Fernando Sánchez.
¿Qué ha dejado al descubierto el Covid-19 respecto a la realidad digital que vivimos?
Mucho se ha dicho sobre la estrecha relación entre las crisis y las oportunidades. Hoy se nos pide aislarnos responsablemente para evitar expandir el Covid-19. Frente a esta realidad crítica, aparece una verdadera oportunidad para poder acelerar la transformación digital.
Hemos visto cómo han aparecido nuevas exigencias, equipos de trabajo en organizaciones y empresas con alta capacidad de decisión, trabajos multifuncionales para ser efectivos a la hora de reaccionar; se nos ha empujado a innovar, echando mano a la tecnología como soporte real para resolver problemas, y así lo estamos viviendo con el uso de plataformas de teletrabajo o sistemas de educación a distancia. Con ello empieza a “resetearse” nuestra mentalidad, en cómo transformamos la forma de hacer cosas; incluso estamos dispuestos a renunciar a comportamientos anteriores para volvernos mucho más eficientes y competitivos. Sin embargo, sabemos que estas oportunidades no son para todos.
Esta crisis también ha dejado al descubierto la significativa brecha que existe en nuestro país en materia de conectividad y acceso a herramientas digitales. Con ello, el compromiso real debe ser abogar por una inclusión de todos los actores de la sociedad y poder combatir la falta de oportunidades en materia de conectividad e ingreso a Internet.
Desde esta coyuntura podemos volvernos más creativos, solidarios y empáticos, en medio de un aislamiento físico. Basta con transformar nuestra mentalidad y aprovechar todas las innovaciones digitales que tenemos a nuestra disposición y conectarnos.
¿Cuáles son las lecciones aprendidas en este sentido?
Una de las principales tiene relación con la importancia que ha adquirido la conexión a Internet y que, pese a los tremendos avances logrados en materia de telecomunicaciones en los últimos años, las brechas digitales adquieren nuevas dimensiones, generando otras expresiones de desigualdad en nuestra sociedad: hay personas que -en este contexto- han quedado completamente relegadas de la “vida cotidiana”, mientras otras han continuado con sus vidas de manera normal (o lo más cercano a esto).
En este contexto, los desafíos que debemos enfrentar se enfocan en poder apalancar iniciativas y esfuerzos público-privados que permitan acortar esta brecha digital, con el fin de entregar más y mejores posibilidades a todos los ciudadanos, generando nuevos beneficios, que impactarán tanto a nivel social, como económico.
La aceleración de esta transformación digital nos ha mostrado que es urgente trabajar en permitir una equidad de red y conexión a todo el territorio nacional, para que el país completo pueda acceder a las herramientas que entrega Internet, lo que en un futuro cercano nos brindará la posibilidad de contar con un desarrollo mucho más inclusivo y equitativo, permitiendo que labores claves de la sociedad, como lo son la educación, la salud y la economía, puedan seguir funcionando (y, lo más importante, puedan funcionar para todos), De esta forma, como sociedad podremos enfrentar de la mejor manera posible tanto el escenario actual como aquel post pandemia.
La brecha digital en el territorio nacional se acentúa hoy más que nunca…
Es importante entender que, ante la necesidad por parte de los chilenos de hacer uso de herramientas tecnológicas para poder trabajar, estudiar, realizar pagos, entre otros aspectos de la vida cotidiana de una persona, la adaptación a esta nueva realidad digital no ha sido uniforme. Esto se da principalmente por la importante brecha digital que existe en nuestro territorio nacional, sobre todo con una gran inequidad entre regiones y que, en efecto, se ha acentuado en este contexto de crisis, al ser mucho más “urgente” contar con conectividad.
Según los datos del estudio “Digital Readiness”, realizado por Cisco con el apoyo de Fundación País Digital, que mide la preparación digital a nivel país, la brecha en el territorio es muy patente, de hecho solo tres regiones del país (Región Metropolitana, Antofagasta y Magallanes) se encuentran digitalmente preparadas para la transformación digital.
Es clave entender que la brecha digital no es ajena a otros tipos de rezagos de características socioeconómicas, por lo que es clave seguir impulsando la descentralización de nuestro territorio mediante la entrega de condiciones básicas tecnológicas, tales como acceso a conectividad e Internet, inversión en capital humano, entre otros aspectos, que permitirán satisfacer necesidades básicas de los chilenos como lo es la tecnología.
¿Se ha visto un cambio en el uso de Internet en el país en contexto actual?
El uso de Internet y el consumo de este servicio ha cambiado año a año, por una parte, empujado por un mayor acceso, pero por otra, al contar con una mayor oferta de servicios que funcionan sobre Internet. Y ese cambio se ha visto ampliado de manera exponencial debido a esta pandemia, empujando a los ciudadanos a continuar con sus vidas gracias a la conexión y al uso de herramientas tecnológicas.
Según ha explicado la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), el uso de Internet en el país tuvo un importante incremento, sobre todo aumentando en soluciones de Internet fija, aunque también mostrando importantes alzas en Internet móvil, considerando que solo un poco más de la mitad de los hogares del país tiene contratado servicios fijos.
¿Qué retos impone eso?
En primer lugar, permitir el acceso a toda la población, disminuyendo las brechas y rezagos que de su falta se desprenden. En segundo lugar, también resulta clave que aquellos que cuentan con soluciones de conectividad puedan tener buenas experiencias, lo que depende de la calidad de los servicios, por una parte, pero también de que se les entregue las habilidades digitales necesarias para poder moverse en el mundo del trabajo, estudio o salud digital.
En último lugar, aunque igualmente importante, creo que es fundamental generar una modernización de los servicios y trámites: en las últimas semanas hemos visto cómo muchos, que se pueden generar de manera online, desde la comodidad del hogar, siguen congregando a cientos de personas en oficinas públicas y de privados, exponiendo su salud y la de su entorno cercano.
En este contexto, cabe destacar que proyectos liderados por el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, en lo que dice relación con conectividad, y aquellos encabezados por la división de Gobierno Digital, en lo que se refiere a transformación del Estado, han pavimentado un gran avance que hace posible que hoy las personas puedan hacer trámites desde cualquier parte del territorio.
¿Cómo se pueden impulsar más avances en infraestructura y conectividad?
Subtel está empujando estos de manera eficiente, avanzando principalmente en proyectos de fibra óptica, por un lado, y en licitaciones de espectro, por otro. Esto, en su conjunto, no solo permitirá un mayor despliegue de tecnologías en el territorio nacional, sino que también una mayor competencia en el sector, lo que impactará positivamente en los usuarios, con servicios de mayor calidad y a un mejor precio.
Estos procesos, además, son la puerta de entrada al desarrollo de 5G en el país, tecnología que terminará de cambiar la forma en que nuestra economía se mueve y cómo nosotros interactuamos con ella, desde nuestros trabajos o el acceso a servicios y prestaciones.
¿Qué rol le cabe a las políticas públicas?
Las políticas públicas deben acompañar el desarrollo tecnológico y las inversiones para posibilitarlos, con el objetivo principal de no reproducir brechas en la aplicación de nuevas tecnologías. En esta materia ya estamos muy bien encaminados; desde el Gobierno se han implementado algunas medidas para reducir estas brechas, donde destacan iniciativas como el Plan de Matriz Digital presentado el año pasado (2019), donde se traza una línea para el despliegue de proyectos como el de Fibra Óptica Austral (FOA) o el de Fibra Óptica Nacional (FON), que buscan una reducción de la brecha tecnológica a lo largo del país.
Como actores del mundo de la tecnología, ¿qué retos enfrentan?
Esta crisis nos ha demostrado que habían países más preparados que otros, y tendremos que ser capaces de eliminar las brechas digitales y sumar a toda la sociedad en esta “nueva normalidad”, para lo que algunos estamos muy preparados y otros un poco menos. En este contexto, se debe trabajar para garantizar el acceso a Internet.
Por otra parte, se debe avanzar en soluciones tecnológicas. Por ejemplo, la red 5G posibilitará el desarrollo de telemedicina, que nos permitiría estar mejor preparados para enfrentar las crisis sanitarias a futuro. La licitación 5G mejorará, también, la inversión y la infraestructura tecnológica y de red, pero principalmente disminuirá las brechas digitales que afectan a miles de personas a nivel nacional, esencialmente en zonas rurales y más vulnerables.
También es importante entender que el rol que juegan las empresas, organizaciones e instituciones públicas es vital para poder no solo responder a las necesidades adaptativas del país, sino que también a la supervivencia de todos los actores de la sociedad. Hoy más que nunca, la articulación entre el mundo público y privado resulta clave, generando beneficios tanto a nivel económico, como social. G