En línea con su filosofía de satisfacer las necesidades de las personas por medio de la innovación e integración tecnológica, Samsung Electronics se pone a la cabeza de la biometría a través de soluciones que antiguamente solo eran posibles de imaginar a través de películas de ciencia ficción.
Realizar autentificación con un dedo ya era posible hace un tiempo en los smartphones y tablets top de línea de la compañía como Galaxy S7 y Galaxy el Tab S2, pero ahora se suma el bloqueo por reconocimiento de iris en el nuevo Galaxy Note 7 que está próximo a llegar a nuestro país.
Samsung es uno de los pioneros en incorporar tecnología biométrica a sus dispositivos, en una tendencia que crece a pasos agigantados, principalmente, por transformarse en uno de los sistemas más seguros y confiables en el mundo. En la actualidad, los dispositivos móviles se utilizan para transferir dinero, pagar cuentas e incluso para compartir información de la salud de los usuarios y la biometría parece ser la solución para disminuir riesgos.
“Siempre hemos trabajado por satisfacer las necesidades de las personas y eso es lo que nos ayuda a seguir innovando. Incorporar tecnología revolucionaria está en nuestro ADN y con el último lanzamiento, el Galaxy Note 7, dimos un gran paso en materia de innovación biométrica, originalidad de producto y avance tecnológico, insertando al mercado un dispositivo con tecnología de última generación, diseño superior y gran usabilidad”, explicó Eduardo Román, Director de Productos Móviles de Samsung Electronics Chile.
Una capa adicional de seguridad
En la actualidad, la utilización de biometría se ha convertido en un elemento clave en la seguridad de identidad de los usuarios, ya que el dedo o el ojo se convierten en su contraseña. Estos elementos son piezas muy útiles en una cadena completa de protocolos que fueron diseñados para proteger la identidad, la información personal y financiera de los usuarios.
Gracias a la innovación de Samsung, los usuarios pueden gozar de una capa adicional de seguridad, porque con la autentificación biométrica las personas se convierten literalmente en el password de su smartphone, reduciendo significativamente el tiempo de desbloqueo al no tener que introducir dígitos.
La tendencia apunta a un avance exponencial de la biometría, a través de la incorporación de nuevas alternativas de medición. En este sentido, el reconocimiento de iris, incorporado en el Galaxy Note 7, es considerado un gran avance en la adopción de la tecnología biométrica en actividades cotidianas. Asimismo, este reconocimiento ocular es 200 veces más seguro que la medición de huellas dactilares y cuando se combina con aplicaciones nativas como Samsung Knox, la tranquilidad de los usuarios está garantizada.
