Como parte de su crecimiento y avances en infraestructura, a fines de 2007 la Universidad Finis Terrae decidió ampliar su número de salas de clases, lo que implicaba adquirir los equipos necesarios para habilitarlas tecnológicamente. Ese fue -según relata Eduardo Bustos, Director General de Tecnologías de la Información de la casa de estudios- el inicio de la experiencia de esta institución con los proyectores Epson, una relación que hasta hoy se mantiene y que ha sido exitosa. Al respecto, el ejecutivo entrega más detalles.
En marzo de 1988 la Universidad Finis Terrae abrió sus puertas a la comunidad, y actualmente ya son 18 los programas de pregrado que imparte, los que abarcan diversas áreas del conocimiento: Artística, Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias de la Salud y Educación.
A fines de 2007, según señala el ejecutivo, “se acercó gente de Epson a mostrarnos sus productos, lo que se unió a la coyuntura especial del momento, pues teníamos que hacer una compra. Hace años estábamos adquiriendo proyectores de otras marcas, pero queríamos hacer un aumento en las prestaciones que éstos tenían”. Y al definir qué características específicas debían tener los nuevos equipos, la opción escogida fue esta marca. “De ahí en adelante hemos comprado sólo Epson, principalmente por las prestaciones que tienen sus proyectores”, señala el Director General de Tecnologías de la Información.
En esta casa de estudios existen más de 70 aulas habilitadas con proyector y computador que reciben durante toda la jornada a centenares de alumnos y distintos profesores. En este contexto, expresa Eduardo Bustos, había dos necesidades claras: “Nuestras salas de clases -ámbito en donde empleamos la mayoría de los proyectores- tienen ya un computador. Sin embargo, los profesores también llegan con sus portátiles, por tanto debemos darles la facilidad de conectarlos a estos equipos”, señala.
Además, algo esencial como prender y apagar el proyector requería modificaciones. “Tener que ir a la sala a encender y apagar el proyector con el control remoto, o a hacer un cambio de señal de input, toma tiempo, entonces, si seguíamos funcionando así íbamos a tener que contar con alguien encargado cambiando las entradas y prendiendo y apagando los computadores”, explica.
Administración remota
La universidad funciona a través de una modulación horaria: tras cada hora y veinte minutos se produce un espacio o break de diez minutos. En ese tiempo, alumnos y profesores se cambian de sala. Por esto, la administración y la logística son muy importantes.
En este sentido, Bustos destaca como la principal ventaja de estos equipos la posibilidad de administrarlos remotamente. “Por ejemplo, si hay un problema en un proyector hay sólo diez minutos para solucionarlo, por lo tanto, no existe espacio para tener más de una falla, pues implicaría contar con un ejército de personas encargadas de eso”, explica el profesional.
Con la implementación de los proyectores Epson modelos PowerLite 83 y PowerLite 85, “hoy disponemos de una consola donde monitoreamos y manejamos todos los proyectores, y podemos encender o apagar los equipos. Si un profesor no sabe prender el proyector, se comunica con un operador en la recepción vía chat, y éste lo enciende a distancia, y si necesita cambiar la señal porque tiene que poner un portátil o un video, esto también se puede hacer remotamente. De esta forma, ahora mantenemos a una sola persona por edificio, lo que implica ahorro de personal y de tiempo”, asevera.
Monitoreo constante
Otra ventaja importante en relación a la capacidad de administrar remotamente los equipos, es la posibilidad de monitoreo constante que permite su manejo centralizado. “Con la consola no solamente encendemos y apagamos, sino que vamos monitoreando las horas de uso que tienen los proyectores. Realizamos mantención a los computadores dos veces al año, y cuando llega el final del primer semestre ya sabemos cuántas lámparas -que es el principal insumo que se necesita para los proyectores- tendremos que cambiar el segundo semestre. Y a fin de año, cuando se debe hacer el presupuesto, ya conocemos también cuánto vamos a destinar para el año entrante”, comenta el Director de Tecnologías de la Información.
A la hora de concluir respecto a los beneficios que los proyectores Epson han reportado a esta casa de estudios, Bustos saca cuentas positivas: “Creo que, en un tiempo más, todos los proyectores tendrán más o menos estas características; la ventaja es que los que lleguemos antes al manejo remoto de los proyectores habremos ahorrado una cantidad importante en esta área, porque podemos administrar con más eficiencia, predecir, anticiparnos y, como tenemos un mejor manejo del encendido y apagado del equipo, cuidamos más insumos como la lámpara, por ejemplo”.