Durante octubre se conmemoró el mes de la ciberseguridad y la importancia que tiene considerar esta herramienta tecnológica en el desarrollo de las políticas del Estado. Actualmente el Gobierno está tramitando dos proyectos relacionados con la seguridad informática que conformarán el sistema nacional de ciberseguridad: la Ley de Delitos Informáticos y la Ley de Protección de Datos Personales, siguiendo el estándar europeo.
De esta forma se creará una Agencia de Protección de Datos, que resguardará el derecho constitucional de la protección de los datos personales y multará a quienes incumplan el resguardo de estos. También se está considerando la creación de un Instituto Nacional de Ciberseguridad, para fortalecer el conocimiento nacional y contribuir a su difusión.
El ciberespacio cobra cada día más importancia en la vida de las personas, empresas, instituciones y en el Estado, ya que los delitos que ocurren en este ámbito digital pueden ser mucho más graves y de mayor repercusión que los que se cometen de forma presencial o física. Por ejemplo, un robo por Internet a una cuenta corriente de un banco puede generar un impacto más negativo que si el ilícito se hubiera cometido a la salida de un cajero automático.
De acuerdo con el Informe sobre las Amenazas para la Seguridad en Internet 2019 de Symantec, en 2018 se produjeron 545.231 ataques por ransomware en 157 países analizados alrededor del mundo. De las naciones que recibieron más ataques por este tipo de software malicioso, Chile se encuentra en el décimo puesto.
¿Qué modelo de ciberseguridad elegirá Chile?
Dentro del debate que se ha generado en torno a la implementación de las normativas y estrategia de ciberseguridad en el país, han surgido voces de expertos que llaman a mirar a algunos países europeos que llevan años avanzados en esta materia y que podrían servir de referencia para Chile en el mediano plazo.
“Un buen ejemplo es el caso de Estonia que es un Estado completamente digital. Ellos tienen una puntuación del 79 en el índice de Transformación Digital y en Ciberseguridad alcanzan 81 puntos. Mientras que Chile llega a 65 puntos en Digitalización y en Ciberseguridad bordea los 50 puntos. Esta necesidad de pasar al mundo digital debe propiciarse desde el aparato estatal, sociedad civil, academia, sector privado y ciudadanía.
Además, es clave contar con conocimientos, investigación y profesionales expertos en esta materia (talento o RRHH)”, explica Kenneth Pugh, Senador por la Región de Valparaíso.
Estonia es reconocida por ser la nación más digital y emprendedora de Europa. Sus ciudadanos pueden votar, pagar impuestos, revisar archivos médicos e incluso registrar una empresa en cuestión de minutos.
Por otro lado, cabe destacar la experiencia española. “El gobierno de España formó el Instituto de Ciberseguridad, el que se instaló fuera de la capital (Madrid), ya que optaron por la ciudad de León. En este caso se generó mucho conocimiento en una región del país, lo que sirvió para convertirlo en uno de los líderes europeos en dicho ámbito y, de paso, se logró la anhelada descentralización, como lo que se busca en Chile al instalar el Instituto Nacional de Ciberseguridad en la Región de Valparaíso”, concluye el Senador Kenneth Pugh.
El caso de Estonia
Estonia se ha convertido en una referencia en materia de ciberseguridad, lo que es parte de su camino de digitalización que la ha situado en el liderazgo mundial. El año pasado se inauguró en Tallin el Centro de Excelencia de Cooperación en Ciberdefensa de la OTAN, y se anunció la creación de la primera “embajada de datos” en Luxemburgo. De esta forma, en caso de sufrir un nuevo ataque (como el vivido el 26 de abril del 2007 como respuesta a la decisión del gobierno de retirar el monumento al Soldado de Bronce de Tallin), tendrán una copia de seguridad de todo su Estado resguardada, pudiendo seguir funcionando sin interrupción.