El mundo está transitando de una sociedad hiperconectada hacia una digitalizada, donde las modalidades organizativas, productivas y de gobernanza de la economía tradicional conviven con los modelos de negocios, producción y gobernanza que surgen del nuevo paradigma tecnológico.
El estudio “Transformación con sentido digital 2022: Un nuevo ritmo en la madurez digital de Latinoamérica”, elaborado por EY aborda esta temática. Entre sus conclusiones, el informe señala que Chile es uno de los países más avanzados de la región en cuanto a madurez tecnológica, con un valor promedio de 62.73 puntos, aunque se observa una brecha importante entre los distintos sectores, alcanzando una diferencia mayor a 20 puntos entre, por ejemplo, los sectores de Manufactura y Telecomunicaciones.
Para profundizar en éstos y otros tópicos, Rockwell Automation realizó en Santiago el evento “ReConnect Chile”, con la finalidad de explorar las últimas tendencias a nivel mundial para lograr la transformación digital tomando en cuenta la sostenibilidad, la resiliencia cibernética, la gestión de riesgo empresarial y la digitalización.
Uno de los temas analizado fue la importancia que viene adquiriendo en Latinoamérica la llamada “nueva economía” basada en sostenibilidad, tendencia que promueve que las organizaciones apuesten por proyectos que generen beneficios al medio ambiente, los aspectos sociales y la gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés).
Alejandro Balbuena, Sales Manager para Chile en Rockwell Automation, planteó que para asegurar que estos proyectos cuenten con métricas que puedan ser cumplidas en los siguientes años, la tecnología de avanzada como la Inteligencia Artificial (IA) y el Machine Learning (ML), cumple un rol fundamental, puesto que el análisis de los datos generados en tiempo real ayudará a tomar decisiones informadas y hacer un buen uso de los recursos.
“En definitiva, las empresas que incluyan políticas de ESG en sus procesos de transformación digital e informen con transparencia sus resultados a sus públicos de interés, tendrán una ventaja competitiva en el mercado”, agregó Balbuena.
En relación a este punto, el ejecutivo también sostuvo que es importante precisar que la apuesta por ESG debe partir desde el piso de planta. Es decir, que para realizar la integración y avanzar con este tipo de iniciativas, se necesita que la información fluya desde los procesos industriales y que existan los controles de seguridad suficientes para mantener las operaciones. En este punto se incluyen también los riesgos de ataques cibernéticos que han crecido exponencialmente en los últimos años.
El informe de EY también destaca que Chile está entre los países que cuentan con un avance más alto en la dimensión de “riesgos y ciberseguridad” entre 61 a 67 puntos. Al respecto, Balbuena indicó que es importante tener una visión en tiempo real de lo que está sucediendo, lo que se consigue con un socio que esté continuamente mirando el estado de la ciberseguridad.
Finalmente, la compañía presentó sus soluciones de “gemelos digitales” como parte central de su estrategia de transformación del espacio industrial. Algunos de sus beneficios son mejorar la producción, aumentar las habilidades de los operarios (capacitación), pero principalmente, permiten anticipar problemas simulando situaciones para tomar decisiones mejor informadas.
