De acuerdo con el Informe sobre el Estado del Fraude Omnicanal 2023 de TransUnion, el peligro de fraude aumentó durante el último año y el riesgo de ciudadanos y empresas en estos momentos es mayor al de 2019, antes de que estallase la pandemia de coronavirus.
El informe indica que un 4,6% de las transacciones digitales realizadas a nivel mundial por los consumidores cuenta con la sospecha de fraude. Aunque esa cifra correspondiente a 2022 está en línea con la situación de 2019, ahora el número de transacciones es mayor, por lo que el número total de transacciones que son sospechosas de fraude también ha crecido. Los intentos de fraude aumentaron un 80% entre 2019 y 2022.
Los sectores de juego y retail son los más afectados por las tentativas de fraude en transacciones digitales, con porcentajes del 7,5% y el 7,2%, respectivamente.
“La pandemia ha cristalizado el hecho de que los ciberdelincuentes pueden enfocar sus actividades hacia empresas e instituciones que tienen acceso directo a dinero o productos y servicios que son muy fácilmente convertibles en valor monetario”, explica Shai Cohen, responsable global de soluciones de fraude en TransUnion.
“Los programas estatales de recuperación han sufrido multitud de intentos de fraude, pero los sectores más amenazados siguen siendo aquellos que han apostado sobre todo por las interacciones digitales con los consumidores”, agrega.