En los últimos veinte años el mundo se ha transformado por completo. Quizás, lo más llamativo en términos históricos de estos cambios es la velocidad con la que se produjeron.
Todos los días surgen nuevas tecnologías, innovaciones y herramientas que vienen a facilitarnos diferentes tareas, a solucionar problemas y a mejorar nuestra calidad de vida.
Sin embargo, este desarrollo de la tecnología también trae complicaciones, como incidentes de seguridad y crimen digital e informático, que debe ser defendido con la ciberseguridad.
Ciberseguridad en Chile, situación actual
Los documentos digitales, la información y los datos almacenados en la nube están entre los activos más preciados de empresas y gobiernos hoy en día. Pero también son anhelados por los delincuentes cibernéticos que constantemente encuentran maneras de penetrar los diferentes sistemas de seguridad.
Así como es crucial que, por ejemplo, un depósito de logística tenga seguridad para evitar robos, los sistemas informáticos que contienen información sensible también deben tener su protección.
En Latinoamérica, la situación de la seguridad en los ámbitos informáticos es preocupante. Países como Argentina, Paraguay y Perú son de los más afectados por los ataques cibernéticos.
En el caso particular de la ciberseguridad en Chile, a pesar de ser reconocido por la implementación de políticas efectivas en este ámbito, se ha observado un agravamiento en los indicadores que miden este campo.
Cifras y estadísticas de ciberseguridad en Chile
Según el National Cyber Security Index, Chile se encuentra en el puesto 56 a nivel internacional en materia de ciberseguridad y en el puesto 5 a nivel regional.
De acuerdo a un estudio de la compañía rusa de ciberseguridad Kaspersky, entre agosto de 2022 a agosto de 2023, el país sufrió 27 ataques digitales por minuto.
Esto nos muestra que aún hay mucho para trabajar en materia de seguridad informática, sobre todo en un contexto en el que las amenazas crecen, tanto para empresas privadas como para organizaciones gubernamentales.
Los desafíos en un camino hacia un paisaje digital protegido son muchos, veremos esto con más detalle a continuación.
Desafíos y amenazas que impulsan la ciberseguridad en el contexto chileno
Tal como hemos marcado, los desafíos y las amenazas en el contexto chileno en materia de ciberseguridad crecerán. Esto se da por la propia naturaleza de la digitalización que va en constante evolución. Después de la pandemia, las organizaciones de ciberdelincuencia crecieron exponencialmente y muchas empresas aún no han notado las vulnerabilidades que poseen en sus sistemas informáticos.
La asociación gremial de empresas tecnológicas Chiletec realizó un informe que muestra que la cantidad de ciberataques ha aumentado en un 138 % con respecto al año pasado. Otro impactante dato del estudio es que el 90% de las organizaciones en el país no están lo suficientemente preparadas para defenderse de ataques informáticos.
Un desafío latente, entonces, es concientizar a las empresas acerca de la imperante necesidad de invertir en soluciones de seguridad digital efectivas que les eviten ser víctimas de ataques que pueden llegar a producir daños patrimoniales enormes.
Una amenaza creciente en Chile es el phishing. Del informe de Kaspersky se desprende que esta actividad maliciosa ha registrado 17 veces más incidencias en comparación con el 2021 y el 2022.
En ese sentido, surge como otro desafío, en el marco de la ciberseguridad, educar a la población para que no sea víctima de esta técnica de ingeniería social. De hecho, aunque pueda parecer complicado, lo cierto es que evitar ser víctima de phishing es más fácil de lo que parece.
No compartir contraseñas o información sensible en Internet, no abrir mails fraudulentos que recibamos en el correo electrónico y chequear la autenticidad de los mensajes recibidos son algunas de las acciones fundamentales para la prevención de estos ataques.
Por otro lado, en materia de ciberseguridad en Chile, también preocupa mucho el crecimiento del ransomware o ‘secuestro de datos’. Se trata de un tipo de malware que perjudica particularmente a las empresas privadas mediante el cifrado de sus datos y la posterior solicitud de una cifra de dinero como rescate para liberarlos.
Esto no solo provoca daños económicos en las organizaciones, sino que afecta su reputación, ya que deja al descubierto su vulnerabilidad.
En cuanto al objetivo gubernamental, las autoridades chilenas apuntan a alcanzar el nivel 5 de madurez en seguridad cibernética para 2035. Esto implica haber alcanzado una etapa avanzada en prácticas de ciberseguridad.
Tecnologías y estrategias clave en la defensa cibernética en diversos sectores
Los delincuentes cibernéticos no son sólo hábiles para penetrar los distintos sistemas de seguridad, sino que eligen estratégicamente a sus víctimas y así poder sacar mayor rédito económico a sus ataques que pueden suponer millones de dólares.
Los sectores más afectados por el cibercrimen en Chile son el gobierno, la agricultura, la industria, la salud, la educación, los servicios financieros, el transporte y la prensa.
La elección de las víctimas apunta a interrumpir diferentes tipos de servicios esenciales o importantes para la sociedad con el objetivo de pedir una suma de dinero a cambio de su restauración.
Tanto el estado como los privados se ven más propensos a ceder y a negociar.
Como estrategias clave para fortalecer la ciberseguridad en Chile es necesario mencionar la importancia de una alfabetización digital continua y la difusión y concientización acerca de los riesgos del cibercrimen en toda la población.
A su vez, diversos especialistas afirman que es necesario que haya una estrategia de cooperación entre diferentes sectores privados y públicos para dar respuesta a la problemática de seguridad en la red, que se ha vuelto global.
Por otra parte, como mencionamos al comienzo del artículo, la tecnología ha llegado para ayudarnos. En ese contexto, la inteligencia artificial, muy eficaz para buscar y analizar comportamientos irregulares en el procesamiento de los datos de una organización, se convierte en una herramienta muy útil de prevención.
A su vez, el uso de una nube local, de elementos de autenticación que vayan más allá de las contraseñas como las huellas digitales, y el pentesting son otras tecnologías que contribuyen a evitar y combatir a la ciberdelincuencia.
Prácticas y protocolos destacados en la ciberseguridad empresarial y gubernamental
Chile se destaca por ser un país pionero en la implementación de políticas de ciberseguridad. De acuerdo al índice de políticas de ciberseguridad desarrollado por National Cyber Security Index, Chile se posiciona entre los principales países propulsores de leyes y campañas para combatir el cibercrimen. Además, también tiene su reconocimiento la policía especializada en cibercrimen por su lucha diaria.
Hace unos pocos días, el Congreso sancionó una Ley Marco sobre Ciberseguridad e Infraestructura Crítica, que tiene por objetivo seguir combatiendo a los delincuentes cibernéticos con efectividad. Esta ley crea un novedoso modelo de gobernanza y promueve la gestión de riesgos y la implementación de diversos estándares de ciberseguridad.
La finalidad de este modelo es mejorar la prevención, contención, resolución y respuesta de incidentes y ciberataques y, a su vez, establecer un modelo de colaboración público-privada con obligaciones de ciberseguridad y sanciones diferenciadas por riesgos y tamaño.
Por otro lado, en Chile rige actualmente la Ley N°19.223 sobre Delitos Informáticos. Se trata de una de las principales legislaciones relacionada con la ciberseguridad y establece sanciones para delitos informáticos a la vez que protege la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información.
La nueva ley sancionada por el Congreso Nacional forma parte de un Plan Nacional de Ciberseguridad que busca fortalecer la capacidad del país para prevenir, enfrentar y recuperarse de incidentes cibernéticos. Como hemos mencionado, este plan involucra la colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.
Pero no sólo el sector público ha tomado medidas. El sector financiero en Chile también viene implementado regulaciones adicionales de ciberseguridad. Por ejemplo, las entidades financieras deben cumplir con ciertos estándares de seguridad para proteger la información financiera de los clientes.
Por último, Chile cuenta con una Ley de Protección de Datos Personales que establece estándares para la recopilación y procesamiento de información personal, contribuyendo a la seguridad de los datos.
Desarrollo de habilidades en ciberseguridad: programas y recursos disponibles en Chile
En consonancia con su plan contra la delincuencia cibernética, Chile impulsa el desarrollo de talento en ciberseguridad.
Se promueve la concientización y educación en esta materia a nivel nacional. Esto incluye campañas de sensibilización y programas de formación para usuarios y profesionales de TI.
El objetivo es la formación de profesionales en ciberseguridad que cubran la creciente demanda de habilidades en este campo en un contexto en el cual las empresas y el sector público los necesitan más que nunca.
En el marco del Plan Nacional de Ciberseguridad se implementan programas de formación en habilidades digitales orientadas a la ciberseguridad en toda la etapa escolar para todo tipo de riesgos.
Por otro lado, para un estudio más profesional de la materia, Chile tiene diversas ofertas académicas.
Entre ellas vale mencionar la de la Universidad Andrés Bello, que ofrece la carrera de Ingeniería en Ciberseguridad. La duración de la misma es de 5 años y es una de las más prestigiosas para el estudio de la seguridad informática.
Por otro lado, la Universidad Mayor también ofrece la carrera de Ingeniería en Ciberseguridad con un enfoque particular en la protección de datos. La duración es de tres años y tiene la ventaja de tener convenios con centros de investigación de distintos países latinoamericanos.
Desafíos y oportunidades actuales en el ámbito de la ciberseguridad en Chile
Hemos visto a lo largo del artículo que Chile adoptó una política de estado que tiene un objetivo claro: combatir el cibercrimen. Sin embargo, quizá más por el contexto de una era digital que avanza a pasos agigantados que por falta de acción y de medidas concretas, los indicadores empeoran y preocupan.
No es una lucha sencilla, pero los esfuerzos de cara al futuro deben estar puestos en bajar las cifras de víctimas del phishing y del ransomware
No obstante, antes que desmotivar, esto debe ser visto como una oportunidad para el sector público y privado, un desafío que debe enfrentarse con más inversión, capacitación, conciencia y sobre todo con el reconocimiento de que se está ante un problema global y grave.
Todo suma, tanto la nueva ley de ciberseguridad aprobada por el Congreso en los últimos días, el Plan Nacional de Ciberseguridad y la implementación de sistemas de seguridad más robustos en las organizaciones privadas.
No es una lucha sencilla, pero los esfuerzos de cara al futuro deben estar puestos en bajar las cifras de víctimas del phishing y del ransomware.
Colaboraciones y proyectos innovadores en la comunidad chilena de ciberseguridad
En línea con la ley aprobada por el Congreso que da un marco al tratamiento de la ciberseguridad, también se aprobó una Política Nacional de Ciberseguridad para que rija desde este año hasta fines del 2028.
Se trata de un documento, creado por el gobierno de Chile, que tiene la finalidad de mejorar la infraestructura digital frente a los riesgos asociados a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
Aunque, como hemos dicho, se reconoce que Chile tiene un nivel medio de madurez en ciberseguridad global y es catalogado como uno de los pioneros en este ámbito en Latinoamérica, tiene enfrente desafíos y amenazas específicas que requieren una atención y estrategia particulares.
No olvidemos que uno de los objetivos del Plan Nacional de Ciberseguridad de Chile es llegar al 2025 con un nivel de madurez avanzado.
Esta política, obra del estado chileno, tiende a generar un paisaje digital seguro, confiable, abierto y capaz de responder a los ataques con ciertos objetivos fundamentales:
- Asegurar una infraestructura resiliente
- Proteger los derechos de las personas (datos personales, patrimonio, seguridad)
- Fomentar la cultura de ciberseguridad
- Mejorar la coordinación nacional e internacional
- Potenciar a la industria y la investigación científica
Estas iniciativas y proyectos impulsados desde el estado son apoyados por la Alianza Chilena de Ciberseguridad con ánimos de generar una colaboración público-privada, fundamental para el tratamiento de esta problemática.
