy con mucha fuerza en todo el mundo.
“Fintech es la fusión o contracción de dos palabras: Finance (Finanzas) y Technology (Tecnología). El término se ha ido haciendo cada día más popular debido a lo disruptivo que ha resultado la presencia de llamativos nuevos actores en un mercado poco acostumbrado a los cambios, como es el de la industria bancaria, de los seguros y el de las finanzas en general”, define Mauricio León, Director Comercial de Hitachi Data Systems en Chile.
El ejecutivo subraya que las empresas del sector financiero siempre han sido las más adelantadas en el uso de las TI, pero que FinTech apunta a su aplicación en ámbitos de nicho por parte de compañías emergentes, las cuales han desarrollado plataformas que apuntan a usar de manera más intensiva el análisis de datos y a cambiar la forma en que se interactuaba con los clientes en este mercado.
“El desarrollo de plataformas y aplicaciones móviles eficientes, sumadas al análisis de datos de gran escala y a la facilitación de la mediación entre usuarios a través de la web, han ido constituyendo un nuevo paradigma en el mercado financiero, con alcance en el sector de seguros, donde existe una nueva mirada y oportunidades. Estas nuevas organizaciones cubren así segmentos del mercado que las entidades tradicionales no cubren por carecer de interés en ellos, por el marco regulatorio o, simplemente, por que tienen otro modelo de negocios”, enfatiza el profesional.
Innovación como eje
El ejecutivo explica que Fintech alude a la combinación de tecnologías avanzadas con modelos de negocios disruptivos, de la cual surgen productos y servicios innovadores. “Las Fintech ofrecen servicios directos a los clientes como a las propias organizaciones tradicionales del sector, logrando cubrir necesidades emergentes de sus mercados. Esto ha hecho que en Estados Unidos, según KPMG y CB Insights, las start ups de este tipo hayan podido duplicar el volumen de inversiones el año pasado, llegando a captar US$14.000 millones”, subraya.
Asimismo, sostiene que la disrupción de las Fintech se basa en la efectividad y menores costos de sus productos, así como en la flexibilidad de sus servicios, los cuales tienen además minúsculas barreras de entrada para las personas y empresas de menor tamaño, por lo que también han sido vistas como una amenaza para las compañías más tradicionales del sector. “Las Fintech producen un efecto similar a lo que acontece en el mercado hotelero con Airbnb o en el transporte con Uber: un rápido crecimiento a través de un modelo disruptivo que capta la atención del mercado y en donde muchos competidores no saben cómo reaccionar”, comenta el Director Comercial de Hitachi Data Systems en Chile.
Lo anterior quizás explique por qué algunos de los inversionistas en estas organizaciones en Estados Unidos, sean, precisamente, reconocidos actores tradicionales de Wall Street, tales como Goldman Sachs, JPMorgan Chase y CitiGroup, entre otras, organizaciones que han ayudado a que, solo en el primer trimestre de 2016, las Fintech hayan captado unos US$5.800 millones, según cifras de Accenture.
Transformando mercados y modelos
Actualmente, el universo de empresas asociadas al modelo Fintech es de unas 12 mil en todo el mundo, las cuales cubren financiamiento y créditos, seguros, gestión de riesgo, pagos electrónicos, asesorías en finanzas y mercado de divisas y monedas alternativas, entre otros. Esta nueva ola de empresas y tecnologías del mercado financiero, cree Mauricio León, abre grandes oportunidades para millones de personas y empresas de menor tamaño, ya que las Fintech reducen las barreras para acceder, por ejemplo, a créditos personales, ayudando también a reducir la brecha entre el financiamiento bancario y la inversión de capital de riesgo, en el caso de empresas. De hecho, según el informe del WEF (Foro Económico Mundial) “The Future of Fintech: A Paradigm Shift in Small Business Finance” de 2015, el mayor subsector de Fintech son los préstamos de consumo (27%) y préstamos de negocios (16%).
Fintech puede ser igualmente una oportunidad para los países menos desarrollados, ya que en el futuro podrá contribuir incluso a su crecimiento económico. “Según el informe “Digital Finance for All”, de McKinsey, estas tecnologías financieras en 2025 podrían, de una u otra manera, impactar en alrededor de un 6% del PIB (Producto Interno Bruto) de los países menos desarrollados”, detalla el ejecutivo.
“La gran virtud de las Fintech es que han sabido usar la tecnología actual para cubrir necesidades de clientes, especialmente, a través de la web, los marketplaces y los canales móviles, entre otros, usando en muchos casos un modelo P2P para cosas tan sencillas como buscar financiamiento de proyectos, a través del crowdfunding, o para hacer transferencias electrónicas de dinero, a nivel internacional, ayudando a los clientes a obtener mejores tasas de cambio respecto de las entidades tradicionales”, concluye.