Intel confirmó que las familias más modernas de sus procesadores presentan un error de seguridad, dejando vulnerables ante ataques a computadoras, servidores y otros productos, sin importar su marca o sistema operativo.
Intel explicó que el error se presenta en la Intel Management Engine (ME), donde un atacante podría ejecutar un código malicioso y así acceder a información privilegiada y, si lo desea, tomar el control del equipo.
El fallo está presente en los computadores fabricados, aproximadamente, de 2015 en adelante. Intel reconoció que la vulnerabilidad afecta a los Intel Core de sexta, séptima y octava generación; Pentium; Celeron N y J; Atom de las series E3900 y C3000; y varios de la familia Xeon.
La mayoría de las vulnerabilidades descubiertas requieren acceso físico al equipo, salvo un caso que sí permite un ataque remoto.
A modo de solución, Intel puso a disposición de los usuarios una herramienta de detección compatible con Windows y Linux, así como también parches para sus NUC y Compute Stick.
Los fabricantes más afectados son Dell, Lenovo y HP, con más de 100 modelos cada una. Se espera que la solución sea distribuida en los próximos días mediante una actualización.