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Resiliencia cibernética: Claves para enfrentar ciberataques y mantener la continuidad del negocio



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La resiliencia cibernética es clave para enfrentar amenazas avanzadas. Roberto Taborga, de ISecurity y la Alianza Chilena de Ciberseguridad, explica cómo integrar estrategias, tecnologías y cultura organizacional para proteger y sostener las operaciones críticas en entornos TI complejos.

Publicado el 13 jun 2025



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En un escenario digital cada vez más desafiante, la resiliencia cibernética se vuelve clave. Roberto Taborga, Asociado de la Alianza Chilena de Ciberseguridad y Gerente de Servicios Profesionales en ISecurity, detalla los pilares de este enfoque integral que combina prevención, respuesta y continuidad operativa ante ciberataques.

¿Qué es la resiliencia cibernética y en qué se diferencia de la ciberseguridad tradicional?

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Roberto Taborga, Asociado de la Alianza Chilena de Ciberseguridad y Gerente de Servicios Profesionales en ISecurity.

La resiliencia cibernética es la capacidad de una organización para prepararse, resistir, responder y recuperarse rápidamente de incidentes cibernéticos, minimizando su impacto sobre las operaciones, la reputación y los activos críticos.

A diferencia de la ciberseguridad tradicional, que se enfoca principalmente en prevenir ataques mediante herramientas como firewalls o soluciones EDR para bloquear malware, la ciberresiliencia adopta una visión más amplia y estratégica. No solo contempla esos controles técnicos, sino que también incorpora planes de continuidad y recuperación, la realización periódica de simulacros de ciberataques, la capacitación del personal en gestión de crisis, y la existencia de una estrategia de comunicación clara ante incidentes graves. En resumen, busca que la organización no solo esté protegida, sino preparada para continuar operando incluso bajo ataque.

¿Cuáles son los pilares esenciales de una estrategia de ciberresiliencia empresarial?

Una estrategia sólida de ciberresiliencia empresarial va más allá de proteger sistemas: se trata de asegurar que la organización pueda responder, adaptarse y recuperarse rápidamente ante ciberincidentes sin comprometer su operación crítica ni su reputación.

En ese sentido, los pilares clave que componen la resiliencia cibernética son:

  • Gobernanza y gestión del riesgo.
  • Visibilidad y control del entorno.
  • Arquitectura de seguridad adaptativa (Zero Trust).
  • Capacidad de detección y respuesta ante incidentes.
  • Planificación y continuidad operativa.
  • Cultura organizacional y ciberconciencia.
  • Gestión de proveedores y cadena de suministro.
  • Capacidad de recuperación y aprendizaje post-incidente.

¿Cómo se mide el nivel de resiliencia cibernética de una organización?

Diversos estudios de firmas como BCG, IBM, PwC, Statista y el World Economic Forum revelan una preocupante brecha entre la percepción de preparación cibernética y la realidad operativa de las organizaciones. Mientras muchas empresas creen estar listas para responder a ciberincidentes, los datos muestran un rezago significativo en simulacros reales, recuperación tras ransomware y gestión del riesgo de terceros. El siguiente gráfico resume estas discrepancias clave y visualiza los desafíos críticos que frenan la resiliencia cibernética a nivel empresarial global.

Medir el nivel de resiliencia cibernética implica evaluar la capacidad para anticipar, resistir, responder y recuperarse frente a amenazas cibernéticas. Esta medición no se basa solo en tecnología, sino también en procesos, personas y gobernanza.

Para evaluar el nivel de resiliencia cibernética de una organización, se pueden considerar los siguientes elementos.

  • Evaluaciones de riesgo cibernético: Identificar amenazas y vulnerabilidades para determinar el impacto potencial.
  • Índices de madurez en ciberseguridad: Modelos como el IMC (Indicadores para la Mejora de la Ciberresiliencia) permiten diagnosticar la capacidad de respuesta.
  • Monitoreo de incidentes: Analizar la frecuencia, gravedad y tiempo de recuperación de ataques cibernéticos.
  • Pruebas de pentesting y simulaciones: Evaluar la efectividad de los controles de seguridad mediante ejercicios como red teaming.
  • Cumplimiento normativo: Verificar la alineación con estándares como ISO 27001, NIST CSF o regulaciones de protección de datos.
  • Capacitación y concienciación: Medir el nivel de preparación del personal ante amenazas cibernéticas.
  • Impacto financiero: Evaluar el costo de los incidentes y la inversión en seguridad.

¿Qué errores comprometen la resiliencia cibernética y cómo evitarlos?

Muchos incidentes cibernéticos que generan un alto impacto operativo y reputacional podrían haberse evitado si se hubieran gestionado adecuadamente los errores comunes que comprometen la ciberresiliencia. A continuación, se detallan algunos ejemplos junto con las recomendaciones para evitarlos:

  1. Enfoque excesivo en la prevención y olvido de la recuperación
    • Error: Confiar solo en firewalls, antivirus, EDR, etc., sin planes de respuesta y recuperación.
    • Solución: Implementar y probar regularmente un plan de respuesta a incidentes (IRP), continuidad del negocio (BCP) y recuperación ante desastres (DRP).
  2. Falta de inventario actualizado de activos y dependencias
    • Error: No conocer qué sistemas, servicios o proveedores son críticos.
    • Solución: Mantener un inventario dinámico de activos, datos, procesos y sus interdependencias.
  3. Ausencia de microsegmentación y privilegios mínimos
    • Error: Accesos excesivos y redes planas permiten movimiento lateral rápido del atacante.
    • Solución: Aplicar principios de Zero Trust, control de acceso basado en roles (RBAC), y microsegmentación.
  4. Capacitación insuficiente al personal
    • Error: Los usuarios son vulnerables al phishing y errores operacionales.
    • Solución: Programas continuos de concienciación, simulacros de phishing y formación específica por rol.
  5. Backups incompletos o no verificados
    • Error: Respaldos que no cubren todos los sistemas críticos o que no pueden restaurarse a tiempo.
    • Solución: Automatizar Backups inmutables, verificar restauraciones regularmente, y alinear los RPO/RTO.
  6. Tiempos de detección y respuesta demasiado largos
    • Error: Falta de visibilidad, monitoreo o automatización.
    • Solución: Integrar SIEM, EDR/XDR, y aplicar detección basada en comportamiento.
  7. Subestimar los riesgos de terceros
    • Error: No evaluar ni monitorear la ciberseguridad de proveedores críticos.
    • Solución: Establecer un programa de gestión de terceros con evaluaciones de riesgo.
  8. Falta de alineación entre TI, negocio y liderazgo
    • Error: La resiliencia se ve como un problema técnico, no estratégico.
    • Solución: Integrar la resiliencia cibernética en la gobernanza corporativa y reportar métricas a nivel ejecutivo.
  9. No aprender de incidentes pasados
    • Error: No se analizan incidentes previos.
    • Solución: Realizar análisis post-mortem estructurados y aplicar lecciones aprendidas.

¿Cómo se integra la ciberresiliencia en los planes de continuidad del negocio y recuperación ante desastres?

La resiliencia cibernética no es un reemplazo, sino un complemento estratégico clave que potencia los planes de continuidad del negocio (BCP) y los planes de recuperación ante desastres (DRP). Mientras que los BCP/DRP tradicionalmente estaban enfocados en fallos físicos o eventos naturales, hoy deben también abordar amenazas cibernéticas complejas, como ransomware, filtraciones de datos y ataques a la cadena de suministro.

Hoy en día, ¿qué tecnologías fortalecen la resiliencia cibernética?

En el contexto actual, donde los ciberataques son más sofisticados y persistentes, varias tecnologías emergentes y consolidadas están jugando un papel clave en el fortalecimiento de la resiliencia cibernética. A continuación se describen las más relevantes:

  • Zero Trust: Arquitectura que niega confianza por defecto, controla accesos y limita el movimiento lateral dentro de la red.
  • Inteligencia Artificial y Machine Learning: Detectan anomalías y amenazas en tiempo real en base al análisis del comportamiento para acelerar la respuesta.
  • XDR (Extended Detection and Response): Integra datos de múltiples fuentes para ofrecer una detección y respuesta coordinada y eficaz.
  • Backups inmutables y Cyber Recovery: Garantizan restauración segura y confiable ante ataques como ransomware.
  • EDR/NDR: Monitorean y responden a amenazas en endpoints y redes para contener ataques tempranamente.
  • PAM (Privileged Access Management): Controla y supervisa accesos privilegiados para evitar abusos en momentos críticos.
  • Microsegmentación y SDN: Aíslan sistemas para minimizar el impacto y propagación de ataques.
  • SOAR: Automatiza la respuesta a incidentes para reducir tiempos y errores humanos.
  • Gestión de vulnerabilidades e inteligencia de amenazas: Permiten anticipar y priorizar riesgos para reducir la superficie de ataque.
  • SASE/SSE: Proporcionan seguridad integrada para entornos cloud y usuarios remotos.
  • Medición de efectividad de controles, como una mirada dinámica y automatizada de medir la eficiencia de los controles simulando ataques reales reproduciendo las técnicas, tácticas y procedimientos de actores de amenazas.

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