Chile se encuentra en la fase más avanzada de despliegue de la infraestructura 5G en América Latina, con operadores que ya ofrecen servicios desde diciembre de 2021 y con compromisos de expansión de sus redes a nivel nacional.
Según el programa gubernamental, las empresas que ganaron las licencias de 5G deben dar cobertura al 90% del país con un total de 9.000 antenas en los próximos tres años, proporcionando por primera vez banda ancha móvil de alta velocidad a 366 municipios.
Pero el 5G no se limita a ofrecer mayores velocidades a los usuarios cotidianos, sino que beneficia a distintos segmentos de la economía. La baja latencia que ofrece el 5G permitirá a muchas industrias utilizar dispositivos conectados, como la llamada Internet de las Cosas (IoT), para actuar sobre los datos en tiempo real, mejorando la eficiencia. Los sectores de la salud y la educación, en particular, serán de los primeros en beneficiarse de esta nueva tecnología.
El sector salud
Salud es una categoría amplia que incluye desde la telemedicina, los sistemas de monitoreo remoto de pacientes en casa, y los relojes inteligentes que detectan anomalías, hasta las ambulancias conectadas que pueden utilizar la analítica para procesar datos en tiempo real y que podrían salvar vidas.
Los casos de uso del 5G dentro de los centros sanitarios que se pueden implementar son para el seguimiento de activos (localización de equipos); para la conectividad de dispositivos (tabletas, computadores portátiles) para la entrada de datos; para la captura automatizada de datos biométricos de los pacientes (IoT), como con los monitores cardíacos; y para la cirugía a distancia. Esto último podría ser fundamental en un país como Chile, con una geografía dispersa y personas que viven lejos del hospital más cercano. Las redes 5G también alivian la presión sobre las redes Wi-Fi de los hospitales que están conectadas a equipos que salvan vidas, sobre todo con el nivel de propagación de la Banda de 700 MHz que ayuda a tener un nivel superior de cobertura.
La pandemia mundial de Covid-19 ha sido un catalizador para la rápida adopción de la innovación en la asistencia sanitaria y ha impulsado muchos casos de uso fuera de las instalaciones sanitarias. La conectividad fue clave para realizar citas médicas a distancia mediante videollamadas, lo que resulta especialmente beneficioso para los pacientes de edad avanzada que tienen dificultades para llegar a los centros de salud y, también para los pacientes aislados, pues pudieron mantenerse en contacto con sus familias a través de las herramientas de conectividad móvil.
Sin embargo, la adopción del 5G también conlleva sus retos. Como aún está en sus inicios, esta debe madurar todavía sus casos de uso y la convergencia con otras redes. ¿Qué pasaría si hubiera un fallo en la red durante una cirugía a distancia, por ejemplo? También es difícil sopesar con precisión el costo del uso de esta tecnología frente al beneficio. Asimismo, la telemedicina podría enfrentarse a obstáculos específicos, como la preocupación por la responsabilidad y el cumplimiento de la normativa.
Por eso, a corto plazo, el sector se centrará probablemente en los casos de uso más sencillos que ofrecen un valor probado. Esto incluye el monitoreo remoto de pacientes 24/7 para conocer sus signos vitales en tiempo real. Y las consultas por video en directo, en las que los pacientes pueden recibir una atención de calidad, independientemente de su ubicación.
Educación
La educación fue uno de los sectores que más disrupción experimentó durante la pandemia, ya que las escuelas, los profesores y los estudiantes se vieron obligados a digitalizarse rápidamente y adaptarse a las clases en línea.
La pandemia empujó a muchas familias a actualizar sus dispositivos de consumo para adaptarse a la nueva normalidad y 2021 fue un año récord para las ventas de teléfonos inteligentes, tabletas y PCs portátiles, con un crecimiento del 41,50% en términos de dólares constantes, según IDC. Los estudiantes se acostumbraron a trabajar con aplicaciones en línea y a imprimir en menos papel o no hacerlo.
También se expuso la necesidad de contar con una banda ancha fiable (fija y móvil) y de alta velocidad en todo el país y se dejó al descubierto la brecha de desigualdad entre los estudiantes que tienen acceso a computadores y a una buena banda ancha en casa y los que no. Uno de los mayores beneficios del 5G para el sector educativo será la innovación en términos de aplicaciones de colaboración de estudiantes, así como también de repositorios colaborativos, ya que será el soporte robusto que garantizará que todo funcione mejor, que las aplicaciones no se detengan y que el usuario tenga una buena experiencia, independientemente de su ubicación geográfica.
Otros beneficios que veremos son aprendizaje a distancia, banda ancha mejorada para grandes campus, clases inmersivas a través de AR/VR, aulas interactivas inteligentes y alta capacidad para el streaming de video. El 5G también conducirá al crecimiento del uso de otras tecnologías como la computación en la nube, la Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, la analítica y la ciberseguridad.
Por otro lado, actualmente nos enfrentamos a uno de los mayores retos, que el despliegue de la tecnología 5G continúe sin interrupciones, pues el conflicto entre Rusia y Ucrania podría provocar retrasos en la entrega de tecnología clave para esta infraestructura, así como agravar la subida de precios.
En definitiva, la convergencia de las tecnologías y el acceso ubicuo al 5G crearán un círculo virtuoso de innovación y romperán las barreras del aprendizaje para todos, independientemente del entorno socioeconómico o la ubicación geográfica.