NFC es una tecnología que permite el intercambio de información entre dos dispositivos inalámbricos sin la necesidad de cables (es decir, es wireless), siendo necesaria solo una aproximación física entre ambos (es decir, también es contactless). Actualmente, el mercado mundial de NFC (según datos de Statista, de 2018) gira en alrededor de US$16.000 millones, y las estimaciones indican que, en 2024, serán más de US$47.000 millones.
Como todo cambio de paradigma, este también enfrenta desafíos, pues todo lo que es plenamente virtual tiende a provocar que el usuario se sienta más expuesto y, por eso mismo, menos seguro. Y cuando algunos mitos sobre ciertas tecnologías empiezan a aparecer en la web, las cosas se hacen aún más complicadas. ¿Puedo confiar en el sistema? ¿Puedes utilizarlo en muchos lugares?
En este artículo he reunido los tres mitos sobre Near Field Communication que más llaman la atención de los consumidores. El objetivo es poner los “puntos sobre las íes” en este tema. Vamos a los hechos:
Mito 1
Pago por NFC parece ciencia ficción, está restringido a muy pocos lugares
La tecnología NFC ya está implementada en unos 80 países, entre ellos Francia, España, Alemania, Italia, Holanda, Polonia, Rusia, Canadá, Japón, Corea del Sur, China, Singapur y Nueva Zelanda, según un informe de Juniper Research de 2017. Y la implementación de PDVs con la tecnología NFC viene aumentando rápidamente, porque ha atraído a gigantes de la tecnología, como PayPal, Google, Samsung y Apple.
En algunas grandes capitales, el transporte público ya tiene infraestructura para NFC. ¿Ejemplo? Londres, donde el sistema ya es un éxito. En España, un servicio similar fue lanzado a principios del año pasado. Además, varios países de Asia ya disponen de numerosas opciones NFC para sus habitantes.
Es, definitivamente, una tecnología que vino para quedarse. Y para hacer su vida mucho más fácil.
Mito 2
Los pagos a través de dispositivos móviles con NFC no son seguros
El pago móvil vía NFC (como tarjetas SIM, pulseras, relojes y hasta anillos) es tan seguro como el pago realizado con una tarjeta bancaria con chip, por ejemplo.
El pago móvil a través de NFC utiliza los mismos mecanismos de seguridad lógica y física usados por las tarjetas que no tienen la tecnología sin contacto y, además, ofrece muchas capas adicionales de seguridad.
Y estas capas de seguridad son respaldadas por la mayoría de los sistemas de pago.
Mito 3
La tecnología NFC todavía no está totalmente desarrollada
Con el número creciente de equipos inteligentes con tecnología NFC embarcada, el ecosistema de Near Field Communication nunca había estado tan democratizado, estable y funcional. El estudio del NFC Forum (de 2018) también reveló que la adopción de dispositivos con tecnología NFC está aumentando rápidamente, y tiende a convertirse en un estándar de mercado. Según el informe de Statista, relativo al primer trimestre de 2019, se estima que el número total de dispositivos NFC aumentará de los actuales 2.000 millones en todo el mundo a casi 4.000 millones en 2020. Hace dos años, el número no pasaba de 760 millones.
Debemos sumar a eso una tendencia cada vez mayor en los hábitos de los clientes y el escenario quedará más fácil de ser descifrado: según el Banco Central, el celular ya es el medio más utilizado por los clientes de instituciones bancarias en Brasil, por ejemplo. En realidad, América Latina en general ha experimentado una gran evolución en este sentido. En su V Informe de Inclusión Financiera, la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) señala que gracias a la tecnología se ha cerrado una brecha. Y es que gracias al mayor acceso y uso de Internet y dispositivos móviles, el sistema bancario ha transformado la manera en la que ofrece sus productos y servicios.
Además, los smartwatches con NFC empiezan a conquistar espacio también, con la llegada al mercado brasileño de más players. Y en Chile, por ejemplo, están enfocándose en los diferentes tipos de usos del contactless y llevan la delantera en la Región.
Por todo lo que se ha dicho anteriormente, está cada vez más claro que no hay futuro posible para el comercio electrónico fuera de la NFC.