Andrés Segovia, Business Development Manager de InterSystems Latam.
En el contexto de salud, “la interoperabilidad se entiende como la facultad de los sistemas de información para comunicarse utilizando estándares internacionales para ello, intercambiar datos y utilizar esa información para dar continuidad a la atención de los pacientes de manera transparente y sin afectar la experiencia de atención, permitiendo, además, ayudar a los equipos clínicos a tomar decisiones de manera anticipada y a un costo menor para el sistema de salud”.
“De esta manera, se puede inferir que la evolución y desarrollo de los sistemas de salud depende, en gran medida, de la capacidad de interoperabilidad de sus plataformas tecnológicas que asegure, además, el acceso a información de forma segura y oportuna durante todo el proceso de atención”, explica Andrés Segovia, Business Development Manager de InterSystems Latam.
Si bien, se han logrado avances en el último tiempo, siguen existiendo importantes retos en la materia. “El desafío de lograr interoperabilidad radica principalmente en crear e implementar una estructura que establezca un marco que le dé gobernabilidad al desarrollo de iniciativas digitales en el ámbito de la salud, así como generar los incentivos necesarios y apoyo financiero para aumentar la cobertura de sistemas de información, tales como son el registro clínico y soluciones de apoyo diagnóstico. Esto no solo con el objetivo de dar soporte al proceso de atención, sino que también se generen las condiciones necesarias para implementar una estrategia de interoperabilidad. Dicho de otra manera, para interoperar se requieren datos que intercambiar entre los distintos sistemas”, sostiene el ejecutivo de InterSystems.
Estrategia de salud digital
En este aspecto, InterSystems posee una amplia experiencia a nivel global y local en el campo de la interoperabilidad, con soluciones basadas en estándares y certificadas por IHE International. En el caso de Chile, InterSystems ha asumido la responsabilidad de garantizar la interoperabilidad entre diversas redes de establecimientos de salud públicos y privados. Estos avances han facilitado el acceso a una variedad de servicios automatizados que centralizan la información clínica de diferentes sistemas en una única plataforma. Como resultado, los pacientes tienen la posibilidad de acceder a su historial médico, exámenes y procedimientos desde cualquier lugar, evitando traslados innecesarios hacia los establecimientos de salud, entre otras ventajas.
Por otro lado, “es importante retomar la estrategia de salud digital, estableciendo una estructura que sea independiente al rol político y sanitario que cumple el Ministerio de Salud, con el objetivo de seguir desarrollando el sistema de salud chileno desde una perspectiva digital e interoperable. Esta estructura, por otro lado, debiera ser la encargada de acreditar los sistemas de información implementados en los establecimientos de salud para garantizar la estandarización, calidad de la información e intercambio de datos, facilitando el tránsito de los pacientes por las redes de salud”, agrega Andrés Segovia.
En vista del futuro, es probable que sea necesario conciliar el crecimiento de la cobertura del registro clínico con la implementación de una estrategia de salud que promueva la interoperabilidad. Esto permitiría involucrar a todos los participantes en la cadena y así obtener una visión integral de la situación.
