Un 60% de las empresas en Chile ha sufrido la fuga de datos confidenciales tras una brecha de ciberseguridad en los últimos dos años, según reveló un estudio de Kaspersky. Durante este período, las organizaciones se han enfrentado a incidentes causados por amenazas internas que han dejado expuesta información confidencial.
Las organizaciones almacenan datos sensibles como secretos comerciales, información financiera y datos personales de clientes, empleados y usuarios, incluyendo detalles de salud, cuentas bancarias y más. Este vasto volumen de información convierte a las empresas en blancos prioritarios para los ciberataques.
Industrias como la gubernamental, manufacturera, retail, TI, salud y educación son las más afectadas. Los cibercriminales buscan explotar la gran cantidad de datos que gestionan, poniendo en evidencia la urgente necesidad de reforzar las estrategias de ciberseguridad.
La exposición de este tipo de información tiene un impacto devastador en la reputación de las organizaciones atacadas, al dañar la confianza y privacidad de los individuos afectados, perjudicando su competitividad. Por eso, acatar las regulaciones de protección de datos es crítico para garantizar la continuidad de los negocios en cualquier lugar donde operan. Sin embargo, el cumplimiento de las normativas y legislaciones locales en la materia representa un desafío para 16% de las empresas chilenas, con operaciones en distintas regiones.
Esto puede agravar las consecuencias para las empresas afectadas por una fuga de datos, incluyendo multas, demandas por daños causados a usuarios o terceros, si se demuestra que no se tomaron medidas adecuadas de protección, además de la interrupción de servicios y operaciones de las organizaciones.
“Las empresas deben garantizar la protección de los datos personales que gestionan contra accesos no autorizados, filtraciones y usos indebidos, cumpliendo las regulaciones pertinentes. Esto no solo resguarda la privacidad de los usuarios, sino que también mitiga riesgos de seguridad, legales, económicos y reputacionales para las organizaciones. Prevenir fugas de datos sensibles es fundamental para mantener la confianza de clientes, socios y empleados, y para asegurar la estabilidad de las operaciones a largo plazo”, comentó Claudio Martinelli, Director General para las Américas en Kaspersky.