Una nueva edición del estudio de Accenture Pulse of Change, para el cual fueron entrevistados más de 2.800 líderes a nivel global, arrojó que las amenazas que más preocupan a los ejecutivos para el próximo año son el malware y el ransomware.
“Para enfrentar el malware y el ransomware hay tres acciones clave en que las empresas deben avanzar hoy. Primero, ser brillantes en lo básico, es decir, mantener al día la revisión de seguridad, asegurarse de tener visibilidad y protección de los datos más críticos. Segundo, es fundamental prevenir, realizando tests y capacitación continua de todos los stakeholders. Finalmente, la respuesta es clave. Las organizaciones deben modelar las amenazas contra tus operaciones y la cadena de valor de extremo a extremo y comprender cómo respaldar y restaurar datos críticos con rapidez y escalabilidad en toda la empresa”, destacó Carolina Pizarro, Directora Asociada de Accenture Chile.
Tras el malware y el ransomware, la siguiente principal preocupación son los riesgos de terceros. Al respecto, para Pizarro “estos resultados son positivos en el sentido de que los ejecutivos de las empresas ya están comprendiendo que la ciberseguridad va más allá de sus organizaciones y que ataques de socios o proveedores pueden tener importantes efectos para sus compañías. De hecho, 41% de las organizaciones que sufrieron un incidente significativo en los últimos 12 meses sostiene que un tercero lo causó, según se detalla en el informe Global Cybersecurity Outlook 2024 publicado por el Foro Económico Mundial y Accenture. Por lo tanto, las estrategias para enfrentar estos riesgos no están siendo las adecuadas”.
En ese sentido, cabe recalcar que solo el 53% de los encuestados en el Pulse of Change afirmó considerar que su empresa está preparada para hacer frente a posibles ciberataques.
“Las tecnologías inteligentes y nuevas formas de trabajar pueden ayudar a las empresas a gestionar de manera más efectiva la exposición al riesgo de terceros. Para ello es fundamental ir más allá de las evaluaciones únicas y pasar a un monitoreo continuo 24/7 para obtener una inteligencia de riesgo más concreta. Así también es necesario colaborar extensamente con los proveedores en la identificación conjunta de riesgos y la respuesta a incidentes, en lugar de solo prepararse para un incidente en la propia organización de la empresa”, concluyó la Directora Asociada de Accenture Chile.