Hoy podemos observar cómo la firma electrónica ha simplificado significativamente los procesos que antes requerían presencia física, y también cómo ahora se integra con otras tecnologías, como la biometría, para ofrecer soluciones aún más avanzadas.
Domingo Beas, Gerente Comercial de IDOK -especializada en los procesos de gestión, identificación digital y firma electrónica-, señala que “la ciberseguridad ha tomado una relevancia tal que es muy necesario contar con elementos seguros de confirmación de identidad cuando las personas firman documentos, ya sea en bancos, aseguradoras o comercios. En esa línea, uno de los grandes avances que se concretó tras la pandemia fue la firma electrónica, que ahora se puede hallar en los dispositivos inalámbricos smartpos, con los que se puede realizar un enrolamiento biométrico por huella dactilar o Face ID”.
Una máquina SmartPOS es una terminal de punto de venta (POS) que incorpora tecnología avanzada para ofrecer funcionalidades más allá de las capacidades de una terminal de venta tradicional. Estas máquinas suelen tener capacidades de procesamiento de pagos, pero también pueden incluir características como pantalla táctil, conectividad a internet, software personalizable, capacidad de gestionar inventario, análisis de datos de ventas en tiempo real, integración con sistemas de fidelización de clientes, entre otras funciones. En resumen, una SmartPOS es una evolución de las terminales de punto de venta tradicionales, diseñada para ofrecer una experiencia más completa y eficiente tanto para los comerciantes como para los clientes.
De esta manera, la biometría, que utiliza características físicas o comportamientos únicos de un individuo para la identificación, se puede integrar con la firma electrónica para mejorar la autenticación. Las tecnologías biométricas, como la huella digital, el reconocimiento facial, la voz o la escritura manuscrita, pueden combinarse con la firma electrónica para garantizar una identificación más segura y precisa.
“La integración de la biometría con la firma electrónica ayuda a cumplir con requisitos de seguridad más estrictos y normativas, ya que añade capas adicionales de autenticación y asegura que la firma provenga del individuo autorizado”, agregó el profesional.
La combinación de la firma electrónica con la biometría forma parte de un enfoque de autenticación multifactor. Esto mejora la seguridad al requerir múltiples formas de verificación, como algo que sabes (contraseña), algo que tienes (token) y algo que eres (biometría).