Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Accenture Interactive.
De acuerdo con un nuevo estudio de Accenture, la tecnología será un denominador común en la forma de vivir de las personas.
Parece que nada volverá a ser lo mismo. Dónde y cómo trabajamos, nos movemos, socializamos, consumimos, aprendemos, o nos protegemos cambió radicalmente en 2020. Independientemente de la sociedad en la que vivimos, las viejas formas de vida han sido repentina y profundamente cambiadas. Debido a, entre otras cuestiones, el aumento de la desigualdad, la degradación del medio ambiente y el profundo impacto de las tecnologías emergentes sobre la vida humana, el futuro no será una extensión del pasado.
Para determinar cómo la pandemia ha cambiado nuestra forma de vivir, Accenture hizo un estudio entre 14 países, que representan US$ 30 billones del PIB y el 48% de la población mundial, e identificó los 5 principales cambios en los estilos de vida de las personas, producto de la pandemia:
1. La salud influye en cómo viajamos
Mientras que la “gran depresión de los viajes” ha dominado los titulares en el último tiempo, este momento de restricción sin precedentes no frenará el deseo de aventura y exploración en los años venideros. Pero cambiará la experiencia de viajar. Como viajeros, tendremos que estar preparados para aceptar nuevas normas sociales, como el distanciamiento social y controles de salud más amplios en los aeropuertos, estaciones de trenes, hoteles, o incluso playas. La mayor atención al bienestar individual y colectivo no es un asunto temporal. Los desafíos asociados a este fenómeno deben ser abordados con una estrategia a largo plazo, por parte de las empresas.
Según explicó Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Accenture Interactive, “el aumento de la atención en la salud pública impulsará los pasaportes sanitarios digitales, la identificación electrónica para cruzar fronteras, combinando información sobre viajes y salud (tales como estado de inmunidad personal), aprobado y emitido por las autoridades sanitarias gubernamentales. Sin embargo, antes de que tal solución se convierta en una realidad en nuestras sociedades, se requiere de una inversión significativa para acelerar la implementación de registros digitales de salud, y para resolver la ciberseguridad necesaria para la protección de los datos personales”.
2. La sustentabilidad impulsa nuevos modelos de transporte
La pandemia acrecentó las preocupaciones personales sobre el riesgo de infección, inculcando la aversión hacia los viajes públicos en lugares cerrados. El aumento de la micromovilidad se está acelerando y se espera que ayude aliviar la congestión del tráfico. En la próxima década, micro vehículos, como las bicicletas de alquiler, e-bikes y e-scooters, serán cada vez más atractivos para los viajeros urbanos, ya que son alternativas más baratas y que ahorran más tiempo que otros medios de transporte. Por supuesto, hay varias condiciones previas que deben cumplirse antes de que la micromovilidad surja con mayor fuerza: en particular las inversiones en infraestructura, y el impulso de nuevas normas de seguridad.
A largo plazo, el estudio de Accenture prevé un futuro en el que los ciudadanos cambiarán a formas de transporte nuevas, más amigables con el medio ambiente, eligiendo entre una gama de vehículos “ACES”: Autónomo; Conectado; Eléctrico; Compartido (Shared). El stock de vehículos eléctricos ya ha crecido sustancialmente, de 17.000 unidades en 2010 a 7,2 millones en 2019 y se espera que la demanda futura se amplíe significativamente.
Mientras que la adopción generalizada de ACES es imparable y bienvenida, se espera que tome años, si no décadas. Hay que esperar a la proliferación de soluciones de redes móviles que pueden alimentar la tecnología necesaria para los vehículos autónomos, nuevas técnicas de fabricación y mejores diseños.
Gabriela Álvarez destacó que, en este contexto, “los negocios deben jugar un papel prominente impulsando nuevas soluciones de movilidad más accesibles (más allá de las grandes ciudades), inclusivas y ciberseguras en el futuro. Aquellos que fomenten la innovación para visualizar lo que será la movilidad dentro de 20, 40 o incluso 60 años a partir de ahora, y los que hagan las inversiones progresivas en soluciones respetuosas con el medio ambiente, alcanzarán una posición competitiva en el futuro”.
3. La tecnología aumenta la economía autosuficiente
Incluso antes de que la crisis de 2020 golpeara, la gente estaba buscando un estilo de vida más autosuficiente. Una de las razones de esto es la creciente influencia de la población más joven. A través de los 14 países analizados en el estudio, el 60% de la población era menor de 40 años, un total de 2.200 millones de personas. Producto de la pandemia, la tasa de desempleo entre los jóvenes ha alcanzado niveles históricos a nivel mundial.
Ese contexto ha reforzado una tendencia que ya se estaba desarrollando en los últimos años: la población más joven tiene el potencial de inaugurar una nueva era de “microempresarios”. Esta generación de expertos en tecnología digital buscará nuevos canales de ingresos impulsados por las tecnologías asequibles. Usando sus habilidades e intereses adaptados a las nuevas tecnologías, abrazarán nuevas y más flexibles formas de trabajos (por ejemplo, especialista en contenidos digitales, aumento de creador de filtros de realidad, productor de video eLearning).
Gabriela Álvarez resaltó que “para atraer a la futura fuerza de trabajo de los microempresarios, las empresas tradicionales necesitan impulsar un propósito con consciencia social y repensar fundamentalmente su estrategia para atraer talento”.
4. Crece la necesidad de hábitats inteligentes
La demanda de “hábitats más inteligentes” está creciendo con fuerza en los países. Se trata de barrios residenciales que, habilitados por la tecnología, ofrecen una vida más vibrante, versátil y sostenible. El pre-requisito clave para los espacios urbanos más conectados no es solo la recolección y análisis de datos. Quienes busquen avanzar hacia la ciudad inteligente deben encontrar el modelo adecuado para el uso y la protección de la información personal de la gente.
La Directora de Accenture Interactive explicó que “más allá del manejo responsable de los datos, se deben impulsar elementos clave de los hábitats más inteligentes como una red hiperconectada de 5G, el internet de las cosas y una infraestructura de energía renovable. Las oportunidades para las empresas son infinitas”.
5. El reforzamiento de la economía local
El cierre de fronteras y bloqueo de países durante el 2020 provocó disrupciones masivas en las cadenas de suministro mundiales. La seguridad de contar con alimentos se convirtió en una preocupación para los ciudadanos de todo el mundo. Esto generó un importante crecimiento de las compras de productos locales, ya que los consumidores buscaban confianza, autenticidad y la conexión personal. En el futuro, las personas prestarán más atención a la escasez de recursos y los impactos que sus hábitos de gasto tienen en las comunidades locales. Exigirán mayor transparencia a los proveedores, especialmente cuando se trata del origen de los productos.
Gabriela Álvarez resaltó que “este no es el final de las cadenas de suministro mundiales. Más bien, es el comienzo de un nuevo equilibrio. Las empresas deben responder mejorando significativamente la transparencia y resiliencia de su cadena de suministro (por ejemplo, con la ayuda de analytics), y doblando los modelos de negocio que son responsables por diseño (mezclando la ética con fines de lucro). Como resultado, muchas empresas necesitarán reevaluar sus marcas, para asegurarse de que pueden cumplir con la nueva la transparencia y las exigencias de responsabilidad”.
La experta agregó que “un futuro próspero para nuestra sociedad será uno en el que se prioriza el progreso humano y la sostenibilidad ambiental junto con el crecimiento económico. El papel de las empresas será crear las condiciones adecuadas aprovechando el ingenio humano y las tecnologías actuales, desde inteligencia artificial, el internet de las cosas hasta blockchain, para que más personas en nuestras sociedades puedan acceder y disfrutar de los estilos de vida emergentes. La realidad es que muchas de las tecnologías necesarias para permitir tales los estilos de vida ya están disponibles y las empresas tienen hoy la oportunidad de impulsarlas para crear una mejor forma de vida en los próximos años”.
Lee el estudio en https://tinyurl.com/trur8hcr