La pandemia obligó a muchas industrias a transformar la forma en que operan, y las organizaciones educativas no son una excepción. Con los ciberdelincuentes aprovechándose del caos que rodea a la pandemia, las organizaciones educativas deben actuar ahora para implementar estrategias y tecnologías que les permitan proteger a sus estudiantes y al personal para mantener un entorno de aprendizaje seguro e ininterrumpido.
El primer paso es implementar una sólida capa de seguridad fundamental. Para hacer esto, se recomienda utilizar soluciones DNS, DHCP e IPAM para percibir actividades de red no detectadas anteriormente donde sea que se encuentre un dispositivo. Esto permite a las organizaciones educativas recuperen el control al cerrar las brechas de visibilidad que otras herramientas pasan por alto y extender la seguridad desde el núcleo de la red hasta los bordes.
Agregando a esto, más del 90% del malware toca el DNS al ingresar o salir de la red. Esto convierte al DNS en una herramienta de detección crítica que puede detectar amenazas en las primeras etapas e identificar máquinas comprometidas. El uso de DNS, DHCP e IPAM permite a los equipos de Tecnología de Información (TI) dentro de las organizaciones, detectar y reparar rápidamente las vulnerabilidades, sin importar dónde se originen.
Si bien muchas de estas organizaciones tradicionalmente han visto la ciberseguridad como un agregado, se ha convertido rápidamente en una necesidad. Con la llegada de la infraestructura híbrida, nuestro nuevo entorno sin fronteras requiere un sólido enfoque de la seguridad.
Las estrategias de seguridad deben integrarse en cualquier arquitectura de red e integrarse en cualquier proyecto. Dado que muchas instituciones educativas mantienen su infraestructura de TI con personal y recursos limitados, conseguir un equipo de seguridad integral puede ser una tarea enorme. Aquí es donde puede ayudar comenzar con la modernización de la red para una mejor visibilidad.
Ivan Sánchez, Gerente de Ventas de Infoblox Latam, señaló cuál es el camino que deben seguir las instituciones educativas: “A medida que avanza la batalla contra el Covid-19, las organizaciones educativas aún tienen que recorrer mucho terreno para superar los desafíos del aprendizaje remoto. La triste verdad es que los ciberdelincuentes no detienen su actividad debido a una pandemia global. En cambio, como lo ha evidenciado el último año, aprovechan el caos para apuntar a nuevas víctimas y obtener ganancias. Ninguna organización es inmune. Dado que las redes de TI de las escuelas ahora se extienden mucho más allá de los terrenos del campus, la ciberseguridad también debe escalar”.
