Chile se ubicó en el puesto número 25 a nivel mundial, y segundo en Latinoamérica, en el Índice Nacional de Seguridad Cibernética (NCSI), estudio que mide la capacidad de cada país para gestionar las amenazas cibernéticas en cuanto a planificación, estrategia, prevención y reacción, elaborado por Estonia.
El resultado da cuenta de los esfuerzos del país en la materia y representa un salto importante de 30 posiciones en el ranking, así como también de los desafíos para las empresas y los trabajadores respecto a la ciberseguridad.
Según una encuesta realizada por Robert Half, la tecnología es la tercera mayor preocupación de los líderes o gerentes de las empresas chilenas de cara a lo que resta de este año.
“En materia de tecnología, en términos generales, la principal preocupación apunta a comprender las evoluciones y usarlas a favor del trabajo personal y de la organización. Pero la preocupación por la tecnología es algo transversal, que va desde su aspecto más genérico a los más específicos, como el manejo de diversos softwares, dispositivos y máquinas y de temas como la ciberseguridad, clave para muchas organizaciones, tanto a nivel local como global”, señaló el director asociado de Robert Half Chile, Caio Arnaes.
La necesidad de las empresas de contar con especialistas en ciberseguridad ha ido al alza, pues deben enfrentar amenazas cibernéticas diarias y en constante evolución que buscan vulnerar sistemas, redes y datos. Asimismo, las organizaciones se han visto en la obligación de tomar medidas de protección ante ciberataques cada vez más sofisticados y de alto impacto.
Para Arnaes, “la minería, tecnología y finanzas son apenas algunos ejemplos de los rubros que están creando y perfeccionando áreas específicamente dedicadas a la ciberseguridad, por lo que la búsqueda por profesionales calificados es cada vez más frecuente y pujante”.
Para contar con los mejores profesionales y la mejor tecnología, las empresas están dispuestas a invertir sumas importantes, que den respuestas eficaces a amenazas cibernéticas cada vez más complejas. También tienen que cumplir con regulaciones y normativas cada vez más exigentes y responder a la gestión de datos sensibles de la propia organización, de sus trabajadores y clientes. Por último, deben promover una cultura de ciberseguridad interna, basada en la participación y compromiso de todos.
El desafío también es importante de parte de los trabajadores ya que no hay muchos profesionales especializados, lo que provoca una brecha entre el talento y las oportunidades disponibles. “Eso genera que haya una demanda alta y una disputa muy activa para, incluso, convencer a un profesional a dejar su actual trabajo para aceptar una oferta mucho más conveniente en cuanto a salarios o beneficios de todo tipo”, destacó el ejecutivo de Robert Half.
Arnaes insistió en la importancia de la ciberseguridad como una oportunidad para los profesionales, tanto para aquellos que ya están dedicados al tema como para los que pretenden hacer frente a las amenazas cibernéticas.
“Puede ser una instancia clave para especializarse aún más o bien para reinventarse, adquiriendo los conocimientos adecuados para un área que solo apunta a crecer. Además, es una oportunidad enorme para hacer carrera incluso en cualquier lugar del país o del mundo”, aseguró.
Existe actualmente un mayor desarrollo para las áreas de ingeniería y arquitectura de seguridad, respuesta a incidentes y análisis forense digital, gestión y administración en ciberseguridad, consultorías, o, incluso, en el hackeo defensivo. “Son esferas que están ganando terreno y que serán opciones muy familiares para quienes se especialicen en el área de la ciberseguridad”, finalizó el especialista.