En el último tiempo, Chile ha ocupado lugares cercanos al 20 en el índice de competitividad mundial, mientras que Finlandia, que se encontraba en la posición 23 en 1997, fue capaz de escalar al primer lugar. ¿Por qué?. La respuesta es simple: se atrevió a dar un salto tecnológico. Para conocer de qué manera el Gobierno local pretende impulsar este tema a través de la Agenda Digital, conversamos con Raúl Ciudad, Presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información A.G (ACTI).
¿Cómo evalúa el 2003 en cuanto a la inversión en TI?
El año pasado, experimentamos un incremento del 4,6% en la inversión en este ítem respecto al 2002, llegando a los US$904 millones, lo que implica que el sector estaría retoman-do una curva de crecimiento sostenida. No obstante, aún no superamos el peak del 2000, período en el que US$1.150 millones fueron destinados a Tecnologías de Información.
Hoy, considerando las condiciones económicas del país, esperamos un crecimiento cercano al 12% durante este año, cifra que aún es baja y de-bería al menos triplicarse para disminuir sustantivamente la brecha digital con los países desarrollados.
¿Qué factores han determinado esta brecha tecnológica?
Claramente, el más importante ha sido la escasa absorción de TI en las empresas, principalmente en las Pymes que representan un 80% de la fuerza productiva del país, diferencia que se acentúa también a nivel interno en los distintos estratos sociales. Actualmente, con la globa-lización de los mercados, las compañías no van a poder competir si no integran la tecnología en los procesos de negocios, por lo que es imprescindible incrementar el nivel local de inversión en investigación y desarrollo, el que sólo asciende a un 1,2% del PIB.
¿Cuáles son los puntos claves de la Agenda Digital?
Esta se basa en cinco puntos estratégicos. El primero es el concepto de E-government, es decir, la automa-tización de la gestión del Gobierno para lograr una productividad y servicio a la comunidad superiores. En este sentido, cobra importancia la interoperabilidad del Estado a través de una red nacional de banda ancha que lo interconecte y permita masificar el uso de Internet, lo que constituye el segundo eje de la Agenda Digital.
El tercer ítem es la educación, donde se plantea la alfabetización digital con nuevos métodos de enseñanza que formen jóvenes preparados para usar estas herramientas y competir adecuadamente en el mundo globa-lizado. El cuarto eje pretende la ma-sificación de la tecnología a nivel de todas las compañías, principalmente en las Pymes, y la formación de una industria de TI, para lo cual es fundamental la creación de centros de investigación y desarrollo. Finalmente, el último eje lo constituye un marco jurídico que determinará las normativas tendientes a facilitar la ejecución de los otros puntos.
¿Cómo se puede beneficiar la industria TI chilena de los TLC?
Los Tratados de Libre Comercio eliminan las barreras económicas, tanto para incorporar tecnología como para exportarla, lo que representa un aporte a la disminución de la brecha digital, y genera la oportunidad de que empresas chilenas y extranjeras se unan, pudiendo desarrollar aplicaciones que comercialicen en otros mercados. Asimismo, abren espacios para la realización de programas conjuntos de investigación y desarrollo, intercambio de conocimiento y transferencia tecnológica, que permitan a Chile crear nuevas soluciones con valor agregado y convertirse en un fuerte poder exportador.
Marzo de 2004