Pharming o la nueva forma de estafar por Internet

A US$3.700 millones ascienden las pérdidas por fraudes a través de Internet. Las cifras entregadas por la Brigada del Cibercrimen transparentan que ya, hasta agosto pasado, se ha producido un 73% del total de fraudes realizados en el 2010, y entre los delitos más recurrentes se encuentra el pharming.

Publicado el 31 Oct 2011

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A US$3.700 millones ascienden las pérdidas por fraudes a través de Internet. Las cifras entregadas por la Brigada del Cibercrimen transparentan que ya, hasta agosto pasado, se ha producido un 73% del total de fraudes realizados en el 2010, y entre los delitos más recurrentes se encuentra el pharming.

Pharming es una de las formas de estafa que desvía al usuario desde el sitio original hacia uno de apariencia similar, que busca obtener las claves de éste. Hay que poner atención porque el sitio puede ser idéntico al original, e incluso imitar su URL.

Y esto es vital ya que, según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, más de 2 millones de chilenos realizan trámites bancarios mediante Internet. Además, acorde a cifras entregadas por BitWizards, en Chile el promedio de compras realizadas vía comercio electrónico en el 2010 fue de US$152 por habitante.

Miguel Cisterna, Especialista en Seguridad de Global Crossing, comenta que existe una serie de medidas que pueden disminuir el riesgo de ser víctima de este delito. Sin embargo, hace hincapié en que la más importantes es “mantenerse informado y actualizado, investigar estos temas y tener un papel activo en la protección de la información”.

Con lupa en el navegador

El profesional da una serie de recomendaciones para evitar caer en manos de los ciberdelincuentes.

• Actualice sus claves bancarias, utilice una que sea simple de recordar, pero no considere su nombre, el de su mascota, su cumpleaños o el clásico 1234. Tampoco las anote en ningún documento.

• Nunca envíe contraseñas ni datos de tarjetas de crédito, cuentas bancarias o similares por e-mail. Ninguna entidad seria se los solicitará por ese medio. Y si recibe un correo que parece legítimo y requiere ese tipo de información, no envíe esos datos.

• Cuando quiera ingresar al sitio web de su banco, digite la URL en el navegador, no la copie y pegue de algún e-mail.

• No use la opción “guardar contraseña” en las pantallas iniciales de sitios de Internet.

• Fíjese en los íconos de seguridad. Suele ser un candado en la barra del navegador o en que la URL comience con HTTPS.

• Actualice periódicamente su antivirus y antispyware, así como los parches de seguridad de su(s) navegador(es).

• Mientras más software tenga a su disposición (firewall, antivirus, antispam, detección de intrusos, etc.) menor será el riesgo al que se verá expuesto, pero nunca utilice software ilegal para protegerse.

• Desconfíe de las aplicaciones que prometen mostrarle quiénes lo han eliminado de alguna red social.

• Desconfíe de regalos, concursos o promociones fáciles de obtener, y no responda a mensajes que solicitan datos en forma urgente.

• Desconfíe de los enlaces. Verifique el dominio al cual apunta un link antes de hacer click o enviar datos a un e-mail.

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Redacción

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