Santiago Macías
La tecnología está transformando las formas de relacionarnos y, por tanto, la manera de hacer negocios. Basta pensar en la irrupción de los dispositivos móviles en la vida cotidiana, su uso masivo que cruza los más variados estratos sociales y observar el cambio cultural en niños y adolescentes. Estos cambios se observan en los hábitos de consumo y en las nuevas necesidades de producción. Según Forbes, dentro de los próximos 5 años, 2020 para ser más preciso, los Millennials representarán en 50% de los trabajadores y en menos de 10 años serán el 75% de la fuerza de trabajo mundial.
Es clara la omnipresencia de Internet en la casa, en el trabajo, en las relaciones sociales e institucionales, en deseos y necesidades. Se trata de una realidad que obligó a las empresas a tener presencia en este nuevo mundo digital. Sin embargo, las Pymes aún deben recorrer un largo camino para participar activamente de esta nueva economía. Se deben vencer barreras culturales en quienes toman decisiones. Además, viven atadas al flujo de caja y se les hace difícil levantar la mirada para evaluar el impacto de este cambio tecnológico en su negocio.
Invertir en capacitación, tecnología, estrategia, estudios de mercado y procesos, entre otros elementos relevantes, requiere, al menos, de: visión, capital, personal capacitado y tecnología, todos elementos que no abundan en las Pymes. Lo urgente se impone sobre lo importante. Según un informe de Forrester (2015), solo un 5% de las organizaciones cree lograr una diferenciación respecto de sus competidores gracias al apalancamiento en este innovador contexto digital.
Ya no es una opción, es una necesidad
Lo cierto es que la digitalización de las empresas, fenómeno del que el comercio electrónico es una parte importante, requiere de una estrategia digital, de elementos tecnológicos, cambios culturales, de procesos y visión del mundo que son complejos de incorporar para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas. El acceso al capital, conocimiento, procesos y tecnología no es barato para las Pymes. Sin embargo, y contradictoriamente, la transformación digital de este segmento y la innovación en sus modelos de negocios es hoy una necesidad. La producción está cambiando vertiginosamente la relación de la producción y el consumo. El consumidor es un sujeto diferente al de 10 o 20 años atrás.
El comercio electrónico, el marketing digital, el análisis de grandes volúmenes de datos, el conocimiento cercano del cliente/usuario, la innovación en productos, procesos y servicios, el uso de las redes sociales, la incorporación de elementos de Inteligencia Artificial en el desarrollo del negocio o el acercamiento a la Internet de las Cosas (IoT), ya no representan una opción. Su incorporación en el modelo de negocio de las organizaciones es una necesidad, en especial si desean crecer o, quizá, simplemente, ser viables en este nuevo mundo.
