El análisis del volumen de profesionales TI reveló una necesidad no cubierta en América Latina y aún más marcada en Chile: en promedio, según la demanda, faltan más de 8.000 profesionales especializados en el mercado local, cifra que superará a los 14.000 en 2015, según el estudio “Brechas de Habilidades en Tecnologías Emergentes y Avanzadas”, elaborado por IDC para 8 países de la Región, incluyendo Chile. De esta forma, quedó al descubierto la significativa brecha que existe entre la oferta de profesionales con habilidades y la creciente demanda por recursos humanos con conocimientos en diseño y administración para apoyar desde la conexión de dispositivos, hasta la virtualización, transmisión de video o aplicaciones de nube.
El reporte “Brechas de Habilidades en Tecnologías Emergentes y Avanzadas”, encargado por Cisco a IDC, que evaluó a 8 países de Latinoamérica (Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Venezuela), arrojó que la demanda de profesionales capacitados en Tecnologías de Información y Comunicación, a nivel regional, se incrementará en un 35% para 2015, índice que llegará en Chile al 39%. Eso implica que si hoy existe una diferencia de 8.809 ejecutivos TI en el país, en dos años más ésta llegará a 14.501.
En este sentido, en 2011 América Latina experimentó un faltante de aproximadamente 139.800 profesionales con conocimientos en TI, con una proyección de aumento de la brecha a 296.200 para los próximos dos años. En Chile, en tanto, si en 2011 la brecha fue de 4.744 profesionales, se espera que esta cifra llegue a 14.501 en 2015, aumentando la diferencia porcentual de 23% a 39%.
Las principales razones de esta escasez apuntan a una falta de interés de las personas por estudiar este tipo de carreras, y a una oferta académica muy poco atractiva. En este punto, Mauricio Carrillo, Director Senior de Ingeniería y Arquitectura para Cisco Latinoamérica, explica que “las entidades de educación superior y el Ministerio de Educación tienen el desafío de robustecer la malla curricular de las carreras actuales, crear cursos relacionados con las tecnologías emergentes (comunicaciones unificadas, nube y virtualización), y realizar mayor difusión de éstas”.
Mauricio Carrillo Jordi Botifoll
Déficit de profesionales v/s desarrollo de país
Además de las dificultades que enfrentan las empresas al no contar con la oferta que requieren en materia de recursos humanos, este déficit de profesionales puede limitar las oportunidades de los países para adoptar tecnología, acelerar el crecimiento y crear nuevos puestos de trabajo.
“Una mano de obra capacitada es una ventaja competitiva para las naciones de la Región, para la economía basada en conocimientos del siglo 21. En la medida en que América Latina experimenta la emergencia rápida de tendencias tecnológicas como nube, movilidad, video e Internet, esta escasez de profesionales capacitados presenta un desafío real para su desarrollo económico. Sin los conocimientos adecuados, el progreso tecnológico no se traducirá en aumento en productividad”, señala Jordi Botifoll, Presidente de Cisco para Latinoamérica.
“El avance tecnológico en el que estamos inmersos requiere de una importante cantidad de gente calificada que sea capaz de innovar, desarrollar, implementar y mantener las redes y modelos de negocios que las compañías necesitan para su negocio actual y crecimiento futuro. Entonces, el gran desafío al que nos enfrentamos es cómo generamos y preparamos rápidamente a esa fuerza laboral especializada para estar a la altura de los avances que el mercado latinoamericano y, en particular, el chileno, requieren para aumentar su competitividad y sostenibilidad en los próximos años, alcanzando el desarrollo con la ayuda de las TI”, agrega Mauricio Carrillo.
Habilidades más demandadas
Entre las habilidades TI más demandadas por las empresas, según revela el reporte, se encuentran la seguridad y telefonía que son parte de las tecnologías esenciales, y otras emergentes como la nube, comunicaciones unificadas, video, movilidad, centro de datos y virtualización. De hecho, el 45% del total de la brecha del año 2011 corresponde a ejecutivos en estas últimas tecnologías, porcentaje que en 2015 llegará a 56%, pasando de 63.000 profesionales a 167.100 en ese período.
Otro dato interesante es que las posiciones de seguridad son las más difíciles de ocupar, pues la demanda de estos conocimientos es creciente en todos los países analizados, lo que explica que un 87% de las compañías requieran habilidades extra en esta área para el o los próximos dos años.
“Cada vez crece más la necesidad de contratar gente con múltiples habilidades, puesto que de esa forma se puede conectar la tecnología con los procesos de negocio”, precisa el Director Senior de Ingeniería y Arquitectura para Cisco Latinoamérica.
A su vez, añade que “2013 es el año de la innovación y, por ende, estará enfocado, en gran medida, en las tecnologías emergentes”.
Certificación: Un proceso clave
Otro aspecto importante mencionado en el estudio se refiere a las certificaciones, puesto que tal como explica Mauricio Carrillo “al menos un 90% de las empresas considera que este tema es clave al momento de elegir a un profesional TI, ya que garantiza que realmente ha pasado por un proceso de capacitación y que cuenta con los conocimientos solicitados. Además, es un valor agregado para los mismos trabajadores”.
Cabe destacar que de los países encuestados, Chile mostró tener los profesionales más capacitados durante el año pasado, al mismo tiempo que comprobó que la brecha de habilidades en redes relacionadas con routing y switching es relativamente baja.
“A nivel regional, el país siempre se ha posicionado a la vanguardia en temas tecnológicos, sin embargo, el problema no es sólo la falta de gente, sino que la rapidez con que incorporamos las TI a nuestra vida, ya sea desde el punto de vista personal, laboral, académico, etc”.
A juicio del experto de Cisco, las recomendaciones para los actores involucrados son centrarse en habilidades emergentes y esenciales que no sean routing ni switching, poseer conocimientos en varias tecnologías y crear conciencia en las instituciones que promocionan cursos y carreras afines.