Por Mario Yañez, Gerente General de GPS Chile.
El pasado 31 de agosto se inauguró en China la Convención Mundial de 5G 2021, iniciativa que buscaba discutir la futura implementación de la tecnología 5G en los campos de la industria, la economía y la innovación. China se está posicionando en los primeros puestos cuando se trata de 5G con 993 mil estaciones base de 5G ya instaladas, más de 392 millones de hogares conectados y más de 10 mil casos de aplicación de 5G en 22 industrias importantes de la economía local (acero, energía eléctrica y minería).
Dentro de los resultados obtenidos hasta ahora, destaca que esta nueva generación de tecnología de la información -representada por el internet móvil, la inteligencia artificial, la analítica de datos en todas sus formas (cognitiva, Machine Learning, Deep Learning y otros) y la supercomputación – genera un impacto significativo y de largo alcance en el desarrollo económico, pero también en la mejora de la calidad de vida de las personas, el medioambiente y la ecología.
Es en este punto es donde quiero ahondar, pues el Covid-19 nos expuso las debilidades y oportunidades de la cadena de suministro, tras la explosiva masificación del e-commerce, dejando en claro que la logística actual tiene varias oportunidades de mejora para afrontar exigencias que van de más a más. ¿La principal? Un consumidor exigente, conectado, dispuesto a pagar más por un mejor servicio y por productos o procesos productivos sostenibles y ecológicos. Como muestra el EY Future Consumer Index, publicado en mayo 2021, menciona que el 48% de los consumidores globales dicen que el medio ambiente y el cambio climático serán prioridades al momento de decidir cómo vivir y qué productos comprar.
La oportunidad está a la vista: la irrupción del 5G logrará responder a dichas demandas, pues permitirá que la cadena de suministro sea digital y autónoma, con una conectividad de información en tiempo real, con una data más precisa y con una gama mayor de fuentes de información; esto nos ayudará a a reducir costos de venta y gastos asociados, ser más eficientes, aumentar la seguridad y desde luego a mejorar los tiempos de servicio y calidad de la experiencia.
También tendremos la posibilidad de incorporar la electromovilidad. No podemos olvidar que el sector transporte es uno de los principales consumidores de energía fósil a nivel mundial y, por ende, uno de los que tiene el mayor impacto en el medioambiente. En un estudio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile realizado el año 2019, en el que como GPS Chile participamos y apoyamos como empresa, concluye que los automóviles con energía eléctrica son de 3 a 4 veces más eficientes que el auto convencional, lo que a largo plazo se traduce en seguridad energética, salud pública y clima. Y, si a eso sumamos la percepción positiva por parte del consumidor al saber que su pedido fue entregado en vehículos sustentables, el resultado es un ganar -ganar para la sociedad, el medioambiente, empresa y consumidores.
Y entonces, qué necesitamos para avanzar en esta línea. Cooperación, Coordinación y Tecnología. Sí, un cambio como el propuesto implica un proceso de aprendizaje constante, por lo que todas las empresas y organizaciones que participan en la cadena debemos trabajar en conjunto en la planificación y ejecución.
La necesidad de compartir información entre todas las partes será fundamental para conseguir el éxito, logrando así homologar un estándar, donde todos hablemos el mismo idioma y tengamos como objetivo entregar un servicio de calidad y contribuir con la sostenibilidad del planeta. Pienso que es posible, traigo a mi mente el modelo referente de Amazon, quien utiliza tecnología, supervisión, contacto directo con clientes, gestión de la última milla y más. ¿Es posible? Absolutamente, solo necesitamos voluntad, la tecnología ya existe.
