Indra ha puesto en servicio un nuevo Centro de Operaciones de Ciberseguridad (i-CSOC o Indra CyberSecurity Operations Center) ubicado en Bogotá, Colombia, que se suma a los que la compañía ya tiene en operación en Madrid y México DF.
Con la apertura en Colombia de este nuevo i-CSOC, Indra refuerza su capacidad para monitorear y administrar la ciberseguridad al tiempo que se gestionan los incidentes y las vulnerabilidades tecnológicas de sus clientes. La compañía cuenta ya con más de 200 expertos que monitorean y protegen desde distintos puntos del planeta la seguridad de redes y sistemas frente a todo tipo de ciberataques.
La creación de este centro especializado fortalece el liderazgo de Indra en el mercado de ciberseguridad y su presencia en Latinoamérica. Al mismo tiempo, permite a la compañía respaldar la actividad de sus clientes en la región y ofrecer a compañías locales servicios especializados al coste más competitivo.
Disponer de una red distribuida de centros de ciberseguridad hace posible además que Indra cubra los distintos husos horarios con mayor eficiencia y garantiza la resiliencia del servicio, incluso ante grandes catástrofes que puedan afectar a las comunicaciones o equipos.
Entre los primeros servicios que ha prestado el i-CSOC de Indra en Colombia destaca el de haber garantizado la ciberseguridad durante las pasadas elecciones regionales de 2015.
La red de centros i-CSOC de Indra ofrece servicios dinámicos y adaptables, manejando tecnología líder del sector y manteniendo alianzas con compañías tan relevantes como HP, IBM, AlienVault, ForeScout, EMC/RSA, Intel/McAfee, o Symantec, entre otras.
En un escenario en el que las organizaciones dependen cada vez más de la tecnología digital y en el que la cantidad de dispositivos inteligentes interconectados que forman parte del Internet de las cosas (IoT) no deja de crecer, es imprescindible contar con los servicios especializados de centros de ciberseguridad. Los i-CSOCs de Indra disponen de la experiencia y conocimiento necesarios para identificar de forma rápida las vulnerabilidades que aprovechan los ciberdelincuentes para atacar y disponen de capacidades para neutralizarlos.
La multinacional utiliza una estrategia que combina actividades preventivas y reactivas para mitigar los impactos de las amenazas y evitar situaciones que permitan a cualquier tipo de atacante explotar las vulnerabilidades de los sistemas informáticos.