En la industria 4.0 nos encontramos inmersos dentro de un proceso de digitalización que nos hace enfrentar complejos desafíos, teniendo una sociedad cada vez más interconectada y con la tecnología presente en toda actividad humana. Así, a medida que van surgiendo más oportunidades, se ha vuelto preponderante la necesidad de contar con una reglamentación que se adecúe a estos tiempos para avanzar de manera segura y protegida, y esto en nuestro país se está reflejando en la Ley Marco de Ciberseguridad.
El modelo propuesto en el texto va en línea con la intención que tenemos desde la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información por construir una “hélice virtuosa” entre los diversos actores del mundo privado, público, la academia y la sociedad civil, de manera tal de contar con un entorno digital más protegido y resiliente para Chile.
Desde nuestro sector, entendemos que la aplicación de la norma conllevará retos importantes para las empresas ligadas al sector TI y que, para cumplir con ella, deberán ajustarse a los requisitos que exige, esforzarse por la educación y capacitación de sus trabajadores y contar con la voluntad para generar instancias colaborativas con la futura Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI), entre otras instituciones.
Fortaleciendo la ciberseguridad: La misión de ACTI A.G. en Chile
En ese aspecto, ACTI A.G y otros actores de la industria estamos convocados a liderar dentro de este proceso de adaptación, contribuyendo con recursos y conocimientos que fortalezcan la protección cibernética y promuevan un entorno digital más seguro en nuestro país. Ese compromiso nos lleva además a participar de manera más activa en otros sectores de la sociedad, como lo son la academia y la sociedad civil, ayudándoles a incorporarse de manera adecuada a una transición incorporando capacitación, concientización y enseñanza de cuidados digitales.
El cumplimiento adecuado de esta normativa trasciende a una obligación formal; es un acuerdo que como protagonistas de esta transformación digital nos compromete a realizar todos nuestros esfuerzos para asegurar la continuidad de los servicios esenciales de manera tal que nuestra economía no se vea amenazada ante potenciales amenazas y contar con un flujo ininterrumpido de servicios, información y transacciones entre otros.
Del mismo modo, la implementación de la ley nos llama como asociación a estar comprometidos en nuestra agenda político-pública y estar atentos y dispuestos a ayudar a la generación de diálogos multisectoriales con países de la región. Esto se vuelve relevante en la actualidad y de cara al futuro, en consideración de los más recientes resultados de Chile en clasificaciones de ciberseguridad a nivel internacional. Por ejemplo, el índice National Cyber Security (NCSI), elaborado por la e-Governance Academy, ubicó a nuestro país en el puesto 56, detrás de Paraguay, Argentina y Perú, cayendo 10 puestos con respecto a su medición anterior, por lo que se vuelve relevante contar con bases para la elaboración de estrategias para anticipar los ciberataques.
Hacia una cultura digital resiliente: Desafíos y estrategias
La Ley Marco de Ciberseguridad refleja una mirada estratégica más amplia y proactiva para enfrentar los desafíos de la ciberseguridad en Chile, la que en conjunto a la colaboración ya descrita nos permitirá la construcción de una cultura más resiliente para así salvaguardar de manera efectiva nuestros intereses como país.
