Romina Maejo, Manager, Product Marketing Sovos Latinoamérica.
El ciberdelito se ha convertido en una amenaza continua. Desde archivos maliciosos que instalan virus en los computadores, hasta mensajes con links (phishing) que capturan y roban información desde dispositivos móviles, las diferentes formas de vulnerar la seguridad de la información que se utilizan en los procesos digitales es un desafío que personas naturales y empresas deben enfrentar cada día. Este riesgo creciente se traduce en que las entidades bancarias, que intercambian información sensible a diario, deban aplicar mayores y mejores métodos para proteger a sus clientes, los datos que ellos comparten y las transacciones que realizan online.
Todas las compañías que cuentan con procesos de negocios digitales deben no solo invertir en hacer más eficientes y sólidos estos canales; también deben acceder a métodos de validación y de protección de la información de sus clientes y consumidores.
Los estándares contemplados por las distintas entidades bancarias y financieras en términos de ciberseguridad se han convertido en un diferenciador crítico. Por esta razón, a la hora de evaluar el servicio de una entidad financiera, no solo se deben contemplar los costos, eficiencia y cobertura. Hoy, el primer factor a considerar es conocer cuáles son sus métodos de seguridad y protección de clientes, transformándose este en un factor diferenciador de suma importancia para que el usuario decida si depositará su confianza.
Respaldo, implementación y autenticación
“Las entidades financieras se ven obligadas permanentemente a innovar e ir un paso delante de aquellos que buscan realizar fraudes. Si bien la digitalización ayuda, siempre se deben incrementar los controles transaccionales continuos -es decir, en tiempo real o casi real-, mejorar sus plataformas y utilizar varios métodos de comprobación de identidad de sus clientes al momento de efectuar transacciones en todas las plataformas habilitadas”, explica Romina Maejo, Manager, Product Marketing Sovos Latinoamérica.
“Para responder a estos desafíos, en Sovos contamos con métodos de validación y de verificación de personas cuyo objetivo es corroborar, a través de una serie de procedimientos con un alto porcentaje de certeza, quién firma, realiza una transacción, o bien, si es quién dice ser. La clave está en interpretar los riesgos transaccionales y a la persona detrás del dispositivo para alcanzar un correcto balance entre la seguridad y la experiencia del usuario, según lo amerite cada transacción”, añade Romina Maejo.
La especialista explica que Sovos considera tres puntos fundamentales al ofrecer métodos para brindar altos niveles de ciberseguridad: en primer lugar, respaldo seguro de la información: contar con soluciones validadas y certi- ficadas, que resguarden, sellen y encripten la información; en segundo lugar, la implementación adecuada, es decir, un correcto diseño de flujos, experiencia y comunicación entre los sistemas; y, en tercer lugar, la autenticación, lo que se traduce en aplicar mecanismos multifactoriales que consideren información del usuario, conocimiento, dispositivos y/o biometría.