La apertura de la adquirencia en países como Argentina, Perú, Colombia y más recientemente Chile, está transformando el mercado y mejorando los servicios para comercios.
El mercado de pagos es uno de los más atravesados por esa palabra tan de moda: la disrupción. Pero no solo por la tecnología, sino también por la regulación y las estrategias de mercado. PSD2 en Europa, el sistema PIX en Brasil e incluso el proyecto del yuan digital en China hablan de un sector en el que se están reescribiendo las reglas. Y por su importancia en la vida de cada uno de nosotros, la reconfiguración de los pagos es una gran novedad.
Uno de los cambios más profundos que se produjeron en América Latina en los últimos años fue la apertura del mercado de adquirencia, es decir, la posibilidad de que muchos más jugadores ofrezcan a comercios y empresas sus servicios para procesar transacciones con tarjetas y otros medios digitales de pago, independientemente de las marcas. Hasta hace muy poco -y en algunos países, todavía no ha cambiado- había solo un puñado de adquirentes, y con poca competencia, tenían muy pocos estímulos para innovar y mejorar sus servicios para los comercios. De este modo, no solo no crecía el uso de las tarjetas, sino que hacerlo era muy caro. Los dispositivos no se actualizaban y los comercios, frente a tantas dificultades, tendían a preferir el efectivo.
Las fintech fueron las primeras en advertir estos problemas. El modelo de PSP (Proveedores de Servicios de Pago) que ya mostraba su potencial en el mundo del e-commerce, empezó a ser una solución para que los comercios pudieran cobrar con medios electrónicos también de manera presencial. Los códigos QR y los links de pago empezaron a crecer. Y soluciones como los mPos mostraron que otro modelo era posible. Como suele ocurrir, los avances tecnológicos van más rápido que la regulación, pero finalmente, muchos países se tomaron el trabajo de diseñar un esquema más razonable. Más transparente, que impulsara la competencia y favoreciera la inclusión financiera.
Argentina fue uno de los pioneros con la instauración de la multiadquirencia a partir de 2019, a raíz de una intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Hoy, el mercado de adquirencia está floreciendo y jugadores como Ualá, NaranjaX o Getnet se acercan a comercios y empresas para ofrecerles mejores servicios, más tecnología y mejores condiciones.
Algo similar ya había ocurrido tiempo antes en Brasil, luego también ocurrió en Perú y Colombia y más recientemente también en Chile con el nuevo “modelo de cuatro partes”.
“Nosotros fuimos quienes ayudamos a desarrollar el primer mPOS en Argentina con TodoPago, en Perú con VendeMas, y en Bolivia con ATC. El mPOS es la tecnología que permite transformar a cualquier celular en punto de venta, para aceptar pagos con tarjetas de débito y crédito. Detrás del pequeño “aparatito que se conecta al celular hay un importante desarrollo tecnológico y ahí es donde aparece GeoPagos”, comentó Sebastián Núñez Castro, CEO de la empresa.
Esta empresa sigue llevando su tecnología a la región, en Chile recientemente han desarrollado junto con BancoEstado, Compraquí, un mPOS renovado que permite ofrecer a miles de comercios distintas opciones de pagos con tarjetas de manera accesible y el año pasado desarrollaron para Niubiz, la compañía de medios de pagos más importante de Perú, el primer TaptoPhone de Sudamérica. Esta solución transforma la generación actual de teléfonos inteligentes o tabletas Android en terminales de punto de venta basados en software (softPOS) sin contacto, que no requieren hardware adicional.
La apertura de la adquirencia es muy beneficiosa para los pagadores, pero sus efectos se notan más rápido en la aceptación de pagos. Y su potencial para el desarrollo del mercado es enorme. Una vez que los adquirentes no son los representantes exclusivos de una marca de tarjetas como Visa, Mastercard o American Express, su estrategia de diferenciación depende de otras variables: el costo de la transacción, otros beneficios financieros o herramientas tecnológicas. Las plataformas de aceptación de pagos son, en definitiva, plataformas de administración. Y se les puede agregar mucho valor agregado: sistema de manejo de las mesas o menús promocionales para los restaurantes; administración de stock para comercios; gestión de pago a proveedores; listas de precios. El cielo es el límite.
Combinada con la interoperabilidad, la multiadquirencia abrió una etapa totalmente distinta de nuestro mercado, donde la innovación y la eficiencia ganan. Las estrategias se reorientan, los targets se reconfiguran y los servicios mejoran. En nuestros países observamos que se ha iniciado una carrera multitudinaria por abrir el espectro y conquistar a nuevos clientes. Y como siempre, la clave para tener éxito es una combinación adecuada entre time-to-markety robustez. El mercado de pagos cambió. Y la única certeza es que seguirá cambiando.