Outsourcing de aplicaciones tecnológicas: Un enfoque real hacia el negocio

Hoy en día, las exigencias que las grandes empresas están poniendo hacia sus equipos internos de tecnología están cambiando fuertemente, enfocándose radicalmente hacia el cumplimiento de los objetivos y la estrategia del negocio, a la justificación financiera de cada uno de los proyectos tecnológicos y a un nivel cada vez más estricto de servicio, el cual requiere ser cuidadosamente monitoreado y medido

Publicado el 30 Nov 2004

Hoy en día, las exigencias que las grandes empresas están poniendo hacia sus equipos internos de tecnología están cambiando fuertemente, enfocándose radicalmente hacia el cumplimiento de los objetivos y la estrategia del negocio, a la justificación financiera de cada uno de los proyectos tecnológicos y a un nivel cada vez más estricto de servicio, el cual requiere ser cuidadosamente monitoreado y medido

Si miramos las estadísticas, según el Standish Group, el 31% de los proyectos de tecnología serán cancelados -incluso antes de terminar- y el 52,7% de los proyectos costarán 189% más de lo originalmente presupuestado. En promedio, sólo el 16,2% terminarán en el tiempo y dentro del presupuesto original.

Considerando todo esto, la tendencia resulta clara: las áreas de TI deben tener un enfoque mucho más real hacia el negocio. En mercados más avanzados, como el norteamericano y el europeo, las áreas tecnológicas están migrando a convertir sus costos fijos de soporte y mantenimiento en variables, a evolucionar sus aplicaciones tecnológicas mediante precios competitivos, a optimizar el uso de las inversiones ya asumidas y a mejorar el nivel de sus empleados en el uso de los sistemas actuales mediante capacitaciones específicas.

Es, entonces, bajo este escenario donde el outsourcing o externali-zación de servicios ha cobrado fuerza, apareciendo hoy como una herramienta crítica para ayudar a las áreas de TI a operar de manera más eficiente y a alcanzar las reducciones de costos operativos buscados, otorgándole una mayor flexibilidad a la empresa para su crecimiento y diversificación del negocio.

Bajo un concepto de outsourcing la empresa externaliza, entre otras, funciones tales como el desarrollo, operación y administración de sus tecnologías, obteniendo así una arquitectura y metodología TI diseñada a la medida de sus necesidades particulares de negocio. Esto le permite aprovechar el soporte tecnológico ya disponible en su empresa para así rentabilizar las inversiones hechas y satisfacer mejor los requerimientos operacionales.

Cómo medir si el outsourcing aplicativo generará los beneficios esperados

La respuesta es simple. Un servicio de externalización debe ir más allá de múltiples herramientas o servicios básicos de administración de aplicaciones. Parte por comprender la estrategia y la visión de su compañía, el ambiente actual en el cual se desenvuelve y conocer la operación de los diferentes sistemas y aplicaciones que componen su mundo tecnológico; vale decir: involucrarse a fondo con su infraestructura, aplicaciones, procesos y con la manera en cómo se administra toda el área. Este proceso de análisis es conocido como Due Dilligence y tiene por objetivo entender la operación completa de TI para identificar las oportunidades reales de mejora en los procesos y la reducción cuantitativa de sus costos -TCO- en cada uno de estos ámbitos.

Esta suerte de radiografía de la empresa, previa a una implementación de un outsourcing aplicativo, es determinante para el tipo de servicio requerido, ya que le permite a la empresa contar con una solución de outsourcing 100% alineada a sus requerimientos de negocio, enfocándose única y exclusivamente a cubrir él o los sectores en los que se detecten áreas de mejora y ahorro. Asimismo, le permitirá reducir al mínimo la demanda que ejercen las actividades de operación y mantenimiento, logrando que su equipo de tecnología se enfoque en las funciones de nuevos requerimientos, administración de proyectos, servicio al cliente e innovaciones tecnológicas.

Por último, vale recordar que usted está inmerso en un mercado cambiante, donde los ciclos de evolución tecnológica son cada vez más cortos y los presupuestos más limitados, por lo que el desafío se hace cada vez mayor.

Diciembre de 2004

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Redacción

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