Widefense destaca importancia de continuidad operativa

Publicado el 02 Mar 2014

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La continuidad operativa es clave en el éxito de una organización, y son diversos los factores que podrían afectar su normal funcionamiento, tales como cortes de energía, fallas en hardware y/o software, errores humanos, factores externos (sabotajes, terremotos, incendios, inundaciones, etc.), ausencia de control sobre los proveedores que brindan soporte y fuga de información, entre otros.

Al respecto, Kenneth Daniels, Gerente General de Widefense, afirma que, actualmente, la mayoría de las compañías depende de las TICs para cumplir con su respectiva misión, razón por la cual no se debe improvisar en esta materia.

“Es fundamental que las organizaciones y empresas dispongan de un programa de Continuidad de Negocios, pues la dependencia de los sistemas informáticos es cada vez mayor y una sola interrupción podría afectar negativamente su imagen y causar un impacto financiero que las conduzca a la quiebra”, manifiesta.

El ejecutivo agrega que gran parte de las interrupciones de los negocios podrían evitarse si, de manera organizada, las instituciones se enfocaran en la prevención y no en la reacción, apoyándose en los servicios expertos de firmas como Widefense.

“Muchas organizaciones piensan que con tener los servicios “en la nube”, o bien poseer una estrategia documentada, están a salvo. No obstante, la continuidad del negocio es una cultura que debe vivirse, pues es la existencia del negocio mismo la que está en juego y Widefense ha ayudado a muchas organizaciones a alcanzar un alto nivel de tranquilidad y confianza, implementando este tipo de estrategias, para garantizar un servicio transparente y eficiente”, destaca.

En este sentido, Widefense pone a disposición de las organizaciones un servicio de consultoría que permite determinar los procesos de misión crítica para la operación, identificar los riesgos que puedan ser causa de interrupción- para diseñar y establecer una estrategia de continuidad y recuperación del negocio- y, finalmente, comprobar su funcionamiento mediante una simulación de crisis.

Dichas tareas, según Widefense, se llevan a cabo mediante dos etapas: Estudio y Diseño del Programa, e Implementación y Evaluación.

“La primera fase establece las bases que constituirán el punto de partida hacia una estrategia de continuidad del negocio. Se inicia con un levantamiento fino de la información de la empresa y los componentes tecnológicos que soportan la operación de la misma. Se determinan los riesgos actuales y los niveles aceptables de estos para la organización y, posteriormente, se sugiere la estrategia adecuada que garantiza la continuidad y recuperación del negocio”, sostiene Daniels.

Respecto a la etapa de Implementación y Evaluación, explica que, dado que la primera fase ha establecido los precedentes para la implementación de la estrategia de “continuidad del negocio”, los insumos anteriores le darán al negocio la capacidad de decidir hasta qué punto consideran mitigar, asumir y/o tercerizar el riesgo existente. Para cualquiera de los tres escenarios es necesario definir y plasmar, tanto en documentos como en la cultura organizacional, la estrategia oficial del negocio. Además, ella debe ponerse en práctica para garantizar su funcionamiento ante una crisis rea

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Redacción

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