Pese a que la ciudad en las alturas y los autos voladores no se volvieron realidad, mucho de lo que eran solo fantasi´as en los dibujos animados, hoy forma parte de nuestra realidad. Pareci´a improbable que llega´ramos a leer las noticias del di´a en una pantalla como lo haci´a el padre de la familia espacial, pero las revisamos desde tablets o notebooks. Las videollamadas, que pensa´bamos eran muy innovadoras, son una forma de comunicacio´n usual, donde incluso los relojes que permiti´an ver videos o hacer llamadas se materializaron en los llamados smartwatches, o relojes inteligentes.
Aunque no compartimos nuestros espacios con empleados robo´ticos, es posible afirmar que el futuro llego´. Wearable Devices, como son llamados los accesorios conectados que llevamos junto al cuerpo que pueden medir frecuencia cardi´aca, presión sangui´nea o cantidad de pasos, por ejemplo, y electrodomésticos inteligentes, como televisores y aspiradoras auto´nomas, son avances que esta´n en el mercado y se incorporan a nuestra cotidianeidad. Con distintas funcionalidades, estos dispositivos conforman una red de “cosas”, independientes entre sí, que son capaces de comunicarse entre ellas sin la interacción humana de por medio, esto mediante conectividad por Internet. Esta es la definición que IDC le da a la Internet de las Cosas (cuya sigla en ingle´s es IoT, en referencia a Internet of Things).
Un nuevo enfoque de seguridad y privacidad
Hay 13.000 millones de “cosas” conectadas en el mundo, y hasta 2020 la proyección es que sean 30.000 millones, segu´n datos de la consultora. Con el crecimiento de la oferta, la transformación va acelerada. Con las casas inteligentes, por ejemplo, ya se pueden controlar a distancia aspectos como iluminación, climatización, información sobre fugas de gas y entrada de personas, adema´s de ítems como el refrigerador que le avisa a su dueño cuándo se debe ir a comprar.
La naturaleza de las soluciones de IoT, la forma como son implementadas y el tipo de datos que generan y consumen, requieren un nuevo enfoque de seguridad y privacidad. Los riesgos planteados por un ambiente complejo y poco familiar avanzan de forma muy ra´pida.
En una encuesta realizada por Symantec, el 68% de los entrevistados afirmó que negociaría su privacidad para utilizar gratuitamente una aplicación. “Eso es sumamente alarmante, dado que las personas todavía no tienen suficiente conciencia sobre hacia dónde va esa información. “A muchos consumidores les preocupa la seguridad, pero iro´nicamente la mayoría esta´ dispuesta a permitir el acceso a su informacio´n personal”, expresa Juan A´vila, Director de Ingeniería y Preventa de Symantec. “Tenemos leyes que protegen datos, pero como usuarios debemos empezar a educarnos”, resalta.
Un estudio de Symantec identifico´ que 20 de 100 aplicaciones de salud -sector en el cual cada vez hay ma´s dispositivos conectados- transmiten información personal de usuarios, logins y passwords sin cifrar. Ma´s de 50 de ellas no disponi´an de poli´ticas de privacidad y cada una se conectaba, en promedio, a 5 dominios distintos para servicios de advertising y analytics.
Mayor información en el whitepaper “La Seguridad de La Información en la Era del IoT”, www.symantec.com