El año 2004 la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO) inició un completo proyecto de renovación de su casa central, tendiente a regularizar la recepción municipal del edificio, una antigua construcción levantada durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda. Se trataba de ordenar una serie de aspectos entre los que destacaba el sistema eléctrico del edificio, para lo cual contrató los servicios de DGR Ingenieros. A fin de conocer los desafíos de este proyecto conversamos con Claudio Ruff, Vicerrector de Administración y Finanzas de UBO; Jorge Kornfeld, Jefe División Administrativa de UBO; y Domingo Gutiérrez, Gerente de Operaciones de DGR Ingenieros.
La Universidad Bernardo O’Higgins está instalada en un antiguo edifico construido en 1939, declarado patrimonio cultural y emplazado en una zona protegida ubicada dentro del Parque O’Higgins. El dato es un orgullo para sus integrantes, sin embargo, la valorada antigüedad de la estructura arquitectónica mostraba sus falencias técnicas, al punto que, como muchos edificios públicos de Santiago, no contaba con la recepción municipal de las obras.
El sistema utilizado entonces fue la remodelación por etapa de todo el recinto, para lo cual se efectuó parceladamente la regularización de cada una de las áreas intervenidas, de acuerdo a las normas eléctricas chilenas exigidas en este tipo de instalaciones. El proyecto fue confiado desde sus inicios a DGR Ingenieros, empresa dedicada a brindar soluciones integrales en las áreas de construcción y normalización de data centers, ingeniería eléctrica y proyectos de redes LAN.
“Conocimos a DGR a través de una licitación a la cual los invitamos a participar dentro de un grupo de proveedores que nos ofrecían la confianza y el respaldo que necesitábamos. La oferta de DGR destacó por la seriedad que exhibían como empresa, razón por la cual esta compañía fue seleccionada para liderar el proyecto”, comenta Ruff.
Se trató, además, de una oferta económica consistente con el proyecto que se pretendía abordar, a la que se sumaron las excelentes referencias que recibió la UBO de otros clientes de DGR, en las cuales la palabra efectividad destacó como la característica más importante de la proveedora de servicios.
“Dentro de nuestras principales preocupaciones estaba el tipo de materiales que se utilizaría en la remodelación, porque queríamos que fuera de la más alta calidad, garantizando su funcionamiento sin problemas a lo largo del tiempo. En este sentido, DGR nos explicó claramente el tipo de intervención que realizaría y los materiales usados, lo que nos dio una gran tranquilidad y confianza”, comenta Kornfeld.
Detalles de la intervención
Durante la intervención, los principales problemas estuvieron dados por la falta de conocimiento que había de la construcción, para la cual prácticamente no existían planos ni referencias. “A medida de que avanzamos nos fuimos encontrando con una serie de sorpresas y de coyunturas que tuvimos que resolver con mucha creatividad”, recuerda Gutiérrez.
El proyecto consistía puntualmente en regularizar todos los edificios basados en las normativas eléctricas chilenas que rigen en esta clase de instalaciones. De esta forma, el que presentaba mayores problemas era la construcción principal, la más antigua de todas. “Se trataba de un monumento nacional, que había que intervenir con sumo cuidado, y donde fue necesario realizar una completa renovación de todo el sistema de cableado, cambiar el tablero eléctrico y el set completo de interruptores, además de efectuar el levantamiento de los planos eléctricos del edificio”, agrega el ejecutivo.
Era necesario intervenir sin romper los muros ni hacer perforaciones en el monumento, por lo que la estrategia fue reutilizar los ductos que ya existían y normalizar otros. “Realizamos un proyecto de alta tecnología, con ductos antifuegos y cables específicos resistentes a altas temperaturas”, explica el Gerente de Operaciones de DGR.
A esta primera intervención le siguieron el resto de los edificios del campus, los que también le fueron encargados al servicio de ingeniería de DGR. Finalmente, el proyecto más importante consistió en un levantamiento general, con nuevos planos para reemplazar a los que estaban desactualizados.
Trabajo terminado
Ya con el 100% del campus regularizado, Gutiérrez comenta que “se trata de una gran satisfacción para nosotros y una enorme tranquilidad para la universidad, que ahora tiene la certeza de que sus alumnos, académicos y funcionarios están trabajando en un lugar seguro”,
“Asumir este tipo de proyectos es difícil, porque son inversiones que no se ven tangiblemente, pero que nos dan garantías de que la gente está protegida y que nuestras condiciones de seguridad son integrales”, comenta Ruff.
Kornfeld, por su parte, resalta el gran compromiso demostrado por DGR. “Una de las dificultades importantes del proyecto era que todo el trabajo debía realizarse sin interrumpir el normal funcionamiento de la casa de estudios, que acoge diariamente a miles de personas desde las 8:00 hrs hasta las 22:00 hrs. En este sentido, DGR se adecuó completamente a esta necesidad y organizó turnos de tal manera de sacar el proyecto adelante en los tiempos previstos, pero sin interrumpir el desplazamiento de los alumnos”, asevera.
Al final, se trató de un proyecto en el cual siempre primó el entendimiento entre el mandante, el proveedor y los diferentes contratistas asociados a todas las etapas, según comentan los entrevistados.
En la actualidad, trabajan en conjunto en un nuevo proyecto en el laboratorio audiovisual y estudian realizar nuevas modernizaciones en el corto y largo plazo, que responden al crecimiento natural de la institución.