Benjamín Carrasco, Gerente de Operaciones, Hospital Clínico UCH: “Las TIC en el sector salud se han transformado en un factor estructural de competitividad”

Embarcado en el Proyecto Santos Dumont, una iniciativa de renovación tecnológica sin precedentes, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile apuesta a transformar su organización mediante tecnologías facilitantes de los procesos, que le permitirán contar con avances como la Ficha Clínica Electrónica (FCE) integrada a sistemas de radiología (RIS), de laboratorio clínico (LIS) y a un completo ERP que sustituirá e integrará todas las plataformas de soporte administrativo del principal hospital docente del país. A continuación los detalles de esta experiencia y una visión general de la integración de las Tecnologías de Información en la salud.

Publicado el 30 Jun 2011

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Embarcado en el Proyecto Santos Dumont, una iniciativa de renovación tecnológica sin precedentes, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile apuesta a transformar su organización mediante tecnologías facilitantes de los procesos, que le permitirán contar con avances como la Ficha Clínica Electrónica (FCE) integrada a sistemas de radiología (RIS), de laboratorio clínico (LIS) y a un completo ERP que sustituirá e integrará todas las plataformas de soporte administrativo del principal hospital docente del país. A continuación los detalles de esta experiencia y una visión general de la integración de las Tecnologías de Información en la salud.

¿Qué alcances tendrá este proyecto?

Lejos de considerarlo solamente como una iniciativa informática, lo hemos concebido como un proceso de transformación de la organización a partir de tecnologías facilitantes de los procesos, como también de gestión del cambio y de las personas. Ello implicará que en una red de salud de alta complejidad de más de 500 camas, podamos contar con FCE (que cubra todos los procesos asistenciales) integrada al RIS, LIS y a un completo ERP que sustituirá e integrará todos nuestros sistemas de soporte administrativo.

En la línea de back-office hemos implementado un completo proyecto de carpeta digital para manejo de documentación electrónica interna, que nos ha permitido reducir significativamente el gasto en papel; mientras que por la línea de servicio al cliente, hemos logrado disminuir hasta en un 40% las transacciones presenciales de pacientes, a través de la incorporación de servicios online, tales como: reserva de horas por call center y web, entrega de exámenes de laboratorio por web, y presupuestos de hospitalización. El desafío que comenzamos ahora es montar una red de telemedicina y tele-radiología con clínicas socias de mediana complejidad en cada región el país.

A nivel general, ¿qué nivel de penetración de las TI se observa en este ámbito?

La incorporación de las TIC en el sector salud se han transformado en un factor estructural de competitividad, dado el escenario de mercado que estamos viviendo: una capacidad de oferta de camas creciente en el sector privado, y un esfuerzo de reconstrucción de hospitales en el sector público, con un especial incentivo a la optimización de los recursos y mejora de indicadores económicos y sanitarios.

Existe una marcada brecha entre el área pública y privada, que se espera ir cerrando en la medida en que las agendas digitales de ambos sectores vayan convergiendo hacia herramientas cada vez más estandarizadas, como Ficha Clínica Electrónica y GRD (Grupo Relacionado de Diagnósticos).

¿Cómo evalúa las políticas públicas? ¿Hay un impulso a la integración de TI?
Se percibe una iniciativa de estandarización de indicadores claves de desempeño o KPI, que den cuenta de los resultados tanto técnicos como económicos de las organizaciones de salud. Esto debiera traducirse en una necesidad de incorporar cada vez más las herramientas de inteligencia de negocios, con el propósito de apuntar a la consecusión de los objetivos sanitarios orientados por la política pública.

¿En qué ámbitos se observa principalmente la aplicación de TI?
Las organizaciones de salud han iniciado su agenda digital desde la típica informatización de servicios de apoyo, tales como laboratorio e imagenología, para luego dar paso a la informatización total o parcial del HIS (Health Information System) fundamentalmente en el mundo administrativo. Poco a poco, estamos entrando en el “core” del negocio, a través del registro clínico electrónico, y posterior integración con sistemas financiero-contables.

¿Cuáles son los principales beneficios de la tecnología, para la entidad y el paciente?
La incorporación de TIC en las organizaciones tiene sentido sólo en tanto agreguen valor, y ello es margen de contribución. Pero no sólo eso: además permiten objetivar los resultados sanitarios de los diferentes equipos de salud, así como darles feedback respecto de su desempeño y orientarlos a la mejora continua. Para el paciente también hay valor añadido desde la oportunidad y seguridad de la atención.

¿Qué tendencias en materia de tecnología para el sector salud se vislumbran?
Como industria nos movemos hacia aspectos como la incorporación de Business Intelligence, y todas aquellas aplicaciones y plataformas que tengan como objetivo expandir las capacidades médicas por medio de las TIC, como por ejemplo la telemedicina, tele-radiología, GRD y, por supuesto, el registro clínico electrónico con capacidad de soporte decisional clínico, alertas de seguridad y vinculación con el entorno de ERP existente. Desde los aspectos operativos de atención, hay una fuerte tendencia hacia la oferta de servicios online para el paciente. Finalmente, la convergencia entre los medios informáticos y de comunicaciones, nos llevará en forma natural a la interoperabilidad como estándar, para pasar a la portabilidad del historial por parte del propio paciente.

¿Cuáles son los principales desafíos en esta área?
El gran desafío en una organización de salud, típicamente caracterizada por su gran complejidad, es justamente pasar de administrar esa complejidad hacia gestionar el cambio. Ello implica estar pendiente de la evolución de las tecnologías disponibles para ponerlas al servicio de la estrategia y, por otro lado, estar pendiente de la adecuada gestión del cambio al interior de nuestras organizaciones. La gran mayoría de los esfuerzos de implantación de nuevas tecnologías corresponde en un 80% a acciones destinadas a maximizar la probabilidad de adhesión e internalización de éstas en beneficio de los pacientes y también de los profesionales de la salud.

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Redacción

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