Sin duda, Internet se ha transformado en los últimos años en una inagotable y variada fuente de información digital que crece, vertiginosamente, cada día. Lo anterior ha permitido, entre otras cosas, que millones de personas en el mundo utilicen dicha herramienta para, por ejemplo, buscar trabajo. Lo mismo han hecho miles de organizaciones que, simultáneamente, la empleen para publicar sus ofertas laborales.
Asimismo, la irrupción y masificación de distintas plataformas como Twitter, Facebook, YouTube, Instagram y LinkedIn, por mencionar algunas, ha facilitado a los usuarios el contar con vitrinas que sirven para comunicarse, publicar información personal y profesional, compartir fotos y videos u opinar sobre diversas materias, ya sea desde un PC, smartphone o tablet. Sin embargo, este tipo de acceso fácil y gratuito a una mayor visibilidad, si no se maneja adecuadamente, puede jugar en contra de la reputación digital que posea un individuo.
Así lo manifiesta Roberto Aichele, senior associate de la consultora IT Hunter, quien afirma que la información que una persona sube a Internet y a las redes sociales es muy difícil de controlar, sobre todo si no se ha tenido el debido cuidado de establecer filtros y restricciones para acceder a ella.
“Hoy, los headhunters no sólo consultamos nuestras propias bases de datos, sino que también podemos revisar la información que esté disponible en Internet de un candidato. Entonces podemos saber si ha aparecido entrevistado en algún medio de prensa, si ha publicado algún artículo de su autoría o si tiene presencia en las redes sociales como LinkedIn, por ejemplo”, sostiene el ejecutivo.
Es por lo anterior que el profesional entrega los siguientes consejos con miras a que una persona proteja su imagen o reputación digital en Internet:
Infórmese sobre el sitio o red social que usará. Esto implica conocer muy bien el sitio web o plataforma donde se difundirá la información personal y profesional o donde se expresarán las opiniones sobre diferentes temas. También significa entender que cada espacio persigue un fin determinado y, por ende, apunta a públicos distintos.
Establezca filtros. Recuerde que la mayoría de las redes sociales dan la posibilidad de restringir el acceso a la información que se publica. Por consiguiente, fije distintos niveles de visibilidad de sus datos para cada uno de los miembros de su red.
Cuidado con el material audiovisual que suba. Preste atención a las fotos y videos que comparta en Internet, sobre todo si se trata de fiestas o celebraciones donde usted haya participado. Recuerde que dependiendo de la plataforma donde exhiba esta información y las limitaciones que defina será el número de personas que la vean. “En LinkedIn, por ejemplo, si la persona decidió usar una foto en su perfil, lo ideal es que sea una imagen formal, que denote seriedad y confianza”, comenta Aichele.
Modere sus comentarios u opiniones. Si usted es un activo usuario de Twitter y, por ejemplo, está postulando a un cargo en una minera, lo recomendable es evitar los comentarios negativos que se hagan a esa industria. Además, se debe cuidar el vocabulario utilizado en esa plataforma. Hay que intercambiar ideas y no lanzar agresiones.
Comparta artículos de interés. Una forma de interactuar y contribuir de manera positiva en Internet es compartiendo artículos o papers propios o de terceros que aborden temas que puedan ser interesantes para el resto y que sirvan para un sano debate.
