EDUCACIÓN EN PANDEMIA: La tecnología como un recurso al servicio de la labor del docente

La pandemia no solo obligó a llevar la educación presencial al modelo virtual, sino que implicó idear metodologías acordes al contexto. Y es que la educación digital no implica solo usar Zoom, sino que requiere pensar en los diseños didácticos. Andrea Osorio, Directora Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile, analiza estos retos.

Publicado el 31 Dec 2020

wpandemia2

Andrea Osorio, Directora Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile.

La pandemia puso de cabeza muchas premisas que manteníamos en la sociedad. Cosas que nos parecían tan naturales, ya no pudimos seguir haciéndolas. El distanciamiento social marcó la pauta y muchas actividades debieron reinventarse. Esta crisis, sin duda, ha marcado un punto de inflexión que ha traído cambios a los distintos sectores, uno de esos la educación.

¿Nos obligó a repensar la educación? “En efecto, la imposibilidad de continuar con clases regulares presenciales implicó pensar en un nuevo formato para los procesos de enseñanza-aprendizaje y más allá de pasar de la presencialidad a la virtualidad, involucró pensar en el tipo de metodologías pertinentes para un contexto de tanta incertidumbre como el que se desarrolló a partir de la pandemia”, señala Andrea Osorio, Directora Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile. Hablamos de metodologías que permitan el desarrollo de la autonomía de niños, niñas y jóvenes, generando capacidades de planificación, para organizar sus tiempos, de tomar decisiones considerando datos pertinentes; también metodologías que desarrollen la creatividad y el adecuado uso del error, de manera que el primer intento fallido no implique frustración y con ello paralización por parte de los y las estudiantes. “Por supuesto que en esta dinámica resulta clave la colaboración y la buena comunicación con profesores y pares”, agrega la ejecutiva.

Ahora, a su juicio, este cambio metodológico requiere cambios institucionales, en los que profesores y profesoras tengan tiempo para reflexionar en conjunto y aprender lo que funciona y lo que no. Dado que es un nuevo escenario, es imposible tener todas las respuestas correctas de forma previa.

El impacto de este período lo conoceremos en un par de años más, lo interesante ahora, señala la ejecutiva, es profundizar la reflexión respecto a cuáles son las dinámicas pertinentes para el desarrollo de habilidades en los estudiantes y qué elementos se deben transformar radicalmente en educación. Una reflexión que debe ir más allá de la crisis sanitaria: “No podemos volver al mismo sistema, sobre todo, si pensamos que el dinamismo de la sociedad contemporánea siempre nos puede volver a situar en un escenario de incertezas”, enfatiza.

Más que solo clases por Zoom

La educación online implica más que llevar la clase a una videoconferencia, requiere pensar en los diseños didácticos: ¿qué tipo de material es propicio exhibir? ¿Cuánto tiempo se puede estar frente a la pantalla sin perder la concentración? ¿Qué tipo de temáticas pueden ser más atractivas para introducir ciertas clases? ¿Qué habilidades previas necesita el estudiante para participar de la clase? ¿Qué tareas se pueden dar a continuación de la clase para asegurar aprendizajes y, no menos importante, cómo se evalúa y se da cuenta de este proceso?

“Todas estas preguntas se han hecho profesoras y profesores y, de acuerdo a las capacidades profesionales e institucionales, han sido las respuestas. Desde EducarChile (portal de la educación chilena orientado a promover el desarrollo de las habilidades del siglo XXI) somos conscientes del gran esfuerzo desplegado y cómo ello se ha traducido en un cambio de prácticas que incluye el uso de la tecnología, pero también adoptar enfoques interdisciplinarios y fomentar la capacidad de investigación de niños, niñas y jóvenes”, explica Andrea Osorio.

En la práctica, en términos de acceso a la tecnología, hay una brecha de conectividad que deja rezagados a varios sectores. “Hay comunidades que solo se han podido comunicar por WhatsApp y celular y eso ha sido clave para continuar los procesos de enseñanza. En otros casos han sido plataformas como Zoom para clases sincrónicas, pero, también dispositivos como Classroom para organizar la información por curso y asignatura”, señala la profesional.

Agrega que más allá de que tecnológicamente son varias las posibilidades, “no nos podemos olvidar que la tecnología es un medio, un recurso al servicio de la acción que realiza el o la docente; lo que sigue siendo clave es el enfoque metodológico que se use para provocar el aprendizaje”

Capacidades instaladas para la educación digital

Durante la pandemia, hay capacidades que se han ido instalando en los equipos directivos y docentes que permiten a las entidades educaciones estar más preparadas hoy para la educación digital. Sin embargo, a juicio de Andrea Osorio, si bien se han recibido capacitaciones para el uso de la tecnología, lo que debemos fortalecer ahora son los diseños de clases a distancia. “Se requiere más espacios para la formación docente, no solo tecnológica, sino también didáctica. Así como promover la reflexión entre docentes, de manera de hacer una apropiación real de estas herramientas y de acuerdo a los ritmos de cada profesor; es muy importante que se sientan seguros. En ese sentido, las comunidades deben fortalecer su comunicación para el desarrollo de un entendimiento común respecto de los desafíos a enfrentar”, agrega.

Ya en 2021, donde todo apunta a un modelo de educación híbrido, se plantean varios retos para las entidades de educación. En este sentido, será fundamental la comunicación, “mantener informados a los padres, estudiantes, docentes y comunidad en general respecto de las definiciones tomadas, aunque sean a corto plazo. La incertidumbre angustia, por lo que es muy importante conocer los planes de cada escuela o liceo. Sabiendo que, por las condiciones, todo puede cambiar”, explica.

Otro punto, sin duda relevante, concluye la ejecutiva, es la conectividad y cómo garantizar un acceso universal a la tecnología, así como la preocupación por formar a docentes, directivos y generar capacidades de autonomía en los y las estudiantes.

Fundación Chile es una organización público-privada cuyo propósito es impulsar la transformación de Chile hacia el desarrollo sostenible. Fruto de un convenio de colaboración mutua entre Fundación Chile y el Ministerio de Educación nace EducarChile, portal de educación que impulsa el desarrollo de habilidades del siglo XXI.

¿Qué te ha parecido este artículo?

¡Síguenos en nuestras redes sociales!

Redacción

Artículos relacionados

Artículo 1 de 3