Son parte de la vida cotidiana de los chilenos. Las cifras así lo demuestran: ya a fines de 2007 existían 14,6 millones de celulares en el país, abarcando un 93% de la población nacional; es decir, 9 de cada 10 chilenos poseía un teléfono móvil. A fines de 2008, se alcanzaron los 15,88 millones, según datos entregados por las principales firmas del sector. Estamos hablando de casi un equipo por persona respecto del número de habitantes del país y una tasa de penetración del 100%. ¿Qué viene ahora? Ya habituados al uso del celular, estamos frente a una masa de consumidores que exige más. La respuesta es clara, y viene de la mano de una nueva clase de celulares inteligentes. Es así como los smartphones ganan terreno, pues ofrecen al usuario una experiencia completa, integrando capacidades multimedia y de oficina móvil.
En el mercado de la tecnología y, aún más, de la telefonía móvil, los clientes van exigiendo la integración de nuevas funcionalidades a sus equipos. “Los usuarios parecen no ceder respecto a sus expectativas por un dispositivo más robusto que cumpla con sus necesidades. A pesar de que la venta de celulares tradicionales cayó en el último trimestre de 2008, la de dispositivos portátiles inteligentes creció en un 12%”, asevera Roberto Pinzón, Gerente de Equipos Móviles del Grupo de Sistemas Personales (PSG) de HP para el Cono Sur.
La tendencia mundial apunta en la misma dirección. Según un estudio de la consultora Gartner, para el 2009 la suma de smartphones ascenderá a 200 millones de unidades y para el 2012 a más de 1.000 millones, reemplazando poco a poco a los celulares estándares. Claramente estamos frente a una demanda que va ‘in crescendo’. “Y Chile no quedará ajeno a esta tendencia -según Oscar Ortigosa, Director Comercial del Area Mobile Devices de Motorola- ya que es uno de los países líderes en la incorporación de smartphones a nivel latinoamericano”, sólo superado por naciones como Venezuela, Brasil y México.
Más y mejor
Hoy la tendencia en boga es la convergencia, un concepto que ha llevado a que los usuarios de tecnología prefieran dispositivos multifuncionales: un ‘todo en uno’ que sirva para divertirse, comunicarse o trabajar, es decir, más y mejores aplicaciones.
“El consumidor chileno del segmento profesional cada vez está requiriendo equipos más sofisticados con los que no sólo pueda comunicarse, sino también revisar el correo electrónico, editar archivos y navegar por Internet, entre otras funcionalidades”, agrega el ejecutivo de Motorola.
Juan Cardona, Gerente de Relaciones Comerciales de RIM, subraya que “el crecimiento en la demanda de este tipo de equipos ocurre en el mercado corporativo, pero también en el masivo. Globalmente, más de un 60% de los nuevos usuarios de los servicios BlackBerry no vienen del sector empresarial”.
Para el segmento corporativo, mejorar la productividad y reducir costos son algunas de las promesas de estos terminales inteligentes, muy ‘ad hoc’ a los requerimientos actuales de los ejecutivos que solicitan tener la ‘oficina en el bolsillo’. “Qué mejor herramienta que el smartphone, que les permite manejar contactos, agenda, documentos y correo electrónico, todo desde un pequeño equipo que se puede llevar a todos lados”, asevera Oscar Ortigosa.
Las vallas
No obstante el mercado va creciendo, aún hay algunos elementos que retrasan un poco esa curva ascendente. Por ejemplo, a juicio de Roberto Pinzón, “si bien estos celulares se han incorporado de forma masiva dentro del mundo ejecutivo, todavía no hay conciencia del nivel de eficiencia que implica la utilización de estas herramientas en el campo operacional, siendo principalmente usados dentro de los puestos directivos de las empresas”.
Asimismo, los proveedores coinciden en que el factor precio -tanto de los planes de datos como de los equipos- sigue siendo aún una de las ‘vallas por saltar’ para una mayor penetración de estos dispositivos inteligentes.
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Falta una estrategia de movilidad corporativa, a juicio del ejecutivo de HP. “Internamente las compañías no tienen establecido un planeamiento que les permita a los trabajadores utilizar este tipo de herramientas como parte de una visión móvil comercial”, señala y agrega que “éstas deben comenzar a prepararse para incorporar un mayor número de trabajadores móviles”.
Para el ejecutivo de RIM, “también existe falta de conocimiento de lo que se puede llegar a hacer con un smartphone: la libertad de estar siempre conectado con seguridad sin necesidad de estar presente en la oficina”. Pero precisamente todas estas características que hacen atractivos a los smartphones son las que, de acuerdo a Oscar Ortigosa, algunas personas se rehúsan a utilizar. “El estar conectado al mail las 24 horas, por ejemplo, puede ser motivo de estrés para algunos, es por eso que ciertos usuarios pueden poner trabas a contar con este tipo de teléfonos”, explica.
El mercado responde
Chatear, realizar una videoconferencia, ver videos, tomar fotografías, bajar música, navegar por Internet, editar archivos para una presentación, revisar el correo electrónico laboral, organizar la agenda y, por supuesto, hablar. Todo eso y más es lo que un smartphone hoy permite. Y es que los ejecutivos demandan y el mercado responde. Por eso, la tendencia apunta a incorporar cada vez nuevos avances, en modelos más livianos, con pantallas táctiles, mayor velocidad de procesamiento y alta autonomía. ¿El objetivo?: proveer al usuario de una experiencia positiva, grata, enriquecedora.
La velocidad de transmisión de datos es otro tema recurrente, “así que es algo que veremos evolucionar paulatinamente. Se observará también un mayor uso de redes sociales a través de estos equipos. Además, está la facilidad que ofrecen para adaptarse a las necesidades de cada usuario, incorporando aplicaciones”, afirma el ejecutivo de RIM.
Son precisamente las aplicaciones, tanto para las empresas como para los usuarios, y tanto las desarrolladas por los fabricantes de dispositivos como las de las operadoras de telefonía celular, las que de acuerdo a los entendidos serán un factor determinante para una mayor penetración de los smartphones.
Se trata de aplicaciones o servicios que responden a necesidades específicas del usuario y su negocio, “como por ejemplo, programas para levantar pedidos, consultas de inventarios, gestión para mejoramiento de las relaciones con clientes, sistemas de cobranza, mapas de localización, bases de datos, hojas de cálculo u otras”, enumera el ejecutivo de Motorola.
“El progreso de los celulares se va hacer más notorio en el campo de las aplicaciones, entregando una mayor variedad y potencia, permitiendo una amplia interacción y pareciéndose cada vez más a los notebooks”, precisa Roberto Pinzón. Algo así como un minicomputador, que facilitará la vida a quienes los utilicen.
“Y es que los desarrolladores de contenido saben que éste es un nicho con un potencial de crecimiento enorme. Por tanto, los empresarios que necesiten una aplicación en particular se pueden acercar a su proveedor de servicio”, asegura Luis Cardona.
Según la consultora ABI Research, el mercado de smartphones crecerá desde un 10% del total de celulares vendidos en el 2007 hasta un 31% en el 2013, lo que implica que en el futuro uno de cada tres usuarios poseerá un teléfono móvil inteligente. En Chile, para este año se espera un crecimiento de cerca de un 10%. Y es que los usuarios, sin duda, no darán tregua con respecto a sus expectativas por un dispositivo cada vez más avanzado que les permita llevar la ‘oficina en el bolsillo’.